Ruina, segunda parte
Después de haber pasado 90 días de confinamiento, pudimos constatar que la medida tomada por el Gobierno fue un acierto y vimos descender la tasa de mortalidad y, por consiguiente, de contagio. Todos sufrimos las fatales consecuencias de un virus totalmente desconocido y muy dañino: pérdidas de seres queridos, de empleo y de seguridad en sí mismo. En resumen, una absoluta ruina humana y laboral. Superamos con dolor y esperanza todo lo acaecido y después de cinco semanas del fin de estado de alarma nos vemos de nuevo abocados a un futuro muy incierto y esta vez la ruina económica nos salpicará a todos. La actitud insolidaria y egoísta del ser humano nos arrastra de nuevo a volver a empezar. ¿Seremos capaces de aprender la lección? José Antonio Sierra (correo)