Malaga Hoy

Unos octavos de final de lo más apetitosos

● El Estadio de la Cartuja acogerá el partido entre Bélgica y Portugal, uno de los grandes favoritos y el campeón ● El Inglaterra-Alemania en Wembley promete emociones fuertes

- José Antonio Pascual (Efe)

Inglaterra-Alemania y BélgicaPor­tugal se presentan como los encuentros estelares de los octavos de final de la Eurocopa 2020, en la que siguen en liza los grandes favoritos y los principale­s aspirantes tras pasar, algunos de ellos, notables apuros.

Sin ir más lejos, germanos y lusos, defensores del título, estuvieron eliminados durante algunos minutos de la última jornada; Croacia, subcampeon­a del mundo, también lo estuvo al descanso del segundo encuentro ante la República Checa, y tuvo que esperar al último para, con un triunfo ante Escocia, certificar su clasificac­ión, algo parecido a lo que le pasó a su rival, España, que lo logró con una goleada sobre Eslovaquia.

La historia señala el choque de Wembley del martes entre Inglaterra y Alemania como el gran centro de atención de esta ronda de octavos. El templo del fútbol inglés albergará un duelo con sabor siempre especial.

Inglaterra ha encabezado su grupo sin alardes pero sin grandes problemas. Aunque su defensa parece no ofrecer las mayores garantías es una de las dos imbatidas del torneo, junto a Italia, y dos goles de Raheem Sterling, uno ante Croacia y otro ante República Checa, le han permitido progresar.

Gareth Southgate presenta un nutrido grupo de jóvenes realidades del fútbol inglés con dosis de veteranía que encabeza un aún inédito Harry Kane, que tratará de reivindica­rse ante la armada de Alemania, cuyo paso por el grupo de la muerte ha sido mucho más tortuoso.

Tras caer ante Francia, renació frente a Portugal y en el último

choque contra Hungría rozó la tragedia. Tan sólo un gol al final de Leon Goretzka le permitió salvar el 2-2 y la clasificac­ión como segunda del grupo por mejor diferencia respecto a Portugal, que se encontrará el domingo en el Estadio de la Cartuja sevillano con otra de las grandes favoritas, Bélgica, que cuenta sus partidos por victorias.

El conjunto de Roberto Martínez ha conseguido que su gran figura, Kevin de Bruyne, que se lesionó en un choque con el germano Antonio Rudiger en la final de la Liga de Campeones, esté ya en perfectas condicione­s. Eden Hazard también progresa adecuadame­nte. Están ratificand­o los diablos rojos su condición de aspirantes y su sueño es que esta Eurocopa sea la del salto definitivo a la lucha por un gran título, algo que no logran desde que alcanzaron la final de la edición de Italia 1980.

La selección lusa sobrevivió también con cierta zozobra en el grupo de la muerte para seguir defendiend­o su corona. Su inicio esperanzad­or ante Hungría sufrió un apagón con la clara derrota contra Alemania, pero los retoques que hizo Fernando Santos en el once para el último partido contra Francia le dieron sus frutos y el empate los metió en la fase de eliminator­ias.

El 2-2 del Puskás Arénas le reportó a Francia, la campeona del mundo, un cruce a priori más asequible. Aunque Suiza tiene más fútbol de lo que se parece y se supone se está encargando en los últimos tiempos de demostrar que es una selección competitiv­a. No obstante, tiene que romper barreras en los momentos de la verdad.

Tras sobrevivir en el alambre y acabar con el sufrimient­o en sus últimos partidos ante Escocia y Eslovaquia, Croacia y España se encontrará­n en el Parken de Copenhague con Luka Modric y Sergio Busquets, un duelo que se ha repetido tantas veces en las competicio­nes españolas en los clásicos, al mando de las acciones.

Ambos se conocen bien, han coincidido últimament­e en varias ocasiones y se presenta un encuentro difícil para los dos equipos. España, la reina de la posesión y del pase, descorchó el cava del gol por fin ante Eslovaquia, y los Modric, Perisic y compañía acabaron con las dudas de los ajedrezado­s.

La República Checa, abanderada por el artillero Patrik Schick, ha dado buenas vibracione­s para pasar como tercera y retar ahora a Países Bajos, máxima goleadora de la primera fase con ocho tantos, con uno más que Italia, la que mejores sensacione­s ha dejado, que se enfrentará a Austria tras lograr los centroeuro­peos superar por primera vez en su historia la fase de grupos.

El fútbol europeo parece haber recuperado a neerlandes­es e italianos tras quedarse fuera de las anteriores grandes competicio­nes, principalm­ente el Mundial de Rusia, pero lo deben refrendar en estos partidos a vida o muerte.

Los octavos se abrirán el sábado a partir de las 18:00 en el Johan Cruyff Arena de Amsterdam con el encuentro entre País de Gales y Dinamarca, y se cerrarán el martes en Hampden Park (Glasgow) a partir de las 21:00 con el partido Suecia-Ucrania.

Gareth Bale y Aaron Ramsey son las figuras de los dragones galeses, cuya principal virtud, no obstante, es el bloque y el saber a qué deben jugar, conocedore­s de sus virtudes y limitacion­es, y sueñan con repetir el éxito de 2016, cuando se convirtier­on en la gran revelación al llegar hasta la semifinal.

Dinamarca, reflotada en el último encuentro tras superar el shock del problema médico de Christian Eriksen, está en disposició­n de confirmar los pronóstico­s de ser esta vez la revelación.

Suecia, a la postre primera del Grupo E por delante de España gracias a un gol en la prolongaci­ón de Viktor Claesson ante Polonia, sigue siendo un cuadro rocoso, como demostró en el Mundial de Rusia –alcanzó los cuartos de final– y peligroso en ataque, pero tendrá que tener mucho cuidado ante Ucrania, que visitará los octavos por vez primera al ser la cuarta mejor tercera de grupos.

Oleksandr Zinchenko, Ruslan Malinovsky­i, Andriy Yarmolenko y Roman Yaremchuk, pero sobre todo la ambición que ha insuflado el técnico Andriy Shevchenko, una figura del fútbol mundial, anuncian batalla en Glasgow.

Gales, Dinamarca, Suecia y Ucrania lucharán por dos puestos en los cuartos

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