El póquer de Lukaku

FALLÓ CUATRO OCASIONES CLAMOROSAS PARA MARCAR Entró en la segunda parte para mejorar la pegada de su equipo, pero el ‘9’ se hinchó a fallar, incluso con la portería vacía

ga, con Lovren y Vertonghen luchando por la posición y el remate o el despeje, respectivamente. La jugada continuó y acabó con penalti absurdo de Carrasco... anulado porque resultó que, en el origen de la acción, Lovren había partido un meñique de la mano por delante de Vertonghen. La tecnología...

CUANDO NO QUIERE ENTRAR...

Bélgica despertó tras el descanso, pero no le sirvió. Lukaku supo llenar el área, pero no hacer diana. En el 60’, justo después de una ocasión clarísima de Carrasco, estrelló en el palo la mejor opción de victoria y clasificación. La pelota, para mayor rabia, se paseó por la línea. Y, por si fuera poco, dos minutos más tarde tampoco atinó en un cabezazo a centro de De Bruyne. Ni en el 87’, en un balón suelto; ni en el 90’.

DEBIÓ SER DURO PARA EDEN: QUINTO CAMBIO, EN EL 87’ Y POR MEUNIER...

COURTOIS NO SE HUNDIÓ

Aunque debió hacer más en el primer tanto de Marruecos, Courtois se despide del Mundial con dos porterías a cero y salvándose del suspenso general. Frente a Canadá fue decisivo, salvando un penalti para posibilitar el triunfo, y ante Croacia también respondió como de él se espera.

Romelu Lukaku va a tardar en olvidar el partido contra Croacia. El delantero del Inter de Milán tuvo en sus botas la posibilidad de que Bélgica siguiera adelante en el Mundial, pero estuvo irreconocible. Ocasiones que un killer como él nunca perdona, ayer no entraron. Falló lo que nunca falla... y su equipo lo terminó pagando.

Lukaku lleva todo el Mundial sin estar a su mejor nivel. El delantero llegó a la cita con molestias y Roberto Martínez ha optado por ir dosificándolo. Hasta que ayer llegó el momento definitivo. Tiró de él en el descanso porque su equipo no era capaz de finiquitar la cantidad de ocasiones que generaba. Y los hechos demostraron que la apuesta era buena... pero Romelu no tenía el día.

Hasta cuatro ocasiones claras tuvo el atacante para adelantar a los suyos, pero no tenía el día. Nada más entrar dispuso de una, pero la mandó al poste.

No obstante, la más clara fue la que aparecen en las fotos de arriba. Una mala salida de Livakovic permitió al delantero recibir solo en el segundo palo. Un balón franco para empujarlo, pero se equivocó en la elección. Remató con la tripa y el balón salió tan blando que le dio tiempo al guardameta a corregir su posición. ●