Málaga avanza en la detección precoz del picudo rojo mediante sensores sísmicos
La apuesta del Ayuntamiento de Málaga por prevenir la aparición del picudo rojo en las palmeras de la ciudad mediante el uso de sensores sísmicos queda desbloqueada. Tras un primer intento fallido de contratar este servicio, el Consistorio formalizó a finales del año pasado el contrato con la firma seleccionada para llevar a acabo este proyecto. De acuerdo con los datos oficiales, se trata de Grupo Raga, que tiene por delante un plazo de cuatro meses para el desarrollo de la iniciativa.
El uso de estos elementos supone toda una novedad en el modo de afrontar la lucha contra este insecto. El plan pasa por instalar estos–dispositivos en 204 ejemplares–repartidos en el Paseo del Parque (138), la Alameda de Colón (43), el Hospital Noble (12), la Plaza de la Marina (7) y la Plaza Poeta Alfonso Canales (4).
La trascendencia de la actuación es elevada si se tiene en cuenta lo ocurrido hace una década, cuando la presencia del picudo se convirtió en una plaga de difícil y costoso control. “El principal problema es que la plaga no se detecta desde el exterior por lo que cuando se manifiesta la planta está muy afectada”, destacan los técnico. Asumida esta premisa, lo que se busca es responder a las recomendaciones que hacen los especialistas, en el sentido de frenar la plaga mediante actuaciones preventivas. Entre ellas se cita la detección precoz de la presencia del picudo. De acuerdo con las previsiones, con la creación de esta red de sensores se podrá limitar los tratamientos curativos, al centrarlos en los ejemplares realmente afectados. El sensor empezará a registrar y memorizar los movimientos sísmicos que se producen en el interior de la palmera, discriminando todos menos el producido por la mordedura de una larva de picudo rojo.