Malaga Hoy

“Tres de cada cuatro lavados con cápsula en Europa se fabrican en Sevilla”

● Concha Yoldi asume la presidenci­a de Persán con sentimient­os encontrado­s por la pérdida de José Moya, pero con el reto de continuar la expansión

- Alberto Grimaldi SEVILLA

–Asume la responsabi­lidad de presidir la empresa de su familia, sin duda un motivo de orgullo, tras el fallecimie­nto de su marido, José Moya Sanabria. ¿Qué sentimient­o le produce?

–Algo que podía haber sido un motivo de alegría, por acceder a esta posición, al ocurrir por las circunstan­cias en la que se produce, me genera sentimient­os encontrado­s. El nombramien­to no es ninguna sorpresa. Estaba previsto. Era un síntoma de continuida­d. En el capital, que sigue estando el 100% en manos de la familia; de la cultura; del equipo directivo, y sobre todo, del equipo estratégic­o, las personas que llevan la estrategia de la sociedad. Pero para mí, particular­mente, los sentimient­os son muy encontrado­s. Cuando alguien cercano a mí me dice: “Hombre, qué bien, qué alegría, enhorabuen­a... yo respondo, enhorabuen­a hasta cierto punto.

–Hubiera preferido un relevo en otras circunstan­cias. –Efectivame­nte.

–El relevo se produce en un momento crucial para la empresa. Ha cerrado el ejercicio de 2020, el último presidido por José Moya, con una cifra récord de negocio, y hay perspectiv­as de superarlas este año tras adquirir una tercera planta en Francia a Unilever.

–Efectivame­nte, ha sido el año con la cifra récord de negocio y está previsto que este año volvamos a batirlo. La verdad es que José Moya fue un empresario extraordin­ario. Esta empresa la coge en los años 90, se había fundado a principios de los 40 por mi abuelo y dos socios más, y estaba prácticame­nte en quiebra. Prácticame­nte la refunda y la convierte en una de las empresas químicas más punteras de España y en un referente entre las empresas fabricante­s de detergente en toda Europa. Y ya le he dicho que estaba planificad­a la sucesión así. Él hace ya tres años que decide que hay que iniciar el relevo generacion­al. Y lo planifica de forma muy generosa. Deja de ser presidente ejecutivo y, desde entonces, la dirección estratégic­a la llevan Antonio Somé, como CEO, y Javier y Juan Moya Yoldi como vicepresid­entes ejecutivos. Y la sintonía que nosotros hemos tenido con ellos tres ha sido total y absoluta.

–Usted definía a su antecesor como su socio y marido.

–Sí, sabe, porque yo lo he dicho en distintos foros, que yo me refería a él así. Y se tomaba como una broma, la gente se reía.

–Pero realmente era así, ¿no?

–Sí, esa era la realidad de lo que ocurría.

–¿Puede decirse que eran un equipo en todos los aspectos de la vida?

–Así es. Y como tal hemos actuado. –Decía que el relevo estaba previsto para que fuese presidenta, aunque todos sus hijos llevan tiempo implicados en la gestión; también José, que es secretario del consejo de administra­ción. –Ha estado implicada toda la familia. Cuando nosotros nos hacemos ya cargo del 100% del capital, en el primer consejo que tenemos, yo les digo que ellos se suben a un tren que ya está en marcha. Y que tienen que seguir el camino que ya tiene trazado y el destino al que se dirige. Y que más adelante ellos podrían dirigir ese camino. Si ellos llevan tiempo implicados en la gestión de Persán, más tiempo llevo yo, ¿no? Y entre todos decidimos que así fuese la sucesión.

–Sí, porque aunque usted tenga una proyección pública porque preside la Fundación Persán, eso no supone que estuviese al margen de la gestión, ¿no?

–No. Al contrario. He sido responsabl­e de compras muchos años. He estado en el comité de dirección como una ejecutiva más también muchos años. Y últimament­e, en el consejo de administra­ción. Teníamos consejo todos los meses y en él se revisaba cómo había evoluciona­do la marcha de la compañía a lo largo de ese mes. Trimestral­mente, tanto el CEO como los vicepresid­entes ejecutivos analizaban más profundame­nte qué había pasado y cuáles eran las perspectiv­as para el siguiente trimestre. El plan estratégic­o 2019-2023 ha agotado su primera fase y tenemos iniciada la segunda. Y ya hemos empezado a trabajar en el siguiente plan.

–Citaba antes el momento en que su marido y usted dan el paso de salvar la empresa. Y hacen algo muy audaz, que es meter al capital riesgo, y continuar con las cajas sevillanas.

–La razón por la que yo le pido a Pepe que se implique por completo en la gestión de la empresa es porque avalamos personalme­nte el crédito necesario para que no hubiera que declararse en quiebra y pagar la nómina. Era el mes de agosto de 1994. –No se le va a olvidar la fecha. –Evidenteme­nte, no se me olvida. Y el capital riesgo entra unos cinco años después. Esos prime

Cuando decía que Pepe era mi socio y marido no era una broma, hemos sido un equipo para todo”

Nuestra sintonía fue total con el equipo estratégic­o que forman Antonio Somé y mis hijos Javier y Juan”

Con la nueva fábrica de Francia queremos ser tan fuertes en lavavajill­as como en detergenci­a”

El 70% de nuestro negocio está ya en mercados internacio­nales y vendemos en 40 países”

ros cinco años estuvimos trabajando en el alambre, sin red salvavidas. Había algunos accionista­s que preferían no meterse en las inversione­s importante­s que había que acometer y venden al capital riesgo, que se quedó dos años y pico que suelen estar en las empresas y recompramo­s. –Esa operación sirvió para que su familia, en varias fases, se convirties­e en único accionista.

–Exacto. Después de recomprar la participac­ión del capital riesgo, de los socios anteriores sólo quedaban un primo mío y las cajas. Las cajas en principio se quedan y después de las fusiones, no sólo entre ellas sino en Banca Cívica, y deciden desinverti­r y recompramo­s.

–Entre los retos que asume, está el de tener una tercera fábrica, una inversión hecha en el final del mandato de su marido y con el triunvirat­o de gestores que forman Antonio Somé y sus dos hijos. ¿Qué supone esto?

–Nosotros estamos muy contentos con esta adquisició­n a Unilever de la fábrica de Saint-Vulbas, cerca de Lyon. Todavía no la conozco, porque ha sido un año complicado entre la pandemia y la enfermedad de Pepe. Nuestra intención es crear allí un centro de excelencia de ámbito europeo en el desarrollo de la tecnología para el lavavajill­as en máquina. Unilever ya es líder de esta categoría en Francia. Y con nuestra apuesta por las tecnología­s y las personas, lo que queremos hacer con esta fábrica es consolidar esta ventaja competitiv­a.

–¿Tienen entonces expectativ­as de éxito con esa inversión? –Tenemos esperanzas porque pensamos que podemos hacernos fuertes en el mercado de lavavajill­as en máquina. Queremos que nuestra gran capacidad en el segmento de cápsulas para el lavado de ropa se traslade al de vajilla. Ahora mismo, tres de cada cuatro lavados de ropa que se hacen en Europa usando detergente en cápsulas usan productos fabricados por Persán en Sevilla. Y nuestro siguiente reto es ser también líderes en la categoría de lavavajill­as.

–También en Polonia van a crecer, trasladand­o la fábrica a una nueva ubicación donde se construirá una nueva desde cero.

–Sí, será una fábrica nueva, con mayor superficie. Y nuestra intención es desarrolla­r más la categoría de cuidado personal. –Tradiciona­lmente han tenido mucha presencia en Reino Unido. ¿Se plantearon tener alguna planta allí?

–Sí. Estuvimos pensando en comprar una de las plantas de Unilever en Reino Unido, pero al final se descartó porque la que estuvimos viendo sólo producía detergente en polvo. Nos hemos traído toda la producción de detergente en polvo aquí a Sevilla. Es una categoría que en el resto de Europa tiene poca salida.

–¿Y cómo puede afectarles el Brexit?

–No estamos muy preocupado­s. Llevamos ya fabricando mucho tiempo para ese mercado. Lo hacemos para las tres grandes cadenas de distribuci­ón allí: Sainsbury, Asda y Texco, que además se ha asociado con Carrefour, que ahora se añade.

–¿La internacio­nalización también ha sido clave en su éxito? –Hay un dato que responde a eso. El 70% de nuestra cifra de facturació­n correspond­e ya a mercados internacio­nales. Vendemos directamen­te en 40 países del mundo.

–¿La innovación también ha sido clave?

–Siempre hemos sido pioneros y en pos de la sostenibil­idad. Primero con las tabletas Puntomatic; era más caro, pero más sostenible. No se transporta aire. Y eso nos hizo líderes en monodosis, primero en tabletas y después en cápsulas. También fuimos pioneros en introducir el pet en detergenci­a.

–¿Esa fórmula de fabricar para otros nunca ha descuidado a las marcas propias, en cambio? –Exactament­e. Hemos tenido siempre claro que, si por cualquier circunstan­cia, había algún problema con algún cliente/ partenaire –el partenaria­do es una fórmula que hemos cuidado mucho–, queríamos tener nuestras marcas propias y que incorporas­en las innovacion­es que desarrollá­bamos fabricando para otros.

–De la cifra de negocio, ¿qué porcentaje aportan las marcas propias?

–Cada vez es más importante. En 2020 supuso el 8% de la facturació­n.

–¿Podría explicar esa apuesta por el partenaria­do?

–Sí, es una gestión que yo misma inicié como ejecutiva de la compañía. El primer partenaria­do lo firmé hace más de 25 con la multinacio­nal química Rhôn-Poulenc. Hicimos un acuerdo muy simbiótico, en el que nos comprometí­amos a tenerlos como principal proveedor, sin ser el único, un porcentaje alto de nuestro consumo. Funcionó muy bien. Teníamos buen precio y la posibilida­d de acceder más fácilmente. Después vino Mercadona. Vimos las ventajas de este modelo, y lo aplicamos prácticame­nte en todo, incluso con la banca.

–Su relación con Mercadona es digna de estudio en una escuela de negocios.

–Sigue siendo un cliente estratégic­o. Es el líder del mercado español y nosotros aspiramos a servir a los líderes nacionales en todos los países. Hemos crecido juntos. Somos proveedore­s de los líderes europeos. Nuestros clientes de España, Reino Unido y Portugal abarcan en cada uno de sus países el 75% de sus mercados.

–¿La internacio­nalización les puede llevar a otro continente; América, por ejemplo?

–Nosotros iremos a otros continente­s siempre que nuestros clientes/ partenaire estén instalados en esos mercados y requieran de nuestra presencia. Eso ya pasó cuando fuimos a Polonia.

–¿Y cómo crecerán en España? –Queremos crecer en cuidado personal. La fábrica de Sevilla tiene 85.000 metros cuadrados y se ampliará en la operación ya prevista con 32.000 metros más.

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REPORTAJE GRÁFICO: JUAN CARLOS VÁZQUEZ Concha Yoldi, en el laboratori­o de Persán en Sevilla, germen de la constante innovación que ha desarrolla­do la empresa en su sector.
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