Fue para mayores de edad
● El vigor físico de Alemania alejó a Gavi y Pedri de donde marcan diferencias
El España-Alemania ha podido ser hasta ahora el partido de más nivel de este Mundial. Gran ritmo, audaz y eficaz presión adelantada en ambos casos, brillantes detalles técnicos. Un encuentro de máximas exigencias que acabó en justas tablas y con la evidencia de que chocaron dos de las mejores selecciones presentes en Qatar.
España se curtió y bien con lo que le exigió una selección alemana que jugó con la plena intensidad que le daba la necesidad de al menos puntuar tras haber perdido ante Japón en la primera jornada. En un Mundial, lo normal es encontrar problemas como los que planteó un bloque de enorme calidad física y también técnica: Kimmich, Müller, Gnabry... o una estrella en ciernes, Musiala.
DEFENSA
Como la noche y el día fue la exigencia alemana comparada con la de Costa Rica. Hansi Flick mandó a apretar muy arriba y comprometió la salida de balón de España, metiendo en serias dudas a Unai Simón y Car vajal más de una vez. El despliegue físico de los germanos fue superior al español. Musiala (un diablo en controles y arrancadas), Gnabry, Goretzka son gente de un enorme nivel físico. Y Gündogan no dejó medio metro a Sergio Busquets.
El balón parado de Kimmich, uno de los mejores especialistas del mundo, estuvo a punto de suponer un disgusto en el minuto 40, pero Rüdiger estaba inhabilitado por su pie izquierdo cuando cabeceó a la red.
Otra vez la regaló en la segunda parte Unai Simón, pero se resarció del error ante el tiro más ajustado que fuerte de Kimmich (56’). Si podía llegar el gol germano, era por un error en la salida de balón y el que costó caro fue el de Laporte con España saliendo y muchos alemanes arriba, ya acumulados a la desesperada.
ATAQUE
Luis Enrique decidió no tocar lo que tan bien había funcionado en la exuberante puesta en escena ante Costa Rica. Pero la selección centroamericana, que no suramericana, nada tiene que ver con la europea, cuya coordinada y vigorosa presión llevó a Pedri y Gavi a perder metros y recibir la pelota lejos de donde suelen desequilibrar con su creatividad en los espacios cortos. Amagó España al principio con llevar el centro de gravedad del partido más arriba y Dani Olmo casi lo aprovecha, pero los continuos errores en controles y pases de Ferran Torres (también en un clarísimo remate a gol, aunque lo hubieran anulado por fuera de juego) fue dificultando cada vez más la salida española y fue metiendo cada vez más arriba a los alemanes.
Ante Alemania se antojaba más necesario tener un ariete de verdad para ganar en largo, salvar la presión y abrir a un costado.
VIRTUDES
Prueba de madurez superada.
TALÓN DE AQUILES
Se le atragantó la presión.