Otra vuelta de tuerca de los Carmen Mola
● Alfaguara ha publicado ‘Las madres’, cuarta entrega de la saga iniciada con ‘La novia gitana’ y en la que Elena Blanca sigue combatiendo el mal
LA irrupción de Carmen Mola con La novia gitana ha sido uno de los mayores acontecimientos literarios en nuestro país en los últimos años. Una excelente campaña mediática, guiada por la mano experta de los profesionales de Alfaguara, y, lo más importante, el boca a boca entre lectores ávidos de contagiar su pasión por la inspectora Elena Blanco, convirtieron a la primera novela de la saga en un superventas que todavía hoy, cuatro años después, sigue muy presente en las estanterías de todas las librerías. Tras otros dos libros ( La red púrpura y La nena), los Carmen Mola decidieron sacudirse el pseudónimo que les había acompañado y ya como Antonio Mercero, Agustín Martínez y Jorge Díaz recogieron el premio Planeta que se les concedió por La bestia, novela que nada tiene que ver con el universo de la brigada policial que dirige Blanco.
Pero su legión de seguidores deseaban conocer cómo avanzaba la vida de los policías tras encontrarse con una pandilla de lunáticos en la tercera entrega de la saga. Y de esta cuarta aventura es de la que, ya sin más preámbulos, vamos a hablar. Lo primero que hay que decir es que, a diferencia de las anteriores, en esta ocasión los autores han concedido al hilo argumental un ritmo ascendente. No quiere decir esto que Las madres no atrape desde las primeras páginas, como ocurría sin ir más lejos con La novia gitana, sino que la estructura de la novela es más reposada en sus primeros compases hasta que alcanza la velocidad de crucero a la que estos tres magos del suspense y la acción nos tienen acostumbrados.
El denominador común de toda la saga es el rapto siendo un niño del hijo de la inspectora Blanco, que le ha atormentado desde entonces. Pero la violencia contra las mujeres también está muy presente en toda la colección. A veces con escenas muy duras, sobre todo las que protagoniza Chesca tras su secuestro, pero los autores no escatiman en detalles por más que sean complicados de digerir.
En esta cuarta entrega, la inspectora Elena Blanco atraviesa el depósito de una grúa municipal hasta llegar a una vieja furgoneta de donde sale un olor putrefacto. Dentro está el cadáver de un hombre con un burdo costurón que asciende del pubis al abdomen. Los primeros resultados de la autopsia aclaran que a este toxicómano le arrancaron varios órganos y en su lugar colocaron un feto. Los análisis de ADN revelan que se trata de su hijo biológico. A los pocos días, aparece en la zona portuaria de A Coruña el cuerpo de un asesor fiscal que ha sido asesinado con el mismo modus operandi. ¿Qué relación existe entre ambas víctimas? ¿Y dónde están las madres de los bebés? Se abre así una investigación para la Brigada de Análisis de Casos. Mientras la relación entre Elena y su compañero Zárate se hace cada vez más complicada, todos los indicios los acercarán a una misteriosa organización a la que nadie parece poder acercarse sin morir.
LA NOVEDAD
La novedad que vamos a recomendar esta semana ha sido editada por Tusquets y, aunque no es como tal una novela negra, nos permite conocer un poco más la vida de Agatha Christie, una de las grandes damas de la novela de suspense de toda la historia. El libro lleva por título Ven y dime como vives, y está escrito por la autora británica. Casada con el prestigioso arqueólogo británico Max Mallowan, Agatha Christie tuvo la oportunidad de recorrer, en los años treinta del pasado siglo, todo Oriente Medio acompañando a su esposo en diversas campañas de excavaciones arqueológicas en Siria e Irak. Como dice la propia autora, esta obra es la respuesta a las innumerables preguntas que sus amistades y conocidos le hacían acerca del tipo de vida que el matrimonio llevaba en esos extraños parajes. Las peripecias y dificultades que este grupo de occidentales afronta estoicamente, al tiempo que la enriquecedora convivencia con los nativos, son narradas por la gran escritora con toda la agudeza propia de la hipercivilizada Gran Bretaña. Glamour, aventuras en escenarios exóticos —que esta autora incorporó en algunas de sus más célebres novelas como, por ejemplo Muerte en el Nilo—, ingentes cantidades de té e insuperable humor inglés se conjugan en este inolvidable fresco del mundo de entreguerras.
‘Ven y dime como vives’, Agatha Christie en su hábitat
Después de rodar su icónica Pulp Fiction, Quentin Tarantino se enfrascó en un nuevo proyecto, quizá el menos estridente de su carrera, y que puede que por eso no causó el revuelo habitual. Hablamos de Jackie Brown, película rodada en 1997 y que cuenta con un reparto de lujo, con Samuel L. Jackson, Robert De Niro, Robert Forster, Bridget Fonda o Michael Keaton entre otros. El film narra las aventuras de Jackie Brown (Pam Grier), una azafata de vuelo en apuros económicos que hace de correo para Robbie, un mafioso al que la Policía sigue los pasos desde hace tiempo. En una de sus operaciones Jackie es detenida en la aduana y acusada de tráfico de drogas y evasión de capital. Solo le queda una salida para evitar la cárcel: colaborar con las fuerzas de seguridad para hacerles llegar hasta el lugar donde se encuentra Robbie. Quizá estamos ante la película menos Tarantaniana de su carrera.