“El autobús da el mismo servicio que un tren a Marbella y es más barato”
● El directivo de Avanza afirma que “si realmente hay una voluntad de la Administración de poner un servicio de alta calidad y capacidad en la Costa del Sol se puede hacer mañana”
RAFAEL Durbán es madrileño, pero es uno de los mayores conocedores del sistema de transportes en la provincia de Málaga. Fue impulsor y director del Consorcio de Transporte Metropolitano del Área de Málaga y desde 2012 es director de la División Sur de Avanza, un grupo empresarial que gestiona, entre otras cosas, conexiones en autobús hacia varios municipios de la Costa del Sol o la estación de autobuses de Marbella con una flota de 190 vehículos y 600 empleados. –¿Qué es Avanza?
–Somos una empresa líder a nivel de transporte urbano y metropolitano en España. Pertenecemos al grupo mejicano Mobility ADO desde hace cinco años. Avanza tiene una plantilla de 6.000 trabajadores y una flota de más de 2.000 autobuses en el país. En el caso de Málaga tenemos servicios bajo una concesión autonómica en la Costa del Sol y urbanos a diferentes municipios como Marbella, Torremolinos o Benalmádena. También gestionamos el Metro de Granada. En Andalucía tenemos 700 trabajadores y en Málaga unos 600. Tenemos servicios de largo recorrido, urbanos, de cercanías, estaciones como la de Marbella o Ronda y los apeaderos de Fuengirola, Estepona o Torremolinos. Hacemos servicios escolares, privados, etcétera. Somos operadores globales de movilidad, porque también gestionados bicicletas en Getafe.
–Le faltan los patinetes.
–También lo hemos estudiado. –¿Qué nuevos proyectos se plantean en Málaga?
–Siempre estamos estudiando cómo podemos mejorar y cómo podemos crecer de forma sostenible. El sector está pasando un periodo de transformación muy importante, ha empezado procesos de diferentes concesiones a nivel estatal o autonómico y estamos viendo cómo evolucionamos de cara a ese mercado que se va a a acabar de definir. Necesitamos el apoyo de las Administraciones para ver cómo se define ese nuevo escenario. En España funcionamos con concesiones de transporte, un sistema que tiene muchas ventajas para el usuario, el operador y la administración comparado con el modelo de liberalización que se ve en otros países del mundo. Es un servicio que garantiza la movilidad a todos los ciudadanos y no tiene coste para la Administración, por lo que hay que cuidarlo. Queremos que esos concursos salgan con una alta calidad de servicio y que sean sostenibles desde el punto de vista económico. Tiene que haber tarifas adecuadas, ni más ni menos. En otras comunidades autónomas ha habido concursos que se han convertido en subastas y el resultado ha sido negativo para todos.
–¿Se escoge al que da el servicio más barato?
–Pueden salir tarifas más baratas pero eso redunda en un peor servicio porque el operador no puede asumir pérdidas de explotación. Las Administraciones tienen que cuidar el sistema concesional porque son las que licitan.
–Esos operadores de bajo coste, ¿son españoles o extranjeros? –Los concursos están abiertos para todo el mundo. En España suelen competir las empresas españolas. Ha habido operadores que han ido con unos precios muy por debajo del mercado. La Administración tiene que tomar cartas en el asunto porque ya se están viendo los efectos.
–No debe ser fácil gestionar a 700 trabajadores.
–En esta empresa entendemos que el transporte está hecho por personas y para personas, por lo que la persona está en el centro de todo. Nuestro valor más importante es la pasión por servir y es algo que sí le pido a toda la gente que trabaja con nosotros. No es fácil porque en el salario se incluye el trabajo y yo les pido un compromiso importante como es la confianza en un proyecto que es sólido y consistente. Con los trabajadores la lealtad es máxima igual que con los clientes. Defiendo la verdad, ser sincero y que las personas digan lo que piensan y eso la gente lo agradece.
–Al jefe es difícil decirle lo que realmente se piensa.
–Mi puerta siempre está abierta y hablo con todo el mundo. –Entiendo que será un sector muy masculinizado. ¿Hay cada vez más mujeres?
–Sí, pero tenemos bastantes conductoras. Nosotros, junto con la EMT, somos los que más mujeres tenemos trabajando. Es verdad que sigue habiendo bastantes más hombres que mujeres, pero están creciendo en porcentaje y es algo que me congratula.
–¿Cuáles son los momentos más difíciles del año?
–La demanda se va desestacionalizando cada vez más, aunque sí es verdad que nuestro punto fuerte es en verano porque hay más turistas y más trabajadores que se mueven en transporte público.
–Supongo que el hecho de que no haya un tren a Marbella les facilita el trabajo. A Marbella se va en coche o en autobús.
–El nivel de oferta que daría un ferrocarril también lo podríamos dar nosotros si la Administración estuviese dispuesta a asumir costes de explotación que, además, serían inferiores a hacer un ferrocarril. Podríamos dar un servicio de autobús por la costa espectacular. La principal virtud de un ferrocarril es su plataforma reservada porque es mucho más puntual. Pero aquí tenemos una AP7 que con servicios de autobús directos por la Costa del Sol estaríamos en una velocidad comercial muy alta. Incluso más que el ferrocarril porque el tren tiene más paradas que un autobús directo. En cuanto a confort se podría discutir, pero hoy en día hay autobuses que tienen unas características que es como ir en la primera clase de un avión. Por tarifas, el autobús siempre sería más barato. En definitiva, con unos gastos de explotación menores, porque no habría que hacer inversión al estar la AP7 ya hecha, se podría dar un servicio de autobús con una frecuencia más alta que la del ferrocarril para tener una capacidad similar porque si bien en un tren entran más pasajeros, se pueden poner autobuses cada cinco minutos si fuera necesario. Si realmente hay una voluntad de la Administración de poner un servicio de alta calidad y capacidad en la Costa del Sol se puede hacer mañana.
Nadie va a discutir las bondades del modo ferroviario, pero hay que ver la rentabilidad que tiene respecto a la inversión que habría que hacer. Hay otras alternativas. El autobús ya no es lo que era. Se fabrican autobuses que son más cómodos que los trenes.
–¿Qué servicios se dan hoy en día en un autobús?
–Tenemos una flota de unos 180 coches de todas las tipologías. Tenemos autobuses de gama muy alta en los que la disposición de las butacas es como si fueras en preferente en el AVE con entretenimiento a bordo, películas, series, wifi, prensa... No es igual la demanda de un cliente para un viaje más largo que el que coge un autobús para ir rápido al trabajo.
–¿Cómo será el autobús del futuro?
–Se está avanzando mucho en dos aspectos: la electrificación y la automatización. En Avanza somos expertos en electrificación y hacemos pruebas en Zaragoza de todos los autobuses eléctricos que hay en el mercado. En la Costa del Sol tenemos además algunos autobuses híbridos. Esa tendencia es imparable porque además las Administraciones lo van a exigir cuando salgan los concursos. Los autobuses tienen que contaminar cada vez menos y ser más eficientes. Los eléctricos funcionan hoy por hoy principalmente en explotaciones urbanas porque no tienen la autonomía necesaria para hacer líneas interurbanas de muchos kilómetros. Respecto a la automatización, creo que habrá que esperar un largo plazo para aplicarlo al transporte público pero es verdad que nosotros estamos dando nuestros pasos. De hecho tenemos un proyecto ambicioso llamado AutoMost que se va a desarrollar en el puerto de Málaga. En cualquier caso, los avances en la automatización van a redundar en seguridad de la conducción y en apoyo al conductor. –¿No ve entonces a corto o medio plazo que haya autobuses sin conductor?
–No porque, entre otras cosas, para que un autobús funcione completamente de forma autónoma tendrían que estar adaptadas todas las calles y todas las carreteras, los semáforos... Ni el mercado, ni las infraestructuras, ni los viajeros, ni los peatones, ni el resto del Tráfico están preparados para que haya vehículos de forma autónoma ni lo veremos en el corto plazo. Se avanza rápido, pero queda mucho camino por recorrer aunque en EEUU ya hay vehículos autónomos. La automatización hace que los vehículos sean más seguros y el error humano, en principio, desaparece.
–¿Cómo ve la movilidad en la provincia de Málaga?
–No la veo especialmente complicada. Hasta los 30 años viví en Madrid y allí es peor. Todo es mejorable, pero en los últimos años se han hecho esfuerzos importantes en infraestructuras. La movilidad es un tema que preocupa a las Administraciones y se han tomado decisiones correctas. Veo también una apuesta por el transporte público. Antes se hacían actuaciones y la movilidad venía después. Ahora esa sensibilidad ya está calando y la movilidad se tiene en cuenta a la hora de hacer desarrollos urbanísticos. La movilidad juega un papel esencial en el siglo XXI. Aquel ayuntamiento que no lo tenga en cuenta se va a equivocar. Una ciudad moderna tiene que estar basada en una movilidad pública importante y sostenible. Muchas veces no se valoran los beneficios del transporte porque se da por hecho, pero si les falta incide bastante en la gente.
–¿Qué le parece la moda de los patinetes?
–El sector del transporte se mueve a mucha velocidad y hay que irse adaptando. Los patinetes son hoy, pero mañana saldrá otra cosa. No sabemos cómo será el escenario dentro de cinco o diez años. Las administraciones y los operadores pueden ir a remolque o innovar, es decir, definiendo cómo queremos que se muevan las personas en las ciudades o regulando a posteriori. El boom del patinete ha demostrado que se va por detrás. Ha dado respuesta a una movilidad que antes no existía. –¿Qué le parece el retraso en las obras del Metro?
–Es una obra compleja y por el camino han surgido muchas dificultades a nivel técnico y de administraciones. Estoy convencido de que al final tendremos en Málaga un Metro fantástico. Todos los retrasos se olvidarán y tendremos una infraestructura maravillosa.
–¿Qué proyectos ve más necesarios en Málaga?
–La iniciativa del eje litoral me parece muy interesante. Vería necesario un intercambiador en la plaza de la Marina aunque la subestación del Muelle Heredia es una bendición. Málaga no se puede permitir el lujo de perder esa centralidad y además permite integrar aún mejor el puerto en la ciudad. Málaga está de moda y es una ciudad puntera en muchos aspectos.
Hay operadores que han ido a concursos con precios muy por debajo del mercado y ya se ven los efectos”
La tendencia a tener autobuses eléctricos es imparable y la Administración lo va a exigir”
No se está preparado para que haya vehículos autónomos en las calles a corto plazo”