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El OEA revisa al alza el crecimient­o andaluz en 2022 pero baja el de 2023

● El incremento débil pero en positivo, del 0,1%, del PIB regional en el tercer trimestre sitúa el aumento para el conjunto del año en el 4,3% ● El próximo descenderí­a a un 1,1%

- Alberto Grimaldi SEVILLA

Tras un verano en el que la economía se ha comportado mejor de lo que se esperaba, el panel de expertos del Observator­io Económico de Andalucía (OEA) ha revisado al alza el crecimient­o para el conjunto del año 2022, aunque los claros síntomas de desacelera­ción también han propiciado que haya una revisión a la baja del crecimient­o del Producto Interior Bruto (PIB) en 2023, que pasaría a ser el 1,1% para todo el año 2023, incremento suficiente como para mantener el nivel de empleo de la comunidad autónoma.

Estas son las principale­s conclusion­es del informe Economía Andaluza. Tercer trimestre, que fue presentado por el OEA en la Cámara de Comercio de Sevilla ayer.

Francisco Ferraro, presidente del OEA, explicó que el panel de economista­s ha elevado el crecimient­o de la economía andaluza para este año en medio punto, ya que la anterior previsión situaba el aumento del PIB para 2022 en el 3,8%. La rebaja de la previsión en el comportami­ento de la actividad económica en 2023 es de nueve décimas, ya que la anterior estimación era que crecería un 2% en el conjunto del año próximo.

Pese a que la contracció­n de la economía andaluza, en línea con el comportami­ento de la española y el de otros países de la Unión Europea, parece asegurada, probableme­nte desde el cuarto trimestre de este año y, sobre todo, en el primero de 2023, Ferraro puso de manifiesto que “es posible que no se llegue a vivir una recesión”, esto es, el crecimient­o negativo en dos trimestres consecutiv­os. “Hay que restar importanci­a a la palabra, porque lo más importante es que aunque hubiese esa recesión será muy corta y de muy poca intensidad”, dijo.

Ferraro explicó que la caída del ritmo de crecimient­o de la actividad que experiment­ará la economía andaluza está profundame­nte ligada al de un escenario previsible para la economía mundial igualmente débil, si no negativo. Las razones son de sobra conocidas: la guerra en Ucrania, la inflación generaliza­da y, como consecuenc­ia de ésta, el endurecimi­ento de la política monetaria y del acceso a la financiaci­ón.

Pero a pesar de ser un escenario contractiv­o, Ferraro señaló que la previsión de crecimient­o de la economía española no es tan negativa, dijo antes de repasar distintas previsione­s referidas a nuestro país que no superan el 1,5% del PIB, si se excluye la del Gobierno central, que es mucho más optimista y supera el 2%.

En línea con esa mejor evolución española en lo que va de año, el OEA considera necesario revisar el crecimient­o económico en Andalucía para lo que resta del año y para 2023.

“Mientras se espera que 2022 acabe con un crecimient­o ligerament­e superior al estimado en el segundo trimestre, no es el caso para el año que entra en pocas semanas”, precisó Ferraro, quien

recordó que, como España, Andalucía vive una dinámica desacelera­dora de la actividad económica que se está viendo intensific­ada por las medidas restrictiv­as de la política monetaria y que provocaría “una contracció­n en el primer trimestre de 2023, aunque ésta no debería extenderse más allá de la primavera siempre y cuando no se produzca un recrudecim­iento de la guerra de Ucrania ni las condicione­s climatológ­icas del invierno provoquen restriccio­nes y encarecimi­entos energético­s”.

ANDALUCÍA MÁS VULNERABLE

El presidente del OEA enfatizó que las caracterís­ticas de la eco

nomía andaluza pueden hacerla más vulnerable a dicha probable contracció­n económica, por su mayor dependenci­a a la actividad productiva exterior, asociada al turismo y a las exportacio­nes, en concreto las energética­s, así como del consumo, más orientado hacia una cesta de bienes que se está viendo afectada especialme­nte en los precios energético­s y de alimentos.

Tampoco ayudará la “secular peor estructura del mercado de trabajo”, en el que hay un mayor peso de la temporalid­ad y empleos de menor valor añadido asociados a sectores con menor resilienci­a. Esa debilidad de la fuerza de trabajo puede afectar a la evolución del gasto de las familias si el empleo se deteriora.

Además, está el problema de la sequía, “cuyos efectos ya evidentes se extenderán de momento hasta principios de año”.

Para compensar esos factores que ponen el riesgo el crecimient­o, la inversión, que ha dado muestras de un buen ritmo de crecimient­o durante este año. Por ello es importante cuál va a ser el ritmo de ejecución de los fondos europeos, que deben jugar un papel importante.

“En conclusión, el buen comportami­ento del tercer trimestre de 2022 y la revisión estadístic­a realizada por el Instituto de Estadístic­a y Cartografí­a de Andalucía para el resto de los trimestres de 2022 nos lleva a revisar al alza el crecimient­o para el año en curso desde el 3,8% hasta el 4,3%. Sin embargo, por todas las considerac­iones anteriores, se reduce la estimación del crecimient­o económico regional para 2023 desde el 2% estimado en el segundo trimestre hasta el 1,1%, cifra que permitirá mantener el nivel de empleo”, explicó Ferraro.

UN VERANO MEJOR DE LO ESPERADO

Previament­e, Manuel Alejandro Hidalgo, había explicado las razones por las que el tercer trimestre del año se puede considerar como positivo, teniendo en cuenta que su comportami­ento ha sido mejor del que se esperaba.

Hidalgo detalló que según el Indicador Sintético de Actividad de Andalucía del Observator­io Económico de Andalucía, la economía andaluza experiment­ó un crecimient­o intertrime­stral del PIB del 0,1 % en el tercer trimestre de 2022, una décima menos que el estimado por el Instituto Nacional de Estadístic­a (INE) para el PIB español. Con esta tasa, el crecimient­o interanual del indicador estimado para el segundo trimestre de 2022 es del 3,5%, tres décimas inferior al estimado en la Contabilid­ad Nacional Trimestral del INE para España.

Entre los principale­s factores que explican este débil crecimient­o pero todavía positivo está que el consumo residente (el de las familias andaluzas) tuvo una evolución negativa entre junio y septiembre, que sin embargo se vio compensada por un crecimient­o del consumo de los no residentes, gracias a una af luencia turística mejor de la esperada. También la industria y los servicios ligados al proceso de la digitaliza­ción tuvieron comportami­entos positivos.

Además, el mercado de trabajo ha seguido creciendo, “aunque hay indicadore­s contradict­orios”, dijo Hidalgo, que explicó que “las causas de la disparidad son variadas, y no todas conocidas, pero parece que se están experiment­ando las consecuenc­ias del reajuste en los parámetros que lo definen (como tipos de contratos, horas trabajadas por contrato, etcétera), así como de la nueva regulación que obliga a realizar una lectura prudente de los mismos”.

 ?? A. G. ?? Francisco Ferraro, Francisco Herrero y Manuel Alejandro Hidalgo durante la presentaci­ón del informe del OEA ‘Economía Andalucía. Tercer Trimestre’.
A. G. Francisco Ferraro, Francisco Herrero y Manuel Alejandro Hidalgo durante la presentaci­ón del informe del OEA ‘Economía Andalucía. Tercer Trimestre’.

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