Jordi Alba,
La mejor versión de Jordi Alba siempre aparece con la selección y con Luis Enrique a los mandos. El debut mundialista no fue una excepción. El lateral izquierdo firmó un partido brillante redondeado con la asistencia a Marco Asensio en el 2-0. “Es el lateral que mejor elige en el último pase”, dice el seleccionador. Clave para él, Jordi será titular nuevamente ante Alemania.
La irrupción de Balde en la segunda parte le apartó un poco de los focos, pero el informe post partido del cuerpo técnico de la selección habla de una actuación redonda de Jordi Alba, que ha llegado a este Mundial en un gran momento de forma y con una mentalidad de capitán que está resultando vital en los primeros días de concentración. “Aprendes que puedes ayudar mucho de otra manera, no solo jugando, eso te lo da la madurez”, decía Jordi Alba en los micrófonos de la Cadena COPE en la previa del partido ante Costa Rica. El seleccionador está encantado con su rol fuera del campo.
Sobre el césped, Alba ofrece mejores prestaciones con la selección que con el Barça, donde le está costando más imponerse en el once. Pero con La Roja es intocable. Luis Enrique no dudó ni un momento en llamarle para el Mundial y aunque con el técnico asturiano nunca se sabe, Alba siempre tuvo en mente el Mundial, el tercero en su cuenta.
Gavi se estrenó el miércoles en un Mundial con 18 años. Poco le importó. Desde los 17 está demostrando que eso del entorno le importa lo justo o nada. Como tal jugó ante Costa Rica. No entiende el fútbol de otra manera, que no sea lo de darlo todo y pelear hasta la extenuación. La consecuencia no fue otra que salir elegido el futbolista más valioso del partido. Poco le importó aquello de ser el español más joven en debutar en una Copa del Mundo.
Su fútbol fue creciendo según pasaban los minutos, culminado con el gol logrado en la parte final del festival español tras asistencia de Morata. Tercer gol del azulgrana en catorce partidos con la selección. En el Barcelona su cifra goleadora se queda en dos... en 66 partidos. Diferencia brutal que nace de la disposición táctica con uno y otro entrenador. Mientras Xavi le obliga a jugar más pendiente de asociarse, de pegarse más a la banda, Luis Enrique le lleva a jugar más por dentro, a mirar más hacia la portería y a ser más vertical en cuanto el juego lo permita.
Los datos demuestran que no engaña. Recorrió 12,82 kilómetros, siendo el que más metros recorrió en el partido, con 64 carreras en velocidad. Su filosofía es la de asociarse con el amigo y para ello no dudó en ofrecerse en 135 ocasiones al compañero en busca del balón y de ayudar al que viste como él.