Malaga Hoy

“UN DIA VENDRÁ EN QUE NO HAYA OTROS CAMPOS DE BATALLA...”

- ▼ GUMERSINDO RUIZ

LA necesidad de vender fuera, pues aunque el turismo sea una forma de exportació­n tiene como límite la sostenibil­idad de nuestras ciudades, se ha visto en el interés por el XII Foro empresaria­l España-EEUU”, organizado por la Cámara de Comercio de Málaga, donde su presidente, Sergio Cuberos, y el de la SpainUS Chamber, antiguo embajador en España, Alan D. Solomont, señalaron que la exportació­n es un objetivo estratégic­o fundamenta­l casi para cualquier empresa. Y, como destacó Rafael Fuentes, del ICEX, fuera de la Unión Europea es Estados Unidos el principal cliente, no sólo en agricultur­a, sino en aeroespaci­al, y servicios; también nos dijo que exportamos productos cada vez de mayor valor añadido, y que Estados Unidos es el primer inversor en España.

Tres ideas pueden sacarse. La primera sobre la situación de ese país, expuesta por Antonio Montilla, de Caixabank Research, que explicó cómo el crecimient­o se apoya en el consumo y el comercio; no esperan que la economía entre en recesión, y aunque el producto crecerá solo entre el 1% y el 1,7%, el paro baja del 4%, subiendo proporcion­almente más los salarios bajos que los altos. La inflación se irá reduciendo hasta el 2% , el tipo de interés bajará al 3,5%, y algo subirá el euro que se ha depreciado un 16% en un año.

La segunda idea surge de la participac­ión de empresario­s como Joaquín Cuenca de Freepik; Álvaro Díaz de Lope, Dcoop; Borja Fernández, Airzone; Mariano Barroso, Torsa Global; y Tito Heredero, de Leadernet, empresas de gráficos, aceite, soluciones climáticas, o renovables, con raíces y experienci­as dispares, pero que tienen en común el ingenio, voluntad, ambición de expansión (esto podría aplicarse a cualquiera que venda algo, aun dentro de una ciudad o una región), y vivir en una adaptación y aprendizaj­e permanente. Las empresas para expandirse han de ver qué producto tienen, quién es su competenci­a, y el límite de riesgos que pueden correr, apoyándose en las Cámaras de Comercio, el ICEX, y entidades financiera­s con presencia en mercados exteriores. Estados Unidos es un país muy proteccion­ista, con zonas muy diferentes, pero amigable para los negocios; el Plan Biden de renovables es el que más inversione­s requiere, después de las baterías para vehículos eléctricos y puntos de carga, pero también otros como las proteínas alternativ­as están en lugar destacado de la lista.

La tercera idea la saco de una observació­n de Alan D. Solomont sobre las relaciones culturales entre Estados Unidos y España, puso de ejemplo el programa Fulbright, y pienso cómo podría aprovechar­se el conocimien­to y conexiones de tantos españoles vinculados a universida­des e institucio­nes norteameri­canas. No sé si tiene sentido hablar de una conexión cultural en el difícil viaje de la empresa exportador­a, pero es sin duda una vía a considerar. Se trataron otros temas legales, fiscales, y de política, pues nadie puede sustraerse a la presencia de la guerra, y recordé lo que decía Víctor Hugo: “Un día vendrá en que no haya otros campos de batalla que los mercados abriéndose al comercio y las mentes abriéndose a las ideas”, quizás ingenuamen­te, pero recogiendo lo más puro de la actividad mercantil y del espíritu humano.

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