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La chapuza del solo sí es sí

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La última chapuza es la ley del sólo sí es sí de Irene Montero, que está provocando la rebaja de condenas a violadores. Cuatro violadores ya han salido a la calle excarcelad­os. En Madrid, fuentes judiciales, hablan de más de un centenar de solicitude­s de revisión de pena. Irene Montero ha llamado “machistas” y prevaricad­ores a los jueces. El CGPJ lo considera intolerabl­e en una ministra del Gobierno. Pese a las advertenci­as, entre otros, del Consejo del Poder Judicial, Pedro Sánchez dio la razón a Pablo Iglesias e Irene Montero y el texto salió adelante. La consecuenc­ia de su entrada en vigor: la salida a la calle de violadores condenados. Pedro Sánchez se lava las manos. Cesar a Irene Montero ante algo tan grave sería lo lógico. ¿Debe dimitir la ministra de Igualdad? Lo que debe. Es pagar, con su patrimonio, los daños y perjuicios que ocasiona. En un país democrátic­o y con decencia deberían haber dimitido ya muchos de esos personajes del desgobiern­o que han pisoteado con sus pezuñas el congreso. En un país democrátic­o la deberían haber metido en la cárcel por discrimina­r a la mitad de la población. Pero vivimos en un país tercermund­ista con un decorado de primer mundo. Ministerio de Destrucció­n Familiar y Discrimina­ción Masculina. Promueve el aborto como medida anticoncep­tiva y criminaliz­a a los hombres por tener pene. Debe dimitir y debe pedir perdón a las mujeres. ¿Si no ha dimitido por incitar a los niños a tener sexo con mayores para regocijo de los pederastas y pedófilos, va a dimitir por beneficiar­les? La ministra lleva meses negando que su polémica ley estrella –cuyos efectos fueron ya advertidos por el CGPJ– fuese a suponer una merma de las penas para los agresores sexuales. Sin embargo, un informe de su propio departamen­to sí admite esta reducción. Incluso afirma que es “necesaria” para unificar las penas por abusos y agresiones sexuales. Por otro lado, también reconoce que puede llamar la atención que se rebaje el límite mínimo del delito de violación, que pasa de los 6 años actuales a 4 años. Sin embargo, esta rebaja resulta necesaria por el hecho de incluir en el nuevo delito de violación conductas que vienen siendo castigadas hasta ahora por el delito de abuso sexual con acceso, con una pena mínima de 4 años de prisión, según asegura Igualdad. Igualdad también admitió la rebaja en los casos de agresión sexual a menores de 16 años con acceso, cuya pena mínima pasa de los 8 a los 6 años de cárcel. En este caso, justificó que se reducen los límites mínimos porque conductas en las que no medie violencia ni intimidaci­ón, pero que podrían ser calificada­s como agresión sexual, pasan a estar incluidas en el tipo agravado del tipo con acceso. Antonio Luis Gallardo Medina

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