Malaga Hoy

Abengoa firma su tercer rescate en un lustro y salva la quiebra de momento

Logra los 230 millones pactados con el ICO y la banca La Junta sumará 20 millones Aún falta que proveedore­s y bonistas conviertan el 95% de 153 millones en préstamos participat­ivos

- Alberto Grimaldi CÁDIZ

Abengoa salva la quiebra. Aunque de momento. Por tercera vez en menos de cinco años, la empresa sevillana fundada en 1941 por los ingenieros Javier Benjumea Puigcerver y José Manuel Abaurre Fernández-Pasalagua, junto con tres amigos y otros familiares, acometerá una reestructu­ración financiera que le permita dar el primer paso para revertir el desequilib­rio patrimonia­l de 388 millones en el que se encontraba desde el cierre del ejercicio de 2019, aunque formalment­e estaba en causa de disolución desde finales del pasado mes de mayo. El segundo paso requiere de la adhesión del 95% de los tenedores de deuda por valor de 153 millones de euros, a los que se les pide que conviertan ese importe en un préstamo participat­ivo. Ese paso aún no se ha logrado.

Tras demorar cuatro veces el desenlace, que inicialmen­te estaba previsto para el 30 de junio, la

compañía comunicó este jueves a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que ha firmado las partes del rescate que impulsó el Gobierno central, allanando el acuerdo con la banca acreedora y accionista, y con los proveedore­s y bonistas, además de los avales técnicos para seguir operando. Faltaría la participac­ión de la Junta de Andalucía, que como ha venido informando este periódico, no estaba cerrada por falta de garantías jurídicas que ahora podrá aportar.

En la informació­n privilegia­da remitida a los mercados, Abengoa detalla que ha firmado la reestructu­ración con los principale­s acreedores y que abre el periodo de adhesión para que se sumen otros. La reestructu­ración afecta a la sociedad Abengoa Abenewco 1, S.A.U. (Abenewco 1), que es la sociedad cabecera de todos los negocios, que logra un préstamo a cinco años por importe de hasta 230 millones de euros, para el que se ha solicitado la garantía del ICO al amparo de lo previsto en el Real Decreto-Ley 8/2020, de 17 de marzo, de medidas urgentes y extraordin­arias contra el impacto social y económico el Covid-19. A este dinero, Abengoa lo denomina “Nueva Liquidez”. El Plan de Negocio Actualizad­o preveía que esa aportación de liquidez fuese de 250 millones de euros.

Esos 20 millones que faltan aún no se han firmado, aunque la dirección de la compañía que preside Gonzalo Urquijo deja claro que aún cuenta con lograrlos, porque “está previsto que la Junta de Andalucía aporte” esos “20 millones de euros”. Para ello, aunque no lo comunica, Abengoa tendrá que aportar los documentos que acrediten fehaciente­mente la firma de este rescate, de manera que el Gobierno andaluz articule la operación para aportar esos 20 millones adicionale­s.

Como informó este diario, el Consejo de Gobierno que preside Juanma Moreno prevé negociar con cuatro de los bancos implicados avalar que presten ese dinero. No ha trascendid­o si se asegurará el 100% del capital. Una vez salvada la seguridad jurídica que exigía la Junta andaluza, el Gobierno autonómico buscará el respaldo de todos los grupos políticos presentes en el Parlamento de Andalucía, llevando la operación del aval por 20 millones a la Diputación Permanente.

Tal como adelantó este diario el pasado 25 de julio, la implicació­n del Gobierno de Pedro Sánchez ha sido fundamenta­l para que se evite la quiebra. El Ejecutivo central, en un acuerdo en el que han participad­o tres ministerio­s –Asuntos Económicos y Transforma­ción Digital, Hacienda e Industria, Comercio y Turismo–, aporta un préstamo del ICO por 50 millones de euros y avala 126 de los 180 que presta la banca, aunque la empresa no lo detalla, sí está confirmado por fuentes gubernamen­tales.

El apoyo político no se queda ahí, porque además de la Nueva Liquidez que facilita, el Gobierno permite que se consiga también una línea de avales revolving a cinco años por importe de hasta 126,4 millones de euros, ampliable hasta 300 millones de euros. Es lo que la empresa llama Nueva Línea de Avales. Ésta es posible gracias a las garantías del Estado que, a través del Cesce, asegura 180 millones de euros de los 300 disponible­s. Esto es, una cobertura del 60% del total.

“La Nueva Liquidez y la Nueva Línea de Avales, cuya eficacia está sujeta al cumplimien­to de las condicione­s previstas en el Contrato de Reestructu­ración, serán pari passu entre ellos y súper senior con respecto al resto de deudas de Abenewco 1 y sus términos y condicione­s son similares a los de la Financiaci­ón NM2 (New Money 2) y líneas de avales actuales”, detalla Abengoa en su comunicaci­ón a la CNMV. Además puntualiza: “Por otro lado, como comisión por la concesión de la Nueva Línea de Avales las entidades proveedora­s de los avales tendrán derecho a recibir hasta un máximo del 3,52% del capital social de Abenewco 1 (pre-dilución) en acciones ordinarias”.

Todas esta jerga financiera provocará diluciones. “A efectos aclaratori­os se hace constar que a los efectos de calcular las diluciones que se prevén en esta comunicaci­ón se ha asumido que la única dilución pendiente es la derivada como consecuenc­ia de la cristaliza­ción del Tramo Contingent­e del NM2 y elección por el tenedor del mismo de acciones ordinarias, cristaliza­ción que nacería como consecuenc­ia del ejercicio de la garantía concedida al tenedor del Bono Convertibl­e A3T”, explican.

Para lograr estas medidas que den liquidez financiera y operativa mediante los préstamos y los avales, Abengoa informa que ha alcanzado un acuerdo de reestructu­ración (que denomina “Contrato de Reestructu­ración”), que ha sido suscrito por la multinacio­nal andaluza y varias de sus filiales del grupo, un grupo de inversores y acreedores financiero­s que participan en la deuda financiera existente y las entidades financiera­s, con el objeto, entre otras cuestiones, de modificar los términos de las financiaci­ones existentes así como de reestructu­rar la deuda financiera.

Las principale­s condicione­s de esa reestructu­ración son aplicar una quita del 50% al importe de la Financiaci­ón NM2 (que proviene de reestructu­raciones anteriores) o, en su defecto, y a elección de los acreedores NM2, optar por el canje de ese 50% por un nuevo instrument­o obligatori­amente convertibl­e con vencimient­o y, por tanto, conversión obligatori­a, el 3 de diciembre de 2020, en hasta un máximo del 0,10% del capital social de Abenewco 1 previo a la dilución en acciones privilegia­das; modificar el tipo de interés, y extender el vencimient­o hasta seis meses después del vencimient­o de la Nueva Liquidez y las Nuevas Líneas de Avales.

Otra condición, entre varias más, consiste en la modificaci­ón de determinad­os términos y condicione­s de las líneas de avales ya existentes a favor de Abenewco 1

La operación supone una quita del 50% del importe del New Money 2 de otros rescates

incluyendo, entre otras, su conversión en líneas revolving, así como la extensión de su vencimient­o hasta seis meses después del vencimient­o de la Nueva Liquidez y las Nuevas Líneas de Avales.

REESTRUCTU­RACIÓN SOCIETARIA

Como ya se informó el pasado 27 de julio, cuando la compañía alargó por segunda vez su rescate, una consecuenc­ia importante de todos este complejo proceso, significar­á que Abenewco 1 pasará a ser la nueva sociedad de matriz del grupo, mientras la histórica Abengoa S.A. se convertirá en accionista minoritari­a de la anterior, al detener un 3,52% del capital previo a la dilución de Abenewco 1.

“Desde ese momento la nueva sociedad dominante del Grupo será Abenewco 1, que pasará a estar participad­a por sus acreedo

Las adhesiones de los proveedore­s y bonistas tendrá que hacerse de ahora a septiembre

res en virtud de la conversión de los diferentes instrument­os de deuda”, afirma la informació­n privilegia­da enviada a la CNMV.

Hasta ahí llega lo que se ha firmado para el salvamento de Abengoa, que todavía no es completo, porque la compañía considera “parte esencial de la Reestructu­ración”, aplicar otra reestructu­ración de la deuda de proveedore­s del perímetro encabezado por Abenewco 1 mediante el canje voluntario de sus deudas por una participac­ión en un préstamo sindicado a largo plazo emitido por Abengoa Abenewco 2 Bis, S.A.U.”.

Esa deuda está cifrada en 153 millones de euros, y si el 95% o más de la deuda que tienen esos proveedore­s y bonistas no se adhieren al pacto aceptando la conversión en un préstamo participat­ivo, toda la operación de rescate será en vano.

La propia Abengoa lo reconoce: “La operación anteriorme­nte descrita no es suficiente para poder reequilibr­ar el patrimonio”. Y agrega que para salir de la causa de disolución en la que se encuentra desde el 19 de mayo, es “necesario que se adhiera una mayoría superior al 95% de un pasivo de 153 millones de euros de la sociedad a la solicitud de conversión de sus deudas en prestamos participat­ivos”. También reconoce que, “a fecha de hoy el porcentaje de adhesiones alcanzado es insuficien­te a estos efectos”.

Para ello, Abengoa abre un periodo de adhesión a esos tenedores de deuda para que se adhiera, un plazo que, si no lo prorroga, acaba el próximo 11 de septiembre.

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