Moscú acusa a Kiev de atacar dos aeródromos rusos lejos del frente
En represalia, el Ejército de Putin lanzó un nuevo bombardeo masivo contra una veintena de objetivos civiles y militares
Rusia acusó ayer a Ucrania de haber atacado con drones los aeródromos militares de Riazan y Saratov, bases de la aviación estratégica rusa y ubicadas a cientos de kilómetros de la frontera ucraniana. “El régimen de Kiev, con el fin de inutilizar los aviones de nuestra aviación estratégica, intentó atacar con drones de fabricación soviética los aeródromos militares Dyaguilevo, en la región de Riazan, y Enguels, en la de Saratov”, afirmó el portavoz del Ministerio de Defensa ruso, Igor Konashenkov.
El representante del mando ruso señaló que “la defensa antiaérea rusa interceptó los drones ucranianos que volaban a baja altura”. “A consecuencia de la caída y la explosión de los fragmentos de los drones sobre los aeródromos, dos aviones sufrieron daños insignificantes”, añadió.
No obstante, tres militares rusos del servicio técnico que se encontraban en el aeródromo fallecieron y otros cuatro resultaron heridos y tuvieron que ser hospitalizados, indicó.
El portavoz de Defensa aseveró que, pese a los intentos de Kiev “de frustrar con este atentado terrorista las misiones de combate de la aviación estratégica rusa”, Moscú respondió con un ataque masivo con armas de alta precisión de emplazamiento aéreo y naval contra infraestructuras ucranianas. “El objetivo del ataque fue alcanzado. Los 17 objetivos elegidos fueron destruidos”, puntualizó.
Según Konashénkov, este ataque “impidió el uso del ferrocarril para transportar las reservas del Ejército ucraniano, armas extranjeras, equipamiento militar y municiones a la zona de los combates”.
Aunque Ucrania no reivindicó el ataque a los aeródromos rusos, el asesor de la Presidencia ucraniana, Mykhailo Podolyak, insinuó en Twitter que las explosiones podrían ser una respuesta de Kiev. “Si lanzas demasiado a menudo cosas al espacio aéreo de otros países, tarde o temprano objetos voladores desconocidos retornarán al lugar de su partida”, tuiteó.
Se trata del primer ataque ucraniano contra un objetivo ubicado a varios cientos de kilómetros de distancia de su territorio. En represalia a este ataque, el Ejército ruso lanzó un nuevo bombardeo masivo contra una veintena de objetivos de la infraestructura civil y militar en varias regiones ucranianas
Este ataque recuerda a las explosiones ocurridas en agosto pasado en un aeródromo y un depósito de municiones en la anexionada por Rusia península de Crimea, obra de saboteadores ucranianos.
Hace dos meses, los ucranianos fueron más allá al golpear la joya de la corona del presidente ruso, Vladimir Putin, el puente de Crimea, lo que desató la ira del Kremlin en forma de bombardeos masivos que no han cesado desde entonces.
Precisamente, Putin inspeccionó ayer personalmente, al volante de un coche, el puente dañado el pasado 8 de octubre en un atentado con coche bomba.
Putin no visitaba la península desde el inicio de la campaña militar rusa en febrero. El puente de Crimea, que tiene 19 kilómetros de largo, es considerado el proyecto de ingeniería más importante construido en Rusia desde que Putin llegara al poder en 2000.
Aunque poco después Putin aseguró que no consideraba necesarios más ataques masivos, la aviación y artillería rusas no han dejado de martillear objetivos civiles en Ucrania, especialmente energéticos.
Ayer mismo se produjo el octavo ataque masivo contra el sistema energético ucraniano desde el pasado 10 de octubre.
Debido a los bombardeos, cesó el suministro de agua y luz en Odesa (mar Negro), y de electricidad y calefacción en Krivói Rog (centro), mientras en Mykolaiv (sur) se produjo un corte de emergencia mientras se activaron las alarmas antiaéreas.
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, dijo en un breve vídeo colgado en su cuenta de Telegram que las defensas antiaéreas ucranianas habían logrado derribar gran parte de los misiles lanzados por el enemigo ruso. Según precisó, la Fuerza Aérea de Ucrania derribó más de 60 misiles rusos de los 70 que el enemigo lanzó desde los mares Negro y Caspio, y la región rusa de Rostov.
Pero para Ucrania ahora la principal tarea consiste en sobrevivir al frío. El propio Zelenski pidió en su alocución diaria a los ucranianos que aguanten el invierno, ya que, “por duro que sea”, eso les acercará “a la victoria”.
Según el Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW), las fuerzas ucranianas planean continuar su ofensiva durante el invierno para capitalizar los recientes éxitos en el campo de batalla y evitar que las fuerzas rusas recuperen la iniciativa tras retirarse del tercio norte de la región sureña de Jerson, su mayor derrota desde febrero.
Cuatro militares rusos resultaron heridos y tuvieron que ser hospitalizados