Malaga Hoy

Gatillazo mundial de Argentina

● Arabia Saudí da la primera gran sorpresa de Qatar 2022 al remontar el gol de Messi en apenas cinco minutos ● La albicelest­e jugó un buen primer tiempo, pero se hundió después

- Santiago Aparicio (Efe)

Una de las tardes más negras de los tiempos recientes del fútbol argentino acompañó la puesta en escena de la albicelest­e en Qatar 2022, sonrojada por Arabia Saudi para complicar el panorama mundialist­a de la selección de Lionel Scaloni, que suspira con pasión por levantar por tercera vez la copa de Campeón.

El recorrido en la última oportunida­d de Leo Messi por salir con el trofeo mundialist­a bajo el brazo se oscurece. Lusail será un lugar de pesadilla para el argentino, que en cinco minutos, los que tardó Arabia en remontar, se despojó de toda la ilusión con la que desembarcó en Doha.

No es un revés definitivo pero sí complica el trazado y reduce notablemen­te el margen de error del campeón del mundo en 1978 y 1986, que no puede fallar ni contra México ni frente a Polonia, sus próximos adversario­s.

Nadie pensaba que el final del impecable recorrido del conjunto de Lionel Scaloni con treinta y seis partidos sin perder, al borde del récord de Italia, sin encajar gol alguno en los cinco últimos, se iba a estancar ante un equipo como Arabia que obtuvo un triunfo histórico y provocó una convulsión en Messi y compañía.

No tenía un comienzo tan malo Argentina en un Mundial desde que perdió con Camerún en Italia 1990. Seis victorias y una sola derrota alentaban la puesta en escena de la albicelest­e que afrontó su llegada a Doha plagado de esperanza. Un momento por el que han aguardado cuatro años. El último baile de Messi.

Mal día para conmemorar la quinta presencia mundialist­a de la estrella argentina que elevó su cifra de goles, a siete pero que no fue suficiente para evitar el desastre de su selección en Qatar.

No fueron suficiente­s unos cuantos destellos en la primera parte para sacar adelante la puesta en escena en Qatar 2022. No fue capaz de marcar en juego Argentina que sólo batió la meta asiática desde los once metros.

Y eso que el compromiso del estreno era ideal para Argentina, una selección que arrastra una gran dependenci­a sobre un seguidor obsesionad­o con el triunfo en una Copa del Mundo que corone, sin discusión, a su ídolo, Leo Messi.

No le hace falta al astro el respaldo de esta Copa. Es adorado por donde quiera que va. Especialme­nte en Oriente, donde el fútbol es más de ídolos que de equipos, de iconos que de clubes. Fue evidente desde minutos antes del arranque. Cuando saltó a calentar Argentina, en cada balón que tocaba. El interior del estadio de Lusail rugía. No sólo por el fan albicelest­e, numeroso, sino también por el local.

Pero fracasó el equipo de Scaloni que apostó finalmente por Papu Gómez en el mediocampo. En la vacante que dejó Lo Celso, lesionado. Ganó la partida el jugador del Sevilla a Alexis Mac Allister, que estaba en todas las apuestas. También fue algo inesperada la inclusión en el lateral izquierdo de Tagliafico. Daba la sensación de que el lugar era para Acuña.

Salió desbocado el once de Scaloni, que intimidó a Arabia Saudí un equipo menor, resignado al principio, que se despojó de la tensión en cuanto se vio con el marcador en contra, a los diez minutos, por un penalti insospecha­do que detectó el VAR. Un agarrón de Abdulhamid sobre Paredes que había pasado desapercib­ido.

Lo transformó Messi que había tenido una ocasión muy clara al minuto de juego. Desde dentro del área pequeña, un tiro que resolvió con una buena mano el meta Al-Owais.

Se desperezó Arabia en su sexta presencia mundialist­a, la segunda seguida. Se estiró un poco, enredó a la zaga sudamerica­na, pero se desinf laba en los metros finales, donde carecía de soluciones. Mantuvo el tipo porque enmarañó el ataque argentino, una y otra vez, ahogado en el fuera de juego que el equipo de Herve Renard tenía bien trabajado.

En ocho minutos llevó a la red tres balones. Uno de Messi y dos de Lautaro Martínez; ilegales y detectados por el VAR que no contaron. Pero después se agitó todo. El encuentro entró en ebullición. Arabia no había dado síntomas de peligro, pero los dio después, en un abrir y cerrar de ojos. Primero, en un buen centro de Firas Al Buraikan sobre Saleh Al Shehri que superó a Romero y cruzó la pelota lejos de Emiliano Martínez. Seis minutos después, en un golazo de Salem Al Dawsrai, que en el pico del área dejó en evidencia a cuatro defensas y se inventó un tiro a la escuadra que alcanzó la red.

Se convirtió en un muro el portero árabe que desbarató cualquier intento de Argentina que buscó con insistenci­a a Di María, pero sus centros, con su marcador rebasado, no encontraba­n un destino correcto.

Se queda sin margen de error Argentina en el Mundial. Espera a México y después a Polonia con necesidad de ganar para prolongar el sueño de todo un pueblo.

 ?? RODRIGO JIMÉNEZ / EFE ?? Messi observa con impotencia el festejo de los componente­s de Arabia Saudí.
RODRIGO JIMÉNEZ / EFE Messi observa con impotencia el festejo de los componente­s de Arabia Saudí.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain