Marca Andalucía

Caos con premio UN EQUIPO DESENCAJAD­O

Tras un gol tempranero de Morata, la selección se duerme y firma un encuentro plagado de defectos • Japón remonta en tres minutos

- por José Luis Hurtado @Hurtado_Hurti

Ganar antes de tiempo es peligroso. En un Mundial se camina sobre hogueras en cada partido. España marcó pronto a Japón, se fue del estadio, estuvo eliminada tres minutos que parecieron una legislatur­a y se salvó por los goles de Alemania a Costa Rica.

Un motivo insólito de celebració­n tras una función de blandura y falta de respuestas.Tras la exhibición ante Costa Rica parecía que el título mundial era español. Una desproporc­ión clásica española, que en el fútbol pasa con facilidad de la fiesta a la depresión.

Lo que pintaba a día plácido, más tras el gol de Morata, se convirtió en un partido desastroso, sin noticias de la chispa y alegría del estreno. España enseñó un catálogo de problemas. Se perdió en el césped y en el banco. El naufragio supone entrar en octavos por la parte menos ruda, sin Argentina y Brasil a la vista. No fue un ‘biscotto’, fue una calamidad, pero remediable. Espera Marruecos.

Un caos de segunda parte abocó a la selección española a un desastre con un premio de consolació­n. La selección encajó dos goles en cinco minutos y entró en modo pánico en el banquillo y en el césped mientras deambulaba entre la clasificac­ión y la eliminació­n. Una tarde para la historia del suspense. Se necesita reactivar la ilusión.

La ventaja de Morata se evaporó en un suspiro. Primero Doan aprovechó otro error en la salida de atrás del balón. A continuaci­ón, con el rostro desencajad­o en Qatar y en millones de salones, un balón que parecía fuera llegó a Tanaka en la línea de meta. El esperpento era una realidad.

No había reacción. Sin ritmo, juego ni organizaci­ón, España animó a Japón, lanzada como le sucediera ante Alemania. La selección necesitaba un tiempo muerto que no existía. El equipo iba cuesta abajo. No se creaban ocasiones y el naufragio alcanzaba a todas las

líneas. En defensa había imprecisio­nes, en el medio no se dominaba el partido y en ataque no se encontraba una vía para que se probara la capacidad de Gonda. Con el estómago del revés se buscaba algo que naciera del instinto con Asensio, Ansu y Ferran en la hierba en la recta final.

ALINEACIÓN INHABITUAL

España había ganado el partido desde el sorteo. Un pecado en el tiempo de la motivación. El partido llegaba con la pegatina de fácil en la solapa. Era un engorro en la autopista hacia los octavos, otro listoncito sin importanci­a antes de verse con Brasil. La imaginació­n al poder se pintaba en el mayo del 68. En el otoño del 2022 hay prisa por tachar fechas en el almanaque. Pasó lo que pasó.

Siempre es divertido esperar la foto de la alineación de Luis Enrique. Se daba por segura la nevera para las piernas de Busquets y Gavi, uno por tarjetas y otro por golpes. Sin embargo, fueron de los pocos que repitieron en el once. Entraron como titulares Azpilicuet­a, Pau Torres, Balde, Nico Williams y Morata, aliado con las redes de Qatar.

Al fútbol japonés se le asociaba por defecto con el cómic, Oliver, Benji, jugadas a cámara lenta que duraban dos días mientras se hablaba con los amigos y cierto regusto por la anarquía. Entre ellos, Kubo, que dejó apenas un par de detalles antes de ser sustituido. A sus defensas se les achaca endeblez en el juego por alto. Para dar la razón la zaga se disecó en un centro de Azpilicuet­a a Morata que este cabeceó en el área pequeña sin una miga de molestia alrededor.

Cabía esperar el efecto del gol: la apertura de una fiesta o un sedante. Sucedió lo segundo. El partido entró en una zona de nada. España amasaba la bola y de paso desesperab­a a Japón, aburrido cuando no la toca. Para paliar el enfado los orientales entraron en un concurso de rasca y gana sobre las articulaci­ones españolas.

En ese envoltorio la atención se centraba en lo anecdótico. Unai Simón volvió a jugar sobre el trapecio a la hora de sacar el balón aunque la situación se dirima a unos centímetro­s de la línea de gol. Da la impresión de que un pelotazo del portero acarrea multa. El empate apareció así. Los soldados de Luis Enrique siguen la hoja de ruta marcada.

EL PLAN JAPÓNES

Hasta se vio un fallo impropio de Busquets en la terraza del área. No había noticias del atrevimien­to mostrado ante Costa Rica. Japón parecía repetir la táctica del día de Alemania con una primera parte pésima y una segunda de colocar estampitas y kamikazes por toda la hierba. España se desconectó en cada yarda de la superficie. El balón no lo perdía, pero no había mordiscos.

Los japoneses, patriarcas de la disciplina, cumplieron su pizarrón. En la parte misteriosa del fútbol han ganado a Alemania y España. Lo que era un equipo adormilado en la primera media hora se convirtió en una guerrilla.

España acabó rondando el área japonesa sin una ocasión clara. Alemania, con Havertz, metia a España. España eliminaba a Alemania. Empieza un nuevo Mundial. Ahora vamos de tapados. ●

EL EQUIPO NECESITABA UN TIEMPO MUERTO QUE NO EXISTÍA

 ?? ??
 ?? PABLO GARCÍA/RFEF ?? Busquets y Asensio, al final del choque.
PABLO GARCÍA/RFEF Busquets y Asensio, al final del choque.
 ?? ??
 ?? AP ?? EL GOL DE LA REMONTADA JAPONESA
En la imagen Tanaka remata en línea de meta ante Rodrigo el segundo gol japonés que concluía la remontada tras el descanso.
AP EL GOL DE LA REMONTADA JAPONESA En la imagen Tanaka remata en línea de meta ante Rodrigo el segundo gol japonés que concluía la remontada tras el descanso.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain