Azahara ya es multitarea
GOLF COMPITE EN EL ANDALUCÍA COSTA DEL SOL OPEN DE ESPAÑA Combina su reciente maternidad con los torneos. La clave de su buen regreso, competir hasta las 28 semanas y entrenar hasta dar a luz
Azahara Muñoz fue madre del pequeño Lucas el pasado mes de febrero, y en septiembre protagonizaba su regreso a la competición en un torneo del Ladies PGA Tour (LPGA). La malagueña, de 35 años, es uno de los pilares del golf español y en su regreso a suelo nacional ha arrancado el Andalucía Costa del Sol Open de España en séptima posición, tras firmar una tarjeta de 69 (-4). Aza llegó de milagro el lunes a su ciudad natal, tras lograr un permiso especial de viaje, pues está tramitando la nacionalidad estadounidense y en principio no podía abandonar el país.
La andaluza, que ha disputado cuatro torneos del LPGA desde su regreso, ha pasado el corte en los cuatro, algo que no es un problema en el abierto nacional, ya que al ser la final de la Race to Costa del Sol carece del mismo.
Los tiempos a la hora del
Enviado especial
Trabajé físicamente hasta dar a luz para volver bien”
“Para no perder la tarjeta jugué muy embarazada”
embarazo cuentan, y mucho, para una golfista, como explica Muñoz a MARCA: “En el LPGA tu año de exención por maternidad es en el que nace tu hijo, y Lucas es de febrero de 2022, por lo que ahora no tengo en realidad la obligación de jugar en el circuito estadounidense ya que me mantienen la tarjeta. Lo malo es que 2021 lo terminé bastante embarazada y por mí habría dejado de competir antes. Al final ya había crecido mi barriga y tenía algunos dolores. Pero tenía que acabar la temporada jugando para mantener la tarjeta”.
SENTIRSE COMO ANTES
Eso sí, aquella circunstancia que durante algunas semanas fue incómoda para Azahara, ha resultado positiva a día de hoy: “El hecho de jugar torneos profesionales embarazada hasta tan tarde, me ayudó. Muchas madres del Tour han comentado que han tardado hasta tres años en volver a sentirse como antes. Como mucho se suele jugar hasta las 20 semanas de embarazo y yo lo hice hasta las 28. Eso me vino bien porque no tenía más remedio que ponerme a ello, aunque las sensaciones fueran raras”.
La andaluza incluso reconoce que en su caso todo ha ido rodado: “Yo luego he tenido suerte porque perdí el peso muy rápido. Hice bastante gimnasia con mi preparador para tratar de asegurarme que no iba a tener esos problemillas al volver y todo ha ido muy bien. Mi entrenador me dijo que sólo dejara de ir al gimnasio cuando diera a luz”.
Aunque los torneos del LPGA (y el PGA masculino) cuentan con guardería, Azhara admite: “Me falta tiempo para poder entrenar”. Eso sí, para la ganadora de cuatro Solheim Cup, 2023 es especial: “Si entro en el equipo europeo de la Solheim Cup significará que todos los objetivos previos que me marqué los habré conseguido. Quiero ir, ya sea como jugadora, como asistente del equipo... o para repartir el agua”. ●