La dieta mediterránea, en peligro cuando se ahorra en oro líquido
El aceite de oliva se usa menos en hospitales, colegios y residencias de mayores y estudiantes
El oro líquido –como se conoce al aceite de oliva por su color– se usa menos en hospitales, colegios y residencias de mayores y estudiantes según un estudio del sector; lo que desde los productores se atribuye a un intento de ahorrar costes pese a que ello conlleva una carencia en la dieta mediterránea como advierte una nutricionista.
Según la Interprofesional del Aceite de Oliva Español del aceite que empleó la restauración colectiva en España en 2019 solo el 25% fue de oliva frente al 31% que supuso en 2017, un descenso que se aleja de las recomendaciones de usar aceite de oliva como principal grasa para facilitar un estilo de vida cardiosaludable. La profesora de Farmacología en la Universidad de Málaga y diplomada en Nutrición humana y Dietética Nuria García-Agua ha asegurado que el presupuesto de las empresas adjudicatarias de esos servicios no es “en muchas ocasiones” el que debería ser.
Explica que si hay que consumir una determinada cantidad de grasas, no son lo mismo unas galletas que tengan grasas saturadas que una tostada de pan con aceite; señala que es muy habitual ver en los hospitales galletas, mantequillas o mermeladas, productos que ella pone en cuestión, y diferencia entre una dieta equilibrada y la considerada saludable.
Por su parte, el director nacional de ventas de Dcoop –principal productor mundial de aceite de oliva–, Antonio Guzmán, ha explicado que la realidad de la restauración colectiva es que el consumo de este aceite, especialmente el “virgen extra”, es muy reducido debido a que se “se busca siempre el menor coste posible”.
Guzmán ha recordado que en 2020 les fue “muy bien” en la distribución en supermercados, pero que ese crecimiento no se reflejó en el servicio de comidas a colectividades, y esgrime que las empresas tienen contratos cerrados con los que intentan lograr rentabilidad abaratando costes.