La cuñada del Chicle dice que la violó por “chivata”
● El culpable del asesinato de Diana Quer niega la agresión sexual y la amenaza con cuchillo
Vanessa, la cuñada de José Enrique Abuín Gey, alias El Chicle, aseguró ayer en el juicio que él la agredió sexualmente “cuchillo en mano” y le dijo que lo hacía “por chivata”. La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de La Coruña acoge el proceso contra Abuín Gey –culpable del asesinato de Diana Quer– por una supuesta agresión sexual el 17 de enero de 2005, un hecho que él negó, mientras que la víctima, su cuñada, mantuvo su versión.
Ella en aquel momento era menor de edad y estudiaba un ciclo de formación profesional, por lo que el día de los hechos se dirigía al instituto cuando el acusado la llamó y le dijo que no cogiese el autobús, que la iba a recoger para darle veinte euros al padre de ella, suegro de él.
“Le dije: ‘vete a casa y dáselos’. Él me dijo si lo acompañaba a sacar el dinero al cajero a Rianxo y yo dudé, pero al final subí”, explicó, aunque una vez en el coche, tras parar en el cajero, él tomó otra dirección, aunque no recuerda bien el camino porque “no era de día”. “Cuando llegamos allí cerró el coche, yo no podía salir porque tenía las puertas cerradas. Me cogió el móvil, lo miró y se lo guardó. Después me sacó un cuchillo o navaja y me amenazó. Me dijo que me desnudara”, prosiguió. La denunciante manifestó que le pasó “el cuchillo por la garganta” y le exigió una felación, a lo que ella se negó.
En su declaración, Abuín subrayó que ella lo acusó “de cosas que no habían pasado”, por lo que ella lo vinculó con aquello. “Me dijo que me pasaba por chivata, que no se lo dijera a nadie, que no se lo contara a mi hermana. Que si lo decía mataría a mi hermana, a mi sobrina y se mataría él”, agregó. Tras lo ocurrido, ella fue al instituto, pero al final no llegó a acceder a clase y se marchó a casa, donde le contó lo sucedido a una de sus hermanas. Ésta la convenció para contárselo a sus padres: “Fuimos a Vilagarcía, al cuartel, donde fui a denunciar los hechos”, concluyó.
Psicólogas del Instituto de Medicina Legal de Galicia descartaron que haya “indicios de simulación”. La Fiscalía y la acusación particular piden que el procesado sea condenado a quince años de prisión por un supuesto delito de agresión sexual.