La venganza nipona de Kobe
● España apartó a los ‘Samuráis’ de su final en la prórroga en los Juegos Olímpicos de Tokio ● Doce japoneses y siete españoles repitieron en Doha
Japón pudo tomarse la revancha de lo acontecido el año pasado en los Juegos de Tokio 2020 (aplazados un año a causa de la pandemia del Covid 19), cuando España la dejó fuera de la final olímpica. En Qatar el conjunto nipón derrotó, en el estadio Al Khalifa de Al Rayyan, al equipo de Luis Enrique, que pasó a octavos con el miedo metido en el cuerpo.
España y Japón se enfrentaban, con sus selecciones absolutas, por segunda vez en toda su historia. La anterior, hace 21 años, fue un amistoso, disputado en el cordobés estadio de El Arcángel y resuelto a favor hispano gracias a un gol de Rubén Baraja. Esta vez había muchísimo más en juego: el pase a unos octavos de final en un Mundial.
La única referencia válida era esa semifinal olímpica. En Kobe, España alcanzó la final –que acabaría perdiendo ante Brasil– después de eliminar en la semifinal a Japón (que perdió el bronce en favor de México), en un partido que se resolvió gracias a un gol de Marco Asensio en la prórroga.
Japón se había tomado muy en serio su condición de anfitriona y en el equipo olímpico nipón figuraban 12 de los actuales mundialistas, entre ellos su capitán, Maya Yoshida, del Schalke 04 alemán, que ayer, al jugar contra España disputó su partido 125 como internacional con los Samuráis.
En total fueron ocho los actuales mundialistas que formaron en el once nipón que se midió aquella noche de julio al equipo de Luis de la Fuente. Junto a Yoshida también saltaron al campo Hiroki Sakai, Takehiro Tomiyashu, Kou Itakura, Yuki Soma, Wataru Endo, Ritsu Doan y Take Kubo, de la Real Sociedad de San Sebastián. En el banquillo, sin intervenir, se quedaron ese día Daizen Maeda, Kaoru Mitoma, Ayase Ueda y Ao Tanaka, que el pasado lunes había declarado que “ganarle a España” iba a ser “difícil, pero no un milagro” y que Sergio Busquets era su futbolista español favorito. “Lo veía jugar cuando yo era pequeño y me encantaba. Será un auténtico orgullo poder jugar contra él”, añadió el delantero del Fortuna Düsseldorf. Que acertó, porque Japón ganó a España; de forma merecida. Y pudo ver hecho realidad su sueño, porque jugó contra el centrocampista del Barcelona y, además, fue el autor del segundo gol nipón. Concedido tras ser revisado por el VAR.
Aquella noche, en Kobe, Japón se adelantó, gracias a una asistencia de Kubo, que aprovecharía Doan –autor del empate ante Alemania, a la que después sentenció Takuma Asano (1-2), y de nuevo autor del tanto de la igualada (1-1) ayer–, para batir a Unai Simón, España reaccionó, sobre todo, gracias a la entrada de Pedri –pieza clave en los esquemas de Luis Enrique–; y empató el encuentro merced a un gol de Carlos Soler forzando que el partido se fuese más allá de los 90 minutos reglamentarios.
En la prórroga, Marco Asensio, que había sustituido a Rafa Mir, metió a España en la final, en la que en busca de un oro olímpico que Luis Enrique conquistó en Barcelona 92. Dani Olmo, Pau Torres y Erik García (sin minutos aún en Qatar) son los otros tres mundialistas que participaron en la consecución de la plata olímpica en los Juegos de Tokio.