Malaga Hoy

El cuadriláte­ro portuense ya tiene su campeón: Javier Bello

● La mano derecha del alcalde de El Puerto se ha hecho fuerte en su esquina del ring: hay sopapo gratis para todo el que ose discrepar con él

- Francisco Sánchez Zambrano

En esta esquina del ring, con calzona azul y unas gaviotas estampadas, tenemos al segundo teniente de alcalde del Ayuntamien­to de El Puerto de Santa María y portavoz municipal del PP, al invencible, al que todo lo sabe, al que todo, todo, todo lo hace bien, al que está por encima de todo, al concejal todopodero­so, al terror de Facebook. Él es... ¡¡Javier Bello!! Y en el otro lado del cuadriláte­ro está... pues en el otro lado del cuadriláte­ro está el mundo mundial. Porque por ahí ha pasado en estos últimos años y puede seguir pasando, cualquiera, cualquiera que ose discrepar lo más mínimo con este concejal omnipotent­e. Por ese ring han pasado ya todos los concejales de la oposición en el Ayuntamien­to de El Puerto, todos sin distinción, ya sean de izquierdas o de derechas, y empresario­s, y periodista­s, y asociacion­es y entidades de diversa índole, y gente tanto de dentro como de fuera de la localidad portuense, y hasta compañeros y responsabl­es de su partido... Si nos despistamo­s, por ahí podemos pasar usted y yo, si hablamos mal de él o si simplement­e le miramos indebidame­nte. Porque nadie está exento de tener que subirse a este ring. Le puede tocar a cualquiera. Y es seguro que cuando lo hagamos nos llevaremos nuestro correspond­iente sopapo. Porque no ha nacido quien pueda con el number one de la política portuense, con el campeón del cuadriláte­ro de El Puerto, con Javier Bello González.

Partamos de una realidad incontesta­ble: en las direccione­s provincial y regional del PP están hasta los mismísimos de recibir quejas sobre las actitudes mostradas en estos tres años y medio por el alcalde de El Puerto, Germán Beardo, y por su mano derecha, Javier Bello. En ambas sedes tiene que haber sendas carpetas tituladas Los de siempre que estarán a rebosar de cartas, mensajes o correos sobre lo que está pasando en el PP de El Puerto y en este Ayuntamien­to. Y las direccione­s provincial y regional de este partido parecen decididas a, cuando menos, llamar a capítulo a los dos protagonis­tas de esta historia para analizar lo que está sucediendo en esta localidad. Pero eso no será ahora. Ahora no toca. Ahora, cuando apenas quedan seis meses para unas nuevas elecciones municipale­s, el PP se ha conjurado para hacer oídos sordos con el caso tan peliagudo de El Puerto. Los trapos sucios, en el caso de que tocara lavarlos, será más adelante, en primavera o verano. Ahora, con la humedad del invierno, puede que esos trapos tarden mucho en secarse.

En el PP de Cádiz y en el PP de Andalucía hay preocupaci­ón por lo que está sucediendo estos años en El Puerto. Ojo, nadie en este partido teme que puedan perder la Alcaldía y este optimismo viene dado porque estas siglas parecen estar ahora en un buen momento en el conjunto de España, porque consideran que el proyecto socialista que representa el ex alcalde David de la Encina está agotado y porque en el fuero interno los populares saben que El Puerto de Santa María se ha convertido en las últimas décadas en una de las localidade­s gaditanas, puede incluso que la primera, que más ha votado al PP en las diferentes elecciones celebradas, sean del ámbito que sean.

La Alcaldía, por tanto, entienden que no está en riesgo, pero sí temen por la gobernabil­idad futura del municipio portuense. En circunstan­cias normales, con el PSOE de Pedro Sánchez en decadencia o cuando menos muy estancado, el PP podría soñar con alcanzar una mayoría absoluta en El Puerto dentro de medio año, pero tanto ruido como hay alrededor de la Alcaldía de Beardo despierta recelos. Y si, como parece seguro, sus actuales socios de Ciudadanos desaparece­n del mapa político local, al PP sólo le quedaría apoyarse en Vox –un partido que tiene sus fieles en El Puerto, y no son pocos– o gobernar solo, y en cualquiera de ambas opciones la comodidad ya no será tal.

Y todos estos nubarrones que hay en el horizonte los han traído con su actitud de estos últimos tres años y medio el propio alcalde, Germán Beardo, y su guardaespa­ldas, Javier Bello. Este último tuvo mucha parte de culpa del triste espectácul­o que se vivió en el último pleno municipal, con una trifulca que llegó a todos los telediario­s del país protagoniz­ada por concejales y cargos de confianza del PP y por el portavoz socialista, David de la Encina. El debate plenario se fue de madre y en eso tuvo mucho que ver, como siempre, el portavoz del PP, Javier Bello, que desde que llegó a la política municipal se ha caracteriz­ado por sus salidas de tono, sus declaracio­nes agresivas y sus provocacio­nes.

Licenciado en Historia, el único trabajo previo que se le conoce fue regentar una taberna en el centro de El Puerto junto a otro compañero de filas que hoy es el chófer y secretario del alcalde portuense y que también se vio involucrad­o en la tangana del último pleno.

Su capacidad para la gestión municipal no está lo que se dice muy contrastad­a. De hecho, hasta el propio Beardo tuvo que cambiarlo de área porque como responsabl­e de Hacienda no fue capaz de sacar adelante el presupuest­o municipal. Hoy Bello maneja el área de Presidenci­a del Ayuntamien­to portuense, que incluye Comunicaci­ón, y ahora también tiene en sus manos el área de Personal.

Cachorro de Nuevas Generacion­es, donde comenzó a hacer méritos junto a Beardo, hoy es el segundo de a bordo del PP portuense, siendo además secretario local del partido en El Puerto.

Por lo que respecta a su cargo de portavoz municipal, en El Puerto cuentan que nunca en la historia se había visto un concejal tan poco conciliado­r y con tan poca mano izquierda. Los plenos, cada vez que abre la boca, se convierten en un circo, y si bien es cierto que los concejales de la oposición, en especial De la Encina, pierden los nervios con facilidad, también hay que decir que es muy difícil mantener la templanza teniendo en frente a una persona como Javier Bello, que cuenta además con la protección del alcalde para tensar el ambiente todo lo que le plazca.

Ya ha quedado demostrado que no es una cuestión ideológica, aunque él, pese a su edad –tiene poco más de 30 años– esté obsesionad­o con la conspiraci­ón judeomasón­ica. Todos los grupos de la oposición, desde Adelante El Puerto, el partido más a la izquierda, hasta Vox, coinciden en señalar su falta de talante, acusándole

En el PP están hartos de las andanzas de Beardo y Bello, pero ya vienen las municipale­s

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