Pekín despliega fuertes medidas de seguridad tras las protestas
Las grandes ciudades chinas amanecieron ayer en aparente calma después de que en urbes como Pekín se levantaran fuertes medidas de seguridad tras las protestas del pasado fin de semana contra la política oficial de cero Covid.
Las autoridades reaccionaron a la inédita protesta que reunió a centenares de personas aumentando la noche del lunes el despliegue policial y vallando áreas de la capital china con la intención de impedir que las marchas se repitan.
En redes sociales como Twitter, prohibida en el país asiático, algunos internautas aseguran que la Policía estuvo revisando los teléfonos de los transeúntes para tomar nota de sus identidades en caso de que utilicen aplicaciones vetadas como esa o como Telegram.
Los manifestantes no sólo están mostrando su descontento con el cero Covid sino que, en algunas ocasiones, llegaron a reclamar la dimisión del presidente del país, Xi Jinping, alabado en los últimos años por la prensa oficial como principal coordinador de la política antipandémica de China.
Asimismo, en los últimos días, otro de los grandes puntos de fricción fue la imperante censura en el país, que excluyó de la lista de tendencias de la red social Weibo la etiqueta en la que se debatía sobre la muerte de 10 personas en un edificio aparentemente confinado en Urumqi, el suceso que desató la ola de indignación. 22 años murieron por disparos israelíes en Kfar Ein, pueblo en el centro cisjordano y cerca de la urbe de Ramala, tras la entrada de tropas israelíes en la aldea y sucesivos enfrentamientos.
El Ejército aseguró haber actuado cuando “varios sospechosos instigaron un motín violento”, y remarcó que las circunstancias que acabaron con la muerte de los dos jóvenes serán investigadas.
Pero los incidentes violentos no acabaron aquí. Más adelante en la jornada, una soldado israelí fue herida grave en un presunto ataque por atropello en una carretera cerca de una colonia judía en el centro de Cisjordania. El supuesto atacante fue abatido por policías.
Según el Ministerio de Sanidad palestino, 154 palestinos han muerto en lo que va de año, mientras que del lado israelí 29 personas perdieron la vida, 21 de ellas civiles.