“Este vestuario sabe cuándo toca bromear y cuándo trabajar”
● El delantero croata concede a ‘Málaga Hoy’ su primera entrevista como jugador del equipo blanquiazul ● Un repaso a sus primeros días en Martiricos y también a sus inicios
Roko Baturina (Split, 2000) sueña con ser Lewandowski. Tiene planta y carisma. El fútbol le viene de cuna por su padre Mate, que le inculcó el amor por el balón al delantero del Málaga y a sus dos hermanos. De Martin dicen que es el nuevo Modric, pero Roko sabe que esas palabras mayores dependen de más factores, especialmente del trabajo. Políglota, ya se maneja de manera bastante ágil con el castellano, como buen eslavo. Se aleja, sin embargo, del tópico por su cercanía y simpatía. No es otro frío hijo del Este. Es de risa fácil. Le viene de lujo para encajar en el buen vestuario blanquiazul. A sus compañeros les pide centros para rematar de cabeza mientras posa bajo la imagen del histórico Pedro Bazán. -¿Qué tal los primeros días? -Perfecto, muy bien. El equipo, la ciudad… estoy muy contento. -¿Cómo le ha recibido este vestuario?
-El vestuario me ha recibido muy bien. Tiene gente muy joven pero también algunos un poquito más veteranos. Gente que transmite felicidad, pero gente que también sabe qué es broma y qué es trabajo. Sabe cuándo es tiempo para lo uno y para lo otro.
-¿Le han gastado ya alguna broma?
-(Risas). En español es difícil explicarlo para mí. ¿Los más cercanos? Ahora con Einar, que estuvo en Croacia; con Kevin, que hace muchas bromas; y con Juanpe, que tenemos los asientos juntos. Con todos en general pero hablo con ellos un poquito más.
-¿Cómo lleva el calor? -Uf, necesito un tiempo todavía para acostumbrarme. Pero va bien, entrenamos un poquito más pronto. Necesito una semana más y ya está.
-¿Qué le dice el míster?
-No mucho. Pero me dice que está contento de que haya venido, lo que espera de mí en el campo para ayudar al equipo y algunas correcciones en los entrenamientos.
-¿Qué tal los partidos?
-Mucho calor, pero pienso que jugamos bien. Sabemos lo que queremos en el campo y creo que la gente ha visto que juga- mos bien y que tenemos oportu- nidades. Los primeros test van bien.
-Contó en su presentación que cuando jugó en La Rosaleda no escuchaba nada por el ruido. -Sí, porque era un partido muy difícil, nos jugábamos mucho tanto Málaga como Racing. Necesitábamos los puntos. Después de la roja al Málaga no escuchaba al árbitro ni a mis compañeros, nada. Mucho ruido. -Ya tendrá ganas de sentir esa presión a su favor…
-Sí, claro, cuando sea mi favor, mucho mejor. Creo que la gente va a venir como siempre viene aquí al estadio. Creo que vamos a hacer un buen año.
-Ese ambiente caliente que se va a encontrar en Málaga, también lo hay en Croacia.
-Sí, en Croacia también lo hay en algunos equipos como Hadjuk Split o en mi ciudad el Dinamo. Pero no es como aquí, aquí el fútbol es como una religión. En Croacia son un poquito hooligans y tal, pero aquí la gente vive para el fútbol.
-Ha viajado mucho…
-Sí, he viajado mucho. Hay gente que tiene un camino como el mío y otros están en un club o dos toda su carrera. Para mí es una gran experiencia, positiva. Sé cómo se juega en otro país, cómo se juega aquí. Esto me puede ayudar.
-Hungría, Eslovenia, Polonia, España y Portugal aparte de su Croacia natal. ¿Qué diferencias hay de un sitio a otro?
-El cambio más grande es cuando vine de Eslovenia a España. Porque aquí el fútbol es más rápido, viene más gente al campo. Es un fútbol diferente, de más pases, más ritmo. En Polonia es de muchos duelos y mucha pelota larga. En Hungría jugaba en un grande como Ferencvaros, así que ganábamos con facilidad los partidos en liga, que no en competición europea. La mayor diferencia la noté en España.
-Y de idiomas bien, se maneja con soltura en español.
-Ahora hablo más o menos bien, pero el primer año cuando llegué a Santander no hablaba nada. Tuve algún problema pero a los tres o cuatro meses entendía bien todo y en los dos últimos meses ya lo hablaba mucho mejor. Hablo mi idioma, inglés, español y polaco, porque mi novia es polaca y además tiene similitudes con mi lengua y es fácil para mí.
-¿Cómo fueron sus primeros pasos en Croacia? Viene de familia de futbolistas.
-Sí, mi padre fue futbolista también. Mi hermano juega en Dinamo y creo que la gente lo conoce en España porque se ha enfrentado en Europa League o Conference a equipos españoles. Tengo un tercer hermano que también juega, pero es pequeño y todavía tiene que buscar su camino.
-¿Qué edad tiene?
-Tiene 18 años, pero todavía necesita un poco más de músculos (Risas). Juega en un equipo de Zagreb, estuvo en la cantera del Dinamo. Es lateral izquierdo, zurdo como yo. Martin es dies
Hablo un poco más con Einar, que jugó en Croacia; Kevin, que hace muchas bromas; y Juanpe por cercanía”