IVÁN GARCÍA, PLATA EN +87 KILOGRAMOS
“Te lo mereces más que nadie y puedes conseguir lo que quieras”, le decía el campeón olímpico en Londres 2012. Quesada y él compartieron años en el CAR de Sant Cugat y Dan5 fue uno de los que le ayudaron a preparar aquellos Juegos y los de Río.
Era el sentir general. Dani se lo merecía, llevaba años brillando en categorías inferiores pero no terminaba de llegar el oro absoluto. “Siempre he sido la eterna promesa porque aunque mi estilo de combate gusta mucho, no llegaba el oro y todo el mundo creía que me merecía más. Yo lo sentía también así, sabía que podía hacerlo. Era cuestión de esperar y seguir trabajando”, explica.
EL SUEÑO DE SU VIDA
Y la medalla es precisamente fruto de años y años de trabajo. “Este oro mundial es el sueño de mi vida. Cuando quedé campeón de Europa cadete en 2009, con 13 años, fue cuando por primera vez me planteé que podría ser algo en este deporte y todos los días, desde entonces, mi sueño ha sido ser campeón del mundo. Ayer (por el jueves) no era consciente de lo que había conseguido y hoy sigo en una nube, me cuesta asimilarlo”, reconoce al teléfono desde México.
Aquella medalla de 2009 fue el inicio, la primera piedra sobre la que construir
Iván García debutó en el Mundial con triunfo ante el puertorriqueño Vázquez por 20. También necesitó sólo dos asaltos ante el francés Yazidi (2-0) y se aseguró la medalla ante el brasileño Siqueira (20). En semifinales, ganó al chino Song (20). En la final, cayó ante el local Carlos Sansores por dos asaltos a cero. una carrera en la que ha subido a lo más alto del podio en todas las categorías inferiores: campeón mundial junior en 2012 y campeón de Europa sub 21.
En categoría absoluta suma ya 38 metales internacionales. Hasta ayer las más importantes eran su bronce mundial de 2019 y el bronce europeo de 2021.
UN MUNDIAL DE DIEZ
En Guadalajara hizo un campeonato de 10. Ganó al kazajo Kozhakhmet, en octavos al australiano Sejranovic y en cuartos al bosnio Husic. En semifinales se impuso al serbio Takov y en la final sólo necesitó dos asaltos para ganar al brasileño Edival Pontes.
“Dani es un taekwondista muy completo y hace un taekwondo muy espectacular. Domina muchos recursos técnicos y es muy explosivo. Destaco su implicación y el 200% que da en los entrenamientos.”, dice Miguel Ángel Herranz, su entrenador.
El barcelonés, que está empezando a preparar unas oposiciones a bombero después de haber dejado los estudios hace años para apostar por el taekwondo, no ha tenido tiempo para celebrarlo. Ayer ya volvió a entrenar, no se ha dado ni un día de descanso. En menos de un mes tiene el Grand Prix Final y, a largo plazo, el sueño olímpico de acudir a París. ●
El Comité Paralímpico Internacional (IPC) ha suspendido a los comités nacionales de Rusia y Bielorrusia, lo que pone en serio peligro su participación en los Juegos de París en 2024. La sanción, además, se hizo en una asamblea extraordinaria y en dos votaciones por separado, más contundente en el caso del país que preside Putin (64 a favor y 39 en contra) que en el del gobierno de Lukashenko (54-45), una maniobra inteligente para no hipotecar acciones futuras.
La diligencia del IPC, muchas veces escaparate de las miserias humanas —mutilados de guerra, víctimas del desastre de la ucraniana Chernobyl...— contrasta con la tibieza con la que el Comité Olímpico Internacional aborda todo asunto en el que aparece Rusia, lo que alimenta el sentimiento de deuda moral hacia ese país que siempre ha rodeado a Thomas Bach, el presidente que en 2013 encontró en el mismo Putin un gran aliado en el lobby que le llevó a suceder a Jacques Rogge al frente del movimiento olímpico.
Para disipar esas dudas se echa de menos una postura enérgica mientras se cumple el noveno mes de la guerra en Ucrania. En la primera oportunidad, en la reunión de los comités olímpicos nacionales en Corea, a la repulsa al conflicto y reafirmarse en que “no es el momento” le sucedió una divagación sobre que el deporte no puede caer en la misma vía de confrontación que la política. De hecho, se permitió el símbolo de la bandera de ambos comités en los pupitres de un foro donde hubo significativas ausencias. La que más, la de Ucrania. Debe ser difícil sentarse en la misma mesa de alguien que está aniquilando a los tuyos. Fue un episodio lamentable. ¿Por qué el deporte intenta ir en una dirección distinta al resto del planeta?
El Olimpismo está en disposición de apretar también a su manera. Y es lo que se le pide. Es el momento de mano dura. El invitar sin ambages a los comités rusos y bielorrusos a abandonar las reuniones del deporte y el aceptar a los deportistas de esos países de forma individualizada, siempre que se muestren públicamente en contra de la invasión. Lo ha hecho Rublev, por ejemplo. Por ahí pueden empezar otro tipo de batalla. Que igual resulta efectiva a nivel popular. Mantenerse de perfil o buscar medidas esteriles no conduce a
ningún lado.