“Hay zonas adecuadas para reintroducir ya grupos de lobos”
Hace décadas que el aullido del lobo ibérico no se escucha en Sierra Morena. Lo advierten los colectivos ecologistas desde hace lustros, y lo ratificó el proyecto Life El lobo en Andalucía: cambiando actitudes, desarrollado entre 2016 y 2020 en las provincias de Córdoba y Jáen. Aunque lo cierto es que esta situación podría cambiar a medio plazo, porque el Canis lupus es ya una especie completamente protegida en toda España y no se le puede cazar. Para abordar el futuro de este depredador, Iznájar acoge los días 3 y 4 de diciembre las terceras jornadas formativas, divulgativas y de coordinación sobre el lobo ibérico en Andalucía, organizadas por el Proyecto de Voluntariado para el Censo del Lobo.
El programa reunirá a numerosos expertos de todo el país para tratar asuntos como la necesidad de establecer corredores seguros e infraestructuras verdes, los parques nacionales andaluces como zonas de recepción y, sobre todo, el tema más controvertido, la posible reintroducción de la especie, desaparecida desde hace décadas de los montes andaluces. “No es un disparate. Es factible ecológicamente y en la comunidad hay zonas adecuadas donde podría hacerse ya. Pero depende de la voluntad política”, lamenta el biólogo Ángel M. Sánchez, director del Proyecto de Voluntariado para el Censo del Lobo, con sede en la Universidad de Alcalá de Henares.
El objetivo prioritario del encuentro será reunir a un grupo de voluntarios que serán formados para rastrear los espacios naturales andaluces en busca de indicios de la presencia del lobo en el Sur de la Península Ibérica. Harán falta en torno a 60 personas, que en grupos de cinco o seis tardarían en torno a dos años o tres años en completar la inspección del terreno, porque se trata de una especie “muy difícil de muestrear”, como asume Sánchez.
“Ojalá me equivoque, pero el resultado va a ser cero. El lobo se extinguió hace décadas en Andalucía, como constató el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) en su último censo. Quizás tengamos la oportunidad de encontrarnos con algún ejemplar aislado en las proximidades de Castilla La Mancha, pero en esas condiciones carecen de viabilidad de futuro”, ref lexiona.
Los indicios más cercanos de Canis lupus al Sur de Sierra Morena se remontan a 2013, cuando el Centro de Análisis y Diagnóstico de la Fauna Silvestre, con sede en Málaga, certificó la recogida de cinco excrementos de lobo, tres de ellos en la Sierra de Andújar (Jaén) y dos de ellos en el continuo de bosque mediterráneo formado por las sierras de Hornachuelos y el Norte de Sevilla. Desde esa fecha no hay otros indicios. Ni observación directa ni ningún tipo de evidencia. En otras regiones donde sí se han detectado familias, el voluntariado ha instalado cámaras de fototrampeo y realiza seguimientos, aunque el punto de partida es que en Córdoba, y por extensión en el conjunto de Andalucía, no será necesario.
¿QUÉ PASARÁ A CONTINUACIÓN?
Ángel M. Sánchez recurre frecuentemente al lince ibérico como ejemplo de cómo habría que actuar con respecto al lobo y defiende que la reintroducción de la especie en Andalucía, aunque polémica, es “factible ecológicamente”. “Es difícil pero no imposible, porque aquí ha habido lobos toda la vida. Existen tratados de hace varios siglos donde se habla de este animal, y el lobo andaluz tenía una imagen mítica. Ahora solo quedan de resina en los centros de interpretación de la naturaleza, pero intentaremos que vuelvan a los montes”, se propone.
El asunto depende directamente del Ministerio para la Transición Ecológica, que según Sánchez es “muy permeable” a la reintroducción de este carnívoro. Sin embargo, al estar las competencias medioambientales transferidas a las comunidades autónomas, el apoyo de la Junta de Andalucía resultaría también clave, y hasta el momento no ha existido con independencia del