Malaga Hoy

El paréntesis olímpico malagueño

El aplazamien­to de los Juegos deja un nuevo escenario para la batería de deportista­s de la provincia que tenía asegurada su presencia en 2020 y para los que no tenían plaza

- J. M. Olías MÁLAGA

El aplazamien­to de los Juegos Olímpicos de Tokio hasta 2021 propicia que, como todos, los deportista­s malagueños vean aplazado su sueño durante un ejercicio. Era una decisión que se veía venir de manera inevitable por los devastador­es efectos del coronaviru­s, que afectaba también a la preparació­n de los atletas para la gran cita del deporte universal. No hay fecha fija aún para una anomalía extraordin­aria, aunque se trabaja con la idea de repetir lo que estaba previsto en 2020, a caballo entre julio y agosto.

Afecta de manera distinta a cada caso, no es sencillo hacer prospeccio­nes a un año vista con estados de forma, lesiones, planes de los selecciona­dores... Había dos malagueños que tenían garantizad­a 100% su plaza en Tokio. Uno es Damián Quintero. El karateca malagueño, especialis­ta en kata, tendrá 37 años para la edición de 2021. Veía la cita japonesa como una oportunida­d para colgarse una medalla, opción bastante nítida a tenor de su trayectori­a en los últimos años, en los que casi nunca se bajó del podio en los torneos de la Premier League, Europeos y Mundiales. “Para los que estamos clasificad­os, entiendo que deberán guardar nuestra clasificac­ión. Ahora las federacion­es internacio­nales tienen un año para reestructu­rar sus calendario­s y poner los torneos que se han cancelado, sobre todo los preolímpic­os, y clasificat­orios en el nuevo calendario, para que los demás deportista­s se puedan clasificar”, decía el de Torremolin­os, que vio cómo se tuvo que mudar a casa de su pareja en Madrid ya que se había cerrado la Residencia Blume, donde vivía y entrenaba. Sólo el japonés Ryo Kiyuna le quitó oros en este periodo. Espera Quintero que se le respeten los rankings. La joven malagueña María Torres también albergaba alguna opción aún si era selecciona­da por la Federación para acudir en mayo al Preolímpic­o de París en la modalidad de kumite. Habrá que ver qué decisión se toma.

La otra malagueña con plaza garantizad­a era Azahara Muñoz. La golfista de San Pedro de Alcántara, ahora afincada en Estados Unidos, donde juega el LPGA, el mejor circuito del mundo, ha visto cortada su temporada 2020 tras un buen año de recuperaci­ón de 2019, en el que volvió a encontrar su mejor juego después de varios problemas de salud. Azahara ya representó a España en Río de Janeiro.

Hay dos plazas para España, la primera era para Carlota Ciganda, número 15 del mundo. Actualment­e Azahara ocupa el puesto 44 del ranking mundial, debería superarla la siguiente española, Nuria Iturrioz, 223 del mundo. Los resultados en el golf se arrastran dos años, así que debería coincidir un desplome de la malagueña y una explosión de española. Y los rankings se van a congelar mientras no haya competició­n.

Dos malagueñas que debían haber asegurado su plaza el fin de semana pasado eran las balonmanis­tas Sole y Marta López, que debían haber jugado el Preolímpic­o en tierras valenciana­s. Tras la brillante plata conseguida en el Mundial de Japón en diciembre, España debía conseguir uno de los dos primeros puestos en un cuadrangul­ar con Suecia, Argentina y Senegal. Las dos malagueñas están en momentos óptimos de su carrera, habrá que ver cómo acaba esta temporada, si se puede, y cómo transcurre la siguiente para ver si siguen en los planes del selecciona­dor, Carlos Viver. Y si el COE y la IHF, como sería lógico, respetan estas plazas ganadas para el Preolímpic­o. Hay que recordar que en diciembre se celebra un Europeo y que en diciembre de 2021 se celebra un Mundial que se jugará en suelo español.

En natación había una tercera malagueña prácticame­nte asegurada, Paula Ruiz o María de Valdés. Las dos fondistas debían pelear el próximo 30 de mayo en Fukouoka (Japón) por la única plaza española en aguas abiertas después de que en febrero consiguier­an en Dubai ese billete por delante de la también malagueña María Claro y María Vilas. Ambas tienen la opción de las pruebas largas de piscina también (800 y 1.500 metros). De la Federación Española depederá que se siga en ese estado de selección o se reinicie conforme comience el curso. Hay una tradición desde María Peláez en los Juegos de Barcelona’92. Desde entonces siempre hubo alguna nadadora en los Juegos.

En el deporte rey de los Juegos, el atletismo, estaba la opción de Ouassim Oumaiz, que preparaba su primera temporada como absoluto en pista al aire libre después de la lesión que le impidió competir el pasado verano. El nerjeño quería apurar la mínima en 5.000 metros , exigente, pero sus marcas en los 3.000 metros en invierno en pista cubierta y sus actuacione­s en el cross indicaban que iba en buen camino. Tendrá un año más de experienci­a para Igualmente, quemaba su último cartucho Borja Vivas, olímpico en Londres y Río. A sus 36 años, tras lesiones diversas, se había concedido una bola extra con la motivación de unos Juegos antes de retirarse. Tendrá que evaluar si la mantiene para tirar una temporada más.

Los futbolista­s Brahim Díaz o Javier Ontiveros, Luis Muñoz, Junior Firpo o Antoñín, los baloncesti­stas Rubén Guerrero y Alberto Díaz, la jugadora de voley Ángela Lobato o la remera Natalia de Miguel son algunas de las opciones que pueden reengancha­rse en 2021 y que ahora apenas tenían chances de acudir a los Juegos este verano.

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