María Ruiz, una veterana de
● La malagueña cuenta cómo inició su carrera en Almáchar y llegó a la élite a través del Málaga Femenino
Con 20 años María Ruiz ha vivido en el fútbol lo que otros no hacen en toda su carrera. Una montaña rusa de emociones para uno de los grandes talentos del fútbol femenino malagueño. Ahora madura el trago amargo que le tocó esta temporada, donde descendió con el Málaga. Una herida más profunda por el sentimiento malaguista de la de Almáchar, que lleva más de un lustro de blanquiazul.
“Desde pequeña veía muchos partidos del Málaga Femenino, mi sueño era llegar aquí. Llegué en cadete y quería llegar al primer equipo. Con trabajo y esfuerzo mi sueño se cumplió. Al Málaga siempre le estaré muy agradecida”, cuenta la atacante, que detalla cómo fue ese amor a primera vista: “Fui a ver un partido y me encantó la manera de jugar, cómo trataban a las jugadoras, la dedicación por el fútbol y mi sueño era jugar en el equipo de mi tierra y aportar ese granito de arena”.
No hizo méritos el club de Martiricos en un curso convulso para mantenerse en la liga Reto Iberdrola, segunda categoría. “La temporada ha sido muy atípica por el tema COVID. Tuvimos varios confinamientos y fue duro, muy diferente, No pudo ser la permanencia y no pudo ser. Hay que trabajar duro”, asegura la canterana blanquiazul, que mira hacia adelante: “No es excusa, los resultados no se dieron. Trabajamos duro, entrenamos a tope y competimos al máximo. Por desgracia salió así. Volveremos más fuertes y el Málaga volverá donde se merece”.
Su nombre ya forma parte de la historia del Málaga Femenino. Fue la autora del gol que que valió el ascenso a l a élite. “El año de Primera fue una temporada dura porque veníamos de Segunda. La diferencia era muy grande. En Segunda metíamos 10-0 y en Primera se nota el físico, la táctica, el compromiso. Se notaba muchísimo. Al final también es experiencia. Ese año fue de aprendizaje sobre todo de saber que es el futuro y que hay que trabajar mucho. Ojalá pronto se cumpla ese sueño”, admite sobre la experiencia en la élite, donde terminó de confirmar que lo suyo era darle patadas a un balón: “Totalmente. Me di cuenta realmente el esfuerzo que se necesita para llegar ahí, lo que tienes que sacrificar con familia y amigos... Tienes que dejar muchas cosas al lado y dedicarte al 100%”.
Pese a su edad, en esa campaña portó el brazalete. “No me lo imaginaba. Me dieron la oportunidad de ser capitana en Primera y no me lo esperaba. Lo único que podía agradecer era esforzarme al máximo y disfrutar”, afirma María Ruiz, de las pocas jugadoras de la provincia internacionales con España (en su caso con la sub 19): “Ese momento pensaba que nunca iba a llegar, para cualquier jugadora es muy bonito, super especial. No me lo esperaba. Hemos trabajado y da sus frutos. Una vez me convocaron, entrené y disfruté como una niña pequeña”.
De la cima a los inicios. ¿Cómo empezó? “En alevín con niños, yo era la única niña. Soy muy competitiva y siempre quería ganar. Tengo un recuerdo bonito, disfrutaba muchísimo. No tuve ningún problema, me trataron super bien. Siempre dije que hay que pensar de donde se viene. A día de hoy sigo pensando que hay que disfrutar como si estuvieras en el barrio. Tengo un maravilloso recuerdo”, relata la futbolista, que participaba en la Liga Educativa de fútbol en la escuela de Almáchar organizada por la Diputación de Málaga: “Yo jugaba en alevín y me podían subir a benjamín e infantil. Yo quería jugarlo todo. Hay jugadores que no pueden bajar. Yo quería jugarlo todo. Cuando me cambiaba yo me enfadaba porque quería jugarlo todo. Era un poco egoísta, era muy competitiva”.
Una competición impulsada por la entidad provincial que, como a muchas otras, le abrió las puertas a cumplir su sueño. “Realmente no me daba cuenta, pero algunos padres hablaban con los míos de que tenía capacidad y era una jugadora buena. En segundo año de cadete dos entrenadores del Vélez vinieron a hablar con mis padres. Nunca pensé en irme porque soy muy de casa. Me fui y fue una de las máximas goleadoras de ese año y super contenta”, termina la malagueña. Un camino que le terminó llevando al Málaga Femenino, donde ahora es pieza clave.