La OFM programa más de setenta conciertos en cinco ciclos
● La orquesta diseña para el próximo curso un órdago con más de setenta conciertos en cinco ciclos, con especial atención a compositores vivos y con el patrocinio de la Fundación La Caixa
Para no andarse por las ramas, el director titular de la Orquesta Filarmónica de Málaga, José María Moreno, decidió ir directo al grano: la programación de la formación para la temporada 2021 / 2022 está “a la altura de cualquier gran capital europea”, en cantidad, calidad y en una “apabullante diversidad”. Lo cierto es que, con el contenido del programa en la mano, cuesta negarle la razón. Cualquier amante de la música sinfónica o de cámara, barroca, clásica, romántica o contemporánea, encontrará citas de interés en el cartel armado, presentado ayer en el Ayuntamiento con la presencia del alcalde, Francisco de la Torre; la secretaria general de Innovación Cultural y Museos de la Junta de Andalucía, Mar Sánchez Estrella; la concejal de Cultura, Noelia Losada; el gerente de la OFM, Juan Carlos Ramírez; el director de Málaga Procultura, Juan Antonio Vigar; y el responsable de la Fundación La Caixa en Andalucía, Ceuta y Melilla, Juan Carlos Barroso, además del citado Moreno, quien, en su exposición de la programación, mostró un entusiasmo similar al que exhibe en cada concierto en la tarima. Y, conviene insistir, no sin motivos: respecto a la sangría sufrida en las dos últimas temporadas a cuenta de la pandemia con temporadas
canceladas, aplazamientos, una reducción drástica de aforos, incomodidades diversas para espectadores y músicos y la más agónica de las incertidumbres, esta nueva programación llega bendecida como una ocasión para la vuelta a la normalidad por todo lo alto, a favor del mayor lucimiento de la OFM y de todas las demás formaciones implicadas. El menú presenta más de setenta actuaciones distribuidas en cinco ciclos con algunos nombres fundamentales del ecosistema propio de la música clásica en España, ya sean directores invitados, solistas y formaciones de cámara. Todo un festín que demuestra que la música también es una cuestión capital en Málaga y que la ausencia del Auditorio constituye una anomalía aún más inexplicable. Animaba Francisco de la Torre a la orquesta a aumentar el número de abonados con tal de ganar argumentos más contundentes al respecto, pero cabe afirmar que, con el mayor recuento de abonos de todas las orquestas andaluzas, tanto la OFM como la ciudad de Málaga han hecho ya su trabajo. Corresponde a las administraciones, por lo tanto, terminar el suyo.
De muestra, un botón de la mano, precisamente, de la temporada de abono, que presentará en el Teatro Cervantes nada menos que treinta conciertos consagrados al gran repertorio sinfónico: “Después de haber tenido que trabajar con plantillas reducidas para garantizar las distancias en el escenario, apostamos ahora por el gran formato y por plantillas grandes”, explicó Moreno. Como declaración de intenciones, el primer programa presentará el 16 y 17 de septiembre la Quinta de Mahler, a modo de presentación ante el público de la grabación con la que la OFM celebró su trigésimo aniversario; y más adelante el público podrá disfrutar también de la Primera Sinfonía, con la que hace una década celebró la Filarmónica sus primeros veinte años de música. Este envite sinfónico contará con aliados como Haydn, Beethoven, Tchaikovsky, Dvorak, Bruckner, Schubert, Sibelius o Brahms, además de apóstoles de la música española como Falla y Turina y, lo que resulta especialmente interesante, compositores vivos como Gabriel Bussi, Lowell Liebermann y el estadounidense Daniel Forrest, cuyo estremecedor Requiem for the living sonará en el Concierto de Navidad el 16 y 17 de diciembre. Moreno incidió especialmente en la programación de estas obras como una de las “señas de distinción” de la OFM en el contexto del panorama sinfónico nacional. Más aún, la orquesta interpretará dentro de la temporada de abono de tres estrenos absolutos firmados respectivamente por los compositores malagueños Alejandro Cano y Diana Pérez y la almeriense Pilar Miralles. Además de José María Moreno, brindarán su batuta como directores invitados Darrel Ang, Pablo González, Manuel Coves, Josep Caballé, Ramón Tebar, Salvador Vázquez y Joana Carneiro. Entre los solistas convocados destacan las violinistas Clara-Jumi Kang y Esther Yoo, los pianistas Víctor del Valle y Antonio Ortiz, la violista Isabel Villanueva, los violonchelistas Gabriel Ureña y Asier Polo, el trombonista Ximo Vicedo, el arpista José Antonio Domené y el flautista Jorge Francés, mientras que la aportación vocal contará con cuatro coros: la Coral Cármina Nova, el Coro de Ópera de Málaga, el Coro del Teatro Villamarta y, por primera vez, el Coro del Conservartorio Superior de Música de Málaga.
En cuanto al resto de escaparates, merece especial atención el Ciclo de Cámara, que celebrará su decimoquinta edición en su atalaya habitual del Museo Picasso el 28 de septiembre nada menos que con el Cuarteto Casals, que interpretará obras de Mozart, Shostakovich, Mendelssohn y Beethoven
José María Moreno
Director titular de la OFM
La nueva programación de la orquesta está a la altura de cualquier gran capital europea”
(por los nueve conciertos siguientes desfilarán músicos del calibre de la soprano Berna Perles, el violinista Jesús Reina y el pianista Josu de Solaun. Otra edición redonda es la del ciclo La Filarmónica Frente al Mar, la décima, que presenta un programa harto interesante en el Auditorio Edgar Neville con directores invitados como Victor Eloy López, Tomàs Grau, Alejandro de Palma y Francisco Valero-Terribas (además del titular, José María Moreno, que dirigirá el concierto de apertura el 8 de octubre) y repertorios no menos eclécticos con partituras de Schumann, Beethoven, Brahms, Bruckner y Piazzolla en los atriles. El ciclo Las Mañanas del Museo de Málaga vuelve en su cuarta edición al Palacio de la Aduana con doce conciertos a partir del 16 de septiembre a cargo de formaciones invitadas como el Teatro Lírico Andaluz, Quivir Ensemble, Ars Vocal Ensemble, Málaga Camerata, Giralda Brass y la Academia Ivan Galamian, con lo que pasarán por el escenario más de trescientos jóvenes cantantes e instrumentistas. Respecto al ciclo Los Jardines de la Térmica, ya anun
ciado, la Filarmónica amplía su participación ya este verano, a modo de preludio de la temporada, junto a Daniel Casares (25 y 26 de junio), el José Carra Trío (1 y 2 de julio) y el programa Tango Sinfónico con la dirección de Salvador Vázquez (8 y 9 de julio). Y, ya que del recién nacido verano hablamos, tampoco conviene olvidar el concierto gratuito y al aire libre que la misma OFM ofrecerá el próximo 15 de julio en la plaza del Santuario de la Victoria, con un repertorio de música de cine y la dirección, de nuevo, de José María Moreno.
Mención aparte merece la sexta promoción de la Joven Orquesta Barroca de Andalucía, que celebrará sus cuatro encuentros con sus correspondientes conciertos en La Térmica en septiembre, diciembre, mayo y julio. Y la merece porque la JOBA gana para la causa a partir de la próxima temporada el patrocinio de la Fundación La Caixa, que también hará lo propio en el concierto extraordinario que celebrará la Filarmónica en la Catedral el próximo 22 de diciembre (en clara recuperación de la costumbre navideña) con obras de Iribarren y Vivaldi. La OFM incorpora así un cable más que oportuno para su financiación, añadido así al patronato compartido por el Ayuntamiento de Málaga y la Junta de Andalucía. Recordó además José María Moreno que la Filarmónica es la orquesta titular de la temporada lírica del Teatro Cervantes de Málaga y el Teatro Villamarta de jerez, y anunció además que la formación volverá a ofrecer conciertos fuera de la provincia de Málaga el próximo curso tras el parón impuesto por la pandemia, con fechas ya confirmadas en Cádiz, Jerez y Santander. Más aún, el director titular anunció que hay un proyecto ya en firme para que la OFM recupere su agenda internacional de conciertos, una cuestión ausente desde los años de Alexander Rahbari.
En cuanto a los nuevos abonos, Juan Carlos Ramírez señaló que se mantendrán los precios de las últimas temporadas, si bien el Teatro Cervantes esperará a mediados de julio para lanzar la nueva campaña “a la espera de ver cómo evoluciona la normativa sanitaria y con qué aforo podremos contar finalmente”. La Filarmónica vuelve, pues, a lo grande y con semejante desquite. Aunque tal vez el mayor motivo de celebración sea que nunca se haya ido. Nadie dijo que iba a ser fácil, pero Málaga puede darse por reconocida como ciudad de la música.
La Filarmónica baraja ya una nueva agenda internacional de conciertos