Los alemanes se tapan la boca contra la FIFA
El XI de Alemania en su debut contra Japón en el Mundial de Qatar posó con la mano sobre la boca, una acción contra la FIFA, que ha impedido a los capitanes de los equipos llevar un brazalete en apoyo a la comunidad LGTBI+. Tras los rumores de que el portero y capitán alemán, Manuel Nauer, llevaría el brazalete arcoiris, los jugadores hicieron este gesto como protesta. Previamente, el segundo asistente del cuerpo colegial acudió a comprobar el brazalete que lucía el portero. Una decisión que le ha valido críticas a su presidente, Gianni Infantino. Nancy Feaser, la ministra alemana de Interior, se situó en el palco de autoridades del partido con el brazalete arcoíris. mar de rivales, y con su frescura y despliegue mantuvo el vigor ofensivo que necesitaba la selección germana, pero todas sus ocasiones se fueron al traste, dejaron vivos a los nipones y estos acabaron por hacer historia cumpliendo con el guión.
El plan táctico había sido el previsto. Hajime Moriyasu resguardó a su equipo a la espera de algún contragolpe, circunstancia que estuvo muy cerca de ofrecer sus réditos, y los germanos de Hansi Flick se las vieron y desearon para deshacer la tela de araña.
Para sacar el balón situó a Sule pegado a la derecha, a Rudiger por el centro y a Schlotterbeck más a la izquierda. David Raum, a la postre decisivo, tenía libertad para ocupar todo el carril izquierdo pero muy adelantado; Kimmich y Gündogan llevaron la manija en el centro del campo buscando siempre al joven Musiala entre líneas para nutrir a Gnabry, Müller y Havertz, este la punta de lanza.
Los nipones, que ofrecieron el debut mundialista del joven Take Kubo gracias a la buena campaña que está cuajando en la Real Sociedad, fueron disciplinados y solidarios, también como marca su estilo.
Las instrucciones de Moriyasu eran claras. Paciencia, orden y salir a la carrera cuando la ocasión lo permitiera. Así incluso llegaron a dar un susto de entrada a los germanos. A los ocho minutos Maeda batió a Manuel Neuer, pero estaba en fuera de juego en el momento del pase de Junya Ito, el que mejor interpretó la cuestión de salir en velocidad.
El madridista Rudiger y sus compañeros de línea, más Kimmich y Gündogan, entendieron el aviso. Nada de relajación. Era necesaria la máxima concentración y contundencia para evitar sustos como en el pasado, sin ir más lejos en el Mundial de Rusia 2018.
Alemania metió una marcha más y sin avasallar, fue poco a poco metiendo en su área a Ja