Un proyecto de ciencia ciudadana
Un animal huidizo. El lobo ibérico es un ser asustadizo que suele evitar al ser humano, por lo que rastrear sus huellas no es tarea fácil. Hallar excrementos es la clave para analizar su presencia y la densidad de los grupos familiares.
color político de los gobiernos, lamenta el experto.
El proyecto, en este sentido, apuesta por mantener varias líneas de trabajo paralelas sobre concienciación ciudadana y para la reintroducción directa de la especie, tal y como se ha hecho con el caso del lince ibérico “con éxito” en las últimas décadas, compara el biólogo. ¿Cómo se harían las sueltas de lobos? ¿Abrirían los políticos la trampilla y los animales correrían para explorar nuevos territorios, ya sea Sierra Morena, la Sierra de las Nieves o Cazorla? Más o menos, aunque existen matices. Sobre todo porque no se liberarían ejemplares aislados, sino familias de tres o cuatro individuos, porque el lobo necesita del grupo para sobrevivir. Los animales habrían de superar un periodo “de cohesión” en un sitio acotado, y a posteriori se liberarían, siempre monitorizados para seguirles los pasos.
“En Andalucía sería posible hacer esto ya, porque hay zonas adecuadas donde encontrarían alimentación suficiente”, incide Sánchez, quien apela a la voluntad política para dar este paso. Y cita como ejemplo exitoso la reintroducción del lobo en el parque nacional de Yellowstone de Estados Unidos: “La llegada de estos mamíferos lo cambió todo, pues desencadenaron una cascada trófica que equilibró el ecosistema. Solo con la caza, tal y como se hace ahora, el hombre no puede resolver el desajuste que existe en el medio natural”, compara.
LA NECESIDAD DE CORREDORES SEGUROS
Contar con corredores seguros para que las manadas ganen territorios es otra de las claves. Sobre todo en toda la cornisa de Sierra Morena, desde los Picos de Aroche y Aracena, en Huelva, a la Sierra Norte de Sevilla, Hornachuelos, Los Pedroches, Cardeña-Montoro, Andújar y Cazorla. El gran problema aquí, como advierte Sánchez, es la proliferación de cercados cinegéticos que impedirían el paso de estos cánidos. Aunque existe solución: “Sería tan fácil como sustituir los vallados que hay ahora, diseñados para las grandes monterías, por los muros tradicionales de piedra”, explica.
Mientras, la enorme dispersión del cánido y su capacidad de recolonización empieza a dar sus frutos en España. En la actualidad, el lobo ibérico ha llegado desde el norte a Madrid a través de la Sierra de Guadarrama y existen manadas reproductoras
El Proyecto de Voluntariado para el Censo del Lobo y Evaluacion del Estado de Conservación de sus Hábitats Naturales en la Península Ibérica es una iniciativa científica a medio y largo plazo basada en lo que se denomina la ciencia ciudadana, que a través de la formación y la concienciación intenta implicar a la sociedad civil en las labores de conservación de la biodiversidad y el medio ambiente, en este caso focalizados en una pieza “tan fundamental e indispensable” de los ecosistemas ibéricos como es el lobo, como explica su director, el biólogo Ángel M. Sán
en la sierra madrileña. Así, la esperanza de expertos y amantes de este animal es que el lobo atraviese Castilla la Mancha y alcance finalmente Extremadura y Andalucía, aunque tardará.
Y lo cierto es que, en Sierra Morena, el lobo encontraría unos hábitats idóneos para su coexistencia con la población local. Aquí se registra una alta densidad de presas silvestres y además existen enormes y continuas extensiones sin apenas interferencia con el hombre ni aprovechamientos ganaderos, con bosques mediterráneos muy bien conservados, como inciden los expertos. Se estima que una manada de lobos necesita entre 10.000 y 50.000 hectáreas de campeo para sobrevivir, un territorio disponible al Norte de Córdoba, Jaén, Sevilla y Huelva.
Ángel M. Sánchez sostiene: “El lobo puede coexistir con los seres chez. A través de una metodología científica “estricta” y la formación “continuada” de los voluntarios que participan en el proyecto, el grupo se dedica a buscar respuestas sobre la situación poblacional del lobo en la Península Ibérica, así como a evaluar el estado de conservación de sus hábitats naturales, pasados, presentes y futuros. “De este modo, podremos influir positivamente en las diferentes administraciones, en cuanto a gestión y conservación de la especie, que podrán basar sus decisiones en la mejor ciencia disponible”, expresa Sánchez. humanos y, de hecho, conviven en lugares como Galicia”. También en Zamora, León, Asturias o Cantabria existen grandes comunidades de lobos y problemas como los ataques al ganado son “excepcionales”. “Hay estudios científicos que demuestran que, si tienen acceso a ungulados, los lobos lo profieren al ganado, al que no van a atacar”, expone el biólogo. En Los Pedroches, donde el vacuno o el porcino es el sustento económico de miles de familias, este ha sido históricamente el argumento esgrimido para oponerse a la reintroducción.
En la última encuesta realizada, en diciembre de 2020, dos tercios de los vecinos del área de la Sierra Morena cordobesa y jiennense consideraban no obstante que el lobo ibérico debería protegerse para evitar así su extinción, al tiempo que reconocían el papel que juega como policía sanitaria y elemento clave en el equilibrio de los ecosistemas. Por ello, un 50% de los habitantes de las localidades más cercanas al hábitat de este animal se mostraba en “total acuerdo” con la existencia de planes de conservación del mismo, un porcentaje que se elevaba hasta el 63,05% en las capitales cordobesa y jiennense.
En la actitud hacia los animales silvestres, la población ref lejaba una mayor conciencia ecológica y proteccionista en la segunda oleada de la encuesta. Un 8,34% de la población consultada en 2020 (frente al 7,26% en 2017) consideró que la actividad humana debería estar limitada cuando afecte a la supervivencia de una especie. El patrimonio relacionado con el lobo que más se reconoce siguen siendo las historias y leyendas (40,38% en los municipios y 51,95% en las capitales), seguidas de cuentos populares y anécdotas. Muchas de estas, azotadas por el paso del tiempo, están detrás de la imagen negra del lobo que aún parece imposible de supe
rar.