Malaga Hoy

La visión desde dentro

● Francis Bravo relata cómo vivió las últimas horas con Guede y cómo le aconsejó darse un partido más antes de poner su cargo a disposició­n del Málaga ● Análisis y autocrític­a

- Félix Godoy MÁLAGA

Francis Bravo estuvo en el plató de Área Malaguista analizando la situación del Málaga CF y también repasando un 2022 que para él ha estado lleno de experienci­as. De vuelta en el Atlético Malagueño, el técnico contó cómo fueron las últimas horas antes de la salida de Pablo Guede y el cuerpo técnico del que el paleño formaba parte. El Capi le aconsejó que aguantase un poco más antes de llegar al final.

“Son momentos muy difíciles, porque eso llega por la racha del equipo pero viene de un partido tremendame­nte injusto de la forma en que has perdido y supone esa guinda para tu destitució­n. Yo le dije a Pablo que no dimitiera porque creo que era demasiado pronto para que tú plantees una dimisión y estábamos convencido­s de que esa dinámica iba a mejorar. Lo estábamos porque los jugadores estaban implicados en el trabajo durante la semana. No veíamos una diferencia entre plantilla y cuerpo técnico, que puedas decir ‘oye, los jugadores no están con nosotros, vámonos porque esto es insalvable’. Eran otro tipo de circunstan­cias. Le dije: ‘Pablo, vamos a esperar esta semana, vamos a darnos la oportunida­d de ganar en La Rosaleda. Si nos tenemos que ir, vámonos al menos con una victoria en La Rosaleda y si quieres después poner tu cargo a disposició­n del club’. Estábamos convencido­s de que podíamos ganar ese partido ante el Villarreal en casa. No se dieron las circunstan­cias, puso su cargo a disposició­n del club, algo que le honra. Para él fue muy difícil tomar esa decisión por lo que suponía este proyecto”, se extendió Bravo relatando este episodio que es historia viva del Málaga.

Pero Bravo, parte del personal del club, no acababa ahí su viaje, sólo el camino con Guede. “No me costó mucho, pero sí es verdad que estuve una semana bastante fastidiado y me planteaba mi continuida­d porque uno no quiere ser un lastre para nada y con el Málaga no iba a haber ningún tipo de problema. Pero sí esa desilusión de qué poco tiempo hemos durado, no nos ha dado tiempo a saborear un poco el proyecto, entonces a nivel anímico estaba bastante decaído y me planteé incluso no continuar. Creo que luego era la mejor opción. Me quedé porque el Málaga quería que me quedara y segundo porque creo que mi trabajo lo hago bien. Tengo muy buena conexión con el cuerpo técnico del filial, con el cual no he dejado de tener nunca contacto, de hecho era mi puesto natural antes de la llegada de Guede, con lo cual no hacía nada diferente a lo que estaba desempeñan­do”, contó en 101 Televisión.

No cabe duda de que 2022 ha sido un año movidito para Bravo: “Situacione­s que no había vivido como entrenador. Sí que fueron varias etapas, esa primera tras José Alberto estuvimos días hasta que vino Natxo. Luego cuando se incorpora Pablo decide contar conmigo, fueron dos meses difíciles, intensos, pero de una forma u otra se consiguió el objetivo de la permanenci­a. Empezamos con una ilusión que imagínense, para Pablo era la ilusión de su vida. Para mí, imaginen lo que significa estar en ese cuerpo técnico en el equipo de mi ciudad. A nivel de trabajo pienso que no hemos podido trabajar más. Por desgracia, mandan los resultados en este negocio. No funciona con otra cosa”.

Continuó sobre esa idea: “Siempre se tiene la percepción de que el resultado es lo que te marca el rendimient­o y es un poco injusto. Se puso toda la ilusión y ganas del mundo para confeccion­ar una plantilla muy competitiv­a. Pasamos por momentos en los que el equipo no tuvo una línea brillante de juego pero sí momentos puntuales. Estábamos en esa dinámica donde el balón no entra. Contra el Burgos, uno de los equipos que mejor defiende, Rubén Castro tuvo tres mano a mano y en la dinámica que estaba Caro, los paró los tres. No es que los fallara Rubén. Y como esas, varias más. Igual que fue una ilusión grandísima, también es una desilusión enorme que no haya podido tener continuida­d el proyecto que empezamos”.

En el capítulo de la autocrític­a, Bravo halló pocas respuestas: “Nosotros somos los primeros que intentamos ver en qué se estaba fallando y por qué el equipo no conseguía resultados. Te planteas, ¿teníamos que trabajar más? No sé si se podía trabajar más. La percepción que teníamos de los jugadores es que estaban implicados, que estaban enfocados en los partidos, que hacen unas semanas de entrenamie­ntos brutales y llega el partido y no lo sacas adelante. ¿Y cómo enfocas eso? Es difícil de explicar que tú hayas visto todo eso y que el domingo no tenga recompensa. Creo que pudimos tener más recompensa, no digo ganar todos los partidos, algunos más sí”.

Tampoco encontraro­n un error principal: “No llegamos a ese punto de decir dónde está el verdadero problema, en qué punto está. No lo podría decir, no nos lo explicamos. Cada uno puede tener su opinión, plantilla descompens­ada, falta de extremos. Pero al principio todo el mundo estaba ilusionado con los jugadores que se estaban firmando, luego el balón empieza a rodar y no salen las cosas. Los jugadores no están en su mejor versión, posiblemen­te nosotros no hayamos tomado las mejores decisiones, porque es así. Como esto es tan multifacto­rial no podría decir algo en concreto”.

“Vamos a darnos la oportunida­d de ganar en La Rosaleda”, aconsejó al argentino

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain