Malaga Hoy

‘Hambre’ de cafeterías

Mesas llenas en la terrazas en ● el primer día de la desescalad­a

- Ángel Recio MÁLAGA

En esta peculiar montaña rusa en la que se encuentra el sector hostelero malagueño por las restriccio­nes provocadas por la pandemia del coronaviru­s, ahora toca, de momento, respirar algo más y conseguir ingresos extra ya que desde ayer se ha aumentado el horario de apertura con la desescalad­a prevista para los días navideños. El sector sigue en estado, afirman, “crítico” tras muchos meses de cierres, aperturas parciales, ocupacione­s y facturacio­nes ridículas y con miles de empleados en Expediente­s Temporales de Regulación de Empleo (Ertes), aunque esperan que esta ampliación de horarios y, por tanto, de carga de trabajo hasta el próximo 10 de enero pueda darles algo de luz.

Todo es provisiona­l ya que las restriccio­nes se estipulan en función de la evolución de la pandemia. En otras comunidade­s autónomas, por ejemplo, están siendo mucho más drásticos. Si no hay un empeoramie­nto de la situación que obligue a tomar nuevas medidas, la norma dice que los bares y restaurant­es podrán abrir desde las 7:00 hasta las 18:00 para dar el servicio de desayuno y almuerzo, posteriorm­ente deben cerrar hasta las 20:00 para evitar la sobremesa de los clientes y posibles relajacion­es, y abrir de nuevo entre las 20:00 y las 22:30 para las cenas. En Nochebuena y Nochevieja pueden estirar más y permanecer dando servicio hasta las 1:00 de la mañana.

Las cafeterías o heladerías, por su tipo de negocio, sí podrán abrir toda la tarde para dar las meriendas, aunque la Junta de Andalucía les impide ser vir alcohol con el objetivo de que no se conviertan en lugar de fiesta de amigos o familiares en estos tiempos tan señalados sino solo en lugares para tomar algo e irse. Respecto al aforo, que durante estos meses ha sido sujeto a continuos cambios que han generado todo tipo de dudas, los bares y restaurant­es podrán tener ocupada la totalidad de sus terrazas -para lo cual deberán colocar las consiguien­tes estufas si no quieren que los clientes se congelen, sobre todo por la tarde-, mientras que en el interior se podrá utilizar el 75% del aforo. Solo podrá haber seis personas por mesa, tanto dentro como fuera, y con una distancia mínima de un metro y medio entre cada una. También se podrá atender en barra, pero manteniend­o la misma distancia de seguridad. Los bufets están prohibidos para evitar el continuo ir y venir de personas echándose comida y tocándolo todo.

Estos aforos se permiten en todos aquellos distritos sanitarios que estén en un nivel de alerta dos. En el caso de la provincia de Málaga son todos menos el de la Serranía de Ronda, que sigue en nivel 4 por la alta tasa de contagios general o en personas mayores de 65 años.

En el sector hostelero aplauden que les permitan abrir más tiempo, pero con prudencia ya que llevan muchos meses sintiéndos­e criticados por las Administra­ciones y sin recibir ayudas. Incluso reclamaron la dimisión del presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno, y en torno a un millar de empresario­s y trabajador­es se manifestar­on hace unas semanas por las calles del centro de Málaga para mostrar de forma enérgica su queja al considerar­se chivos expiatorio­s de la situación.

“Acogemos de buen grado que no cierren las cafeterías por la tarde porque era una de nuestras peticiones. Es de sentido común que las cafeterías abran porque muchas familias van a merendar en Navidad, por lo que entendemos que es una línea positiva y a partir de aquí creo que se puede seguir construyen­do”, señaló ayer Javier Frutos, presidente de la patronal hostelera Mahos, quien detalló que espera que haya una comunicaci­ón más f luida y eficaz con la Junta de Andalucía con la intermedia­ción de la Confederac­ión de Empresario­s de Andalucía, presidida por el malagueño Javier González de Lara.

“La campaña de Navidad nos podría servir para coger un poco de aire aunque está prácticame­nte perdida”, destacó Frutos. No hay que olvidar que la campañ navideña es uno de los momentos álgidos del sector en el año con las comidas y cenas de empresa, así como los encuentros de amigos y familiares. Las famosas comidas de empresas prácticame­nte han desapareci­do y en el resto hay todo tipo de dudas ya que muchas personas prefieren no salir por miedo al contagio.

Frutos hizo hincapié en que las reclamacio­nes del sector hostelero “son coherentes y de sentido común”, aunque insistió en la seria dificultad que atraviesan las empresas. “La gente lo está pasando muy mal aunque parece que empezamos a hablar un idioma parecido con la Administra­ción, es la línea a seguir y a través de la CEA podemos retomar esa negociació­n”, comentó Frutos, quien indicó que las manifestac­iones previstas de protesta se han suspendido por ahora. Eso no quiere decir que no haya empresario­s o trabajador­es que muestren públicamen­te sus quejas ya que, según Frutos, “el sector está muy quemado y urge sentarse para ver y agilizar las ayudas directas ya que no sabemos nada”.

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JAVIER ALBIÑANA Un camarero en una de las terrazas de la capital malagueña.
 ?? REPORTAJE GRÁFICO: JAVIER ALBIÑANA ?? Una terraza anoche llena de clientes en la plaza Uncibay después de las 20:00.
REPORTAJE GRÁFICO: JAVIER ALBIÑANA Una terraza anoche llena de clientes en la plaza Uncibay después de las 20:00.
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Un camarero atiende a dos clientes en una cafetería.

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