UN ‘MICRO’ SUELTO POR LA CALLE
Sí, es la típica historia: la amiga que te empuja a salir al escenario y se convierte en una pasión. Susi Caramelo (Hospitalet de Llobregat, 1980) tenía vocación clara por la comedia y mientras trabajaba de azafata de producción bregó por hacerse un hueco en el humor. Carles Flavià, a quien se empeñó en confundirle con Leo Bassi, le marcó el camino que le llevó de El Terrat a Madrid. Los monólogos de Pibonéxica le abrieron puertas. Era animadora de plató en Ilustres ignorantes y Locomundo, de Movistar +, cuando hace un año tuvo su oportunidad con un micro en la calle para Las que faltaban.
–¿Hay que defenderse de los elogios?
–Por eso. Si sabes que no puedes gustar a todos, cuando te elogian lo relativizas, porque al día siguiente, con cualquier comentario, en las redes te destripan.
–¿Qué nos hemos perdido de usted si hubiera tenido una oportunidad antes?
–Me tendriaís que haber conocido de adolescente. Yo era muy tremenda. He hecho cosas muy locas que no voy a contar aquí porque yo soy un ejemplo para los millennials. Pero he hecho cosas de descerebrada porque estaba evolucionando como persona. He sido muy idiota y me rodeado de mucho macarra, pero al final fui por buen camino. Porque he sido lista y he tenido unos hermanos mayores que me han llevado por vereda. –¿Cómo lleva lo de ligar con el confinamiento? –En el confinamiento he perdido el novio [el actor Israel Rodríguez] y ahora esto es un problema porque no puedes acercarte a nadie, que viene mi madre a verme y no puedo ponerla en riesgo. Estoy a dos velas y esto va para largo. Yo no ligo nada y sólo se me acercan frikis que me dicen cosas raras por internet. Me da miedo quedar con gente desconocida. Soy más pudorosa, miedosa y comedida de lo que creéis. –¿A quién admira del mundo de la comedia? –Yo surjo de la stand up comedy y conocía a los cómicos de Barcelona. Era muy fan de Toni Moog, pero mi gran referente es Carles Flavià. Era cura y frecuentaba la noche. Amigo de Pepe Rubianes, tenía un humor muy negro. Tuve la gran suerte de conocerle y aprendí mucho con él, porque yo he trabajado mucho toda mi vida.