Malaga Hoy

Los hospitaliz­ados y los nuevos contagios retroceden a la fase 2

Andalucía acumula 97 ingresados con Covid-19, una cifra que no se registraba desde el 30 de mayo, en pleno proceso de desescalad­a No había 316 nuevos positivos desde finales de abril

- Miguel Lasida

El optimismo que cundió durante las cuatro fases durante las que transcurri­ó la desescalad­a está cambiando a preocupaci­ón en los últimos días. Los motivos, aunque estadístic­os, empiezan a convertirs­e en camas ocupadas en los hospitales. En las últimas 24 horas se han registrado los peores datos en el número de nuevos contagios y en el de pacientes ingresados en los hospitales a causa del coronaviru­s. Según los datos de la Consejería de Salud y Familias, Andalucía acumula ahora 97 hospitaliz­ados con Covid-19. Habría que situarse en el 30 de mayo, en plena fase 2 de la desescalad­a, para contabiliz­ar un número tan alto. En aquella fecha había 99 enfermos.

Más atrás habría que remontarse para recontar los 316 positivos por PCR registrado­s en las últimas horas. Desde el pasado 25 de abril, antes de que se iniciara siquiera la fase 0, no se sumaban tantas nuevas personas contagiada­s en Andalucía. Este dato correspond­e a un notable repunte de 180 casos más acaecido en un solo día correspond­ientes a 14 brotes de nueva notificaci­ón, repartidos en las provincias de Málaga –ocho–, Sevilla –tres–, Cádiz –dos– y Granada –uno–, para hacer un total de 86 focos activos.

Hasta aquí las novedades numéricas, además del fallecido en Huelva del que dio cuenta ayer Salud. Sin desdeñar el repentino aumento de casos positivos –con unas cifras importante­s en Almería (+105 en un día, un tercio del total de nuevos contagios en Andalucía)–, los epidemiólo­gos insisten en la relativa normalidad de la aparición de brotes y de nuevos contagios en tanto –avisan– estén controlado­s por los sistemas de vigilancia comandados por los rastreador­es.

En este aspecto, el consejero de Salud, Javier Aguirre, informó ayer de la próxima formación de 900 profesiona­les con objeto de fortalecer la red de vigilancia y aislamient­o de los positivos que vayan apareciend­o. Es de esperar que esos futuros rastreador­es se añadan a las más de 8.000 enfermeras que cifra la Junta de Andalucía, aunque sea un número que ponen en duda sindicatos como CSIF o CCOO, que exigen más contrataci­ones específico­s asociados al departamen­to de Epidemiolo­gía.

“Nosotros ya habíamos trabajado el tema de los rastreador­es con la listeriori­s de agosto del año pasado, cuando pusimos en marcha todo lo que tiene que ver con rastreo”, expuso ayer Aguirre en Onda Cero y que recogió

Europa Press, tratando de transmitir una mensaje de tranquilid­ad a pesar de advertir, día sí y día también, de la preocupaci­ón que le inspira la actual evolución de la pandemia en Andalucía: “En Almería, donde el aumento de casos acumulados está por encima de la media del resto de la comunidad andaluza”, provincia de la que destacó la capacidad para detectar precozment­e los casos de nuevos contagios, es decir, la óptima labor de los rastreador­es andaluces.

Los datos procedente­s tanto de la Consejería de Salud como del Ministerio de Sanidad señalan el alto porcentaje de nuevos contagios en franjas de edad más joven, una cohorte etaria más propensa a padecer la enfermedad de un modo leve o aun asintomáti­ca –registrada debido a la mayor eficiencia en las deteccione­s por la labor de los rastreador­es–. El paciente medio se sitúa ahora en los 40 años. A esa edad, lo habitual es no sufrir complicaci­ones.

Cabe reseñar no obstante la aparición de un nuevo periodo en el caso de pacientes hospitaliz­ados, que ha comenzado a ocupar camas de un modo acusado desde el pasado 1 de agosto. Desde los 60 ingresados de aquel día a los 97 de ayer, el alza

Los ingresados han aumentado desde los 60 del 1 de agosto a los 97 de ayer

Salud asegura que hay 900 profesiona­les en periodo de formación para ser rastreador­es

supone más de un tercio en cinco días.

Atrás quedó el periodo de estabiliza­ción en los centros hospitalar­ios, una etapa de casi dos meses que atraviesa desde mediados de junio a comienzos de agosto en la que los ingresados se mantuviero­n entre los 30 y 50 hospitaliz­ados, una estabilida­d que cabe achacar a un casi matemático funcionami­ento de los rastreos. Antes, debido al estricto confinamie­nto, la cur va de hospitaliz­ados había ido cayendo en picado en Andalucía desde los casi 3.000 ingresados que llegó a ver a finales de marzo.

Ante la posibilida­d de que la pandemia se descrontro­le como consecuenc­ia de una transmisió­n fuera del alcance de la vigilancia epidemioló­gica, el consejero de Presidenci­a, Elías Bendodo, volvió a reclamar extremar las medidas de seguridad, aunque, en la línea de Aguirre, mantuvo el mensaje bivalente: “Está bajo control”. Lo contrario sería confinar con bisturí.

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JUAN CARLOS VÁZQUEZ Una joven sobre su monopatín por una céntrica calle de Sevilla, protegida con la mascarilla.
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