La pequeña ciudad Davis
● Ramón Bigordà, responsable de logística de Kosmos, empresa que organiza el evento, explica cómo se ha construido toda la estructura, con 5.000 personas interviniendo
La metamorfosis del Martín Carpena para acoger las finales de la Copa Davis no se limita al importante lavado de cara de la instalación malagueña, que tiene ya 23 años pero que sigue con vigor para albergar desde una gala de los Goya a conciertos de todo tipo más allá del hilo conductor, que es los partidos del Unicaja. Son más llamativas aún las estructuras exteriores temporales que se han construido y que se rematan en estas horas para que estén a plano funcionamiento desde el martes para vivir el primer día de competición. Tanto en la explanada principal, como en la hondonada donde están las caravanas y en el parking del Ciudad de Málaga han aparecido distintas construcciones que llaman la atención en los último días.
Ramón Bigordà es el responsable de logística de Kosmos, empresa organizadora. Tiene una amplia experiencia en organización de grandes eventos y es el encargado de que todo esté en su sitio. El equipo con el que se trabaja es de una dimensión enorme, casi 5.000 personas intervienen de una u otra forma en que todo esté en orden. Bigordà explica que “si dividimos por colectivos podemos ser unos 60-70 de partida con Kosmos, pero podemos llegar a 100 en este periodo. Respecto al personal de montaje para construir todas las estructuras necesarias, son entre 3.500 y 4.000 a lo largo de estas semanas. Y después tenemos la operativa, todas las personas de seguridad, conductores, responsables de acreditación, acomodadores, oficinas, limpieza, voluntarios, taquillas... Son otras 500 personas para que todo funcione correctamente. Un hándicap que tenemos en el tenis es que no sabes cuánto dura la jornada, puede durar 5 horas o 10, entonces tenemos que tener flexibilidad y gente disponible”, señala el responsable de Kosmos, que recalca que “El personal es muy importante, puedes tener todo listo, pero si no tienes quien valide las entradas o abra las puertas... Hay mucho personal temporal de eventos, se recluta gente local, de Málaga en este caso. Todo el mundo habla del retorno en dinero que hay para los hoteles o bares, pero también hay bastante en la gente que trabaja en el evento, que en gran porcentaje es de Málaga”.
“Con la Copa Davis sabemos las necesidades de espacio que tenemos. Para conceder una sede no sólo hay que mirar el pabellón. Lo digo alegremente, es casi lo menos complicado, porque tiene grada, vestuarios, pista... Lo básico. Pero después hay una necesidades de televisión, prensa, para jugadores, pistas anexas de entreno, zonas VIP, aparcamientos... El plano de los aledaños es tan importante como el interior. Una vez ahí, vemos lo que nos cabe dentro y lo que hay que ocupar de fuera. Si bloqueamos los parkings para otro uso, como ahora, hay que pensar también dónde se aparca. Entonces es un puzle”, razona Bigordà: “El Palacio tiene departamentos con un uso ya estable, pero todo lo que hemos podido usar, amablemente nos han retirado y nos han dejado su casa. Todo va encajadísimo, las zonas polivalentes o el gimnasio se han reconvertido en lugares de prensa o restaurantes”.
Respecto a la estructuras externas, Bigordá recita con precisión cómo se han distribuido las distintas zonas según las necesidades. “En el parking del estadio de atletismo va una carpa VIP, con capacidad para 1.000 personas. Aparte de la instalación en sí tiene cocina, aire acondicionado, electricidad, tomas de agua y luz, hay una trastienda amplia detrás”, señala, mientras que en el parking de caravanas, entre el Palacio, la zona del Hospital Quirón y el parque comercial, hay “tres partes. Están las dos pistas de entrenamiento [se llaman Caminito del Rey y Balcón de Europa], se intenta reproducir de la manera más exacta las condiciones de la principal, aunque no siempre se puede. Sobre la base de un 40x40 metros se forma una estructura en forma de iglú. Después hay una zona para las familias de jugadores, para que puedan reunirse con ellos. Una zona de comedor para jugadores, separado para los equipos. También una cocina que da de comer a la organización, unas 400 personas al día, más el servicio a los jugadores. Tuvimos que apretarnos un poco porque había que dejar hueco para los VIPS o quien viene a trabajar para aparcar. Nos queda a la izquierda, en el otro fondo. Allí está el centro internacional de TV, las oficinas de producción televisiva. Y en la explanada principal de la entrada está la Fan Zone, la idea fue crear un trust para que esté integrado como parte de la instalación prin
Responsable de Logística cipal. Allí habrá barras de alimentación, bebidas, un escenario para dar ambiente, stands tanto de las distintas instituciones como de los patrocinadores privados, tienda de merchandising y una pequeña clínica que creamos para cubrir cualquier eventualidad que pueda cubrir porque vienen 10.000 personas cada día”.
Las visitas a Málaga desde que se confirmó que el Carpena organizaría el evento han sido continuadas desde la ITF y Kosmos para perfilar todo el entramado. “Por más que vengas te cambian las ideas, esto que pensabas que iría bien aquí, lo dibujas muy bien, pero al final queda mejor allí, es como cuando decoras un piso. Pero hay un trabajo grande detrás de planificación. En Málaga estamos muy bien, hasta que empezó un poco más de frío y la lluvia se agradecía porque es mejor montar en buenas condiciones las instalaciones, contentos. El Carpena está bien preparado, se ha puesto mucha predisposición desde todos sitios, cumple los requisitos y nos gusta que podamos venir también el año que viene”, remata Ramón Bigordà, el cerebro para que todo esté en su sitio alrededor de esta Copa Davis de Málaga.
Ramón Bigordà
La operativa de gente que trabaja en el evento es en gran porcentaje de Málaga”