El trabajo paga
ÁNGEL CORREA HABÍA MULTIPLICADO SUS SESIONES DE ENTRENAMIENTO PARA ESTAR EN EL MUNDIAL • LA DECEPCIÓN INICIAL DIO PASO A LA ALEGRÍA DE SU CARRERA DEPORTIVA
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Pablo Egea
stá feliz, muy feliz”, señala la gente que más conoce a Ángel Correa. El argentino fue despedido por cientos de seguidores antes de coger el vuelo a Qatar, cita que tenía entre ceja y ceja en los últimos meses y por la que había multiplicado sus sesiones de entrenamiento. Consciente de que debía mostrar su mejor versión como colchonero para formar parte de los planes de Scaloni, el 10 del Atlético trabajó casi a diario por su cuenta para defender La Albiceleste en el Mundial.
Por todo ello, quedarse fuera de la lista la pasada semana fue un palo durísimo para
El Atlético y Save de Childen renovaron el acuerdo con el objetivo de reforzar las iniciativas para la protección de la infancia y adolescencia que ambas entidades han puesto en marcha. La idea es usar el deporte para lograr la igualdad. un jugador que venía siendo un fijo del combinado argentino desde 2020. Se refugió en Cañuelas, en el departamento de Buenos Aires, junto a su familia. Lejos de playas paradisíacas, el atacante había echado una pachanga con su representante y unos amigos horas antes de conocer que iba a partir definitivamente en el Mundial. Se refugió en los suyos tras sufrir una de las grandes decepciones de su carrera.
NO ERA CONSCIENTE DE ELLO Tras unos momentos de tristeza por no estar en la lista, el hecho de que no hubiese empezado aún el Mundial hacía que Ángel Correa no sufriera demasiado por quedarse fuera. No ver a sus compañeros jugando amortiguaba un golpe que se ha transformado en felicidad. Ya descuenta las horas para estar con sus compañeros y reencontrarse con Rodrigo de Paul, gran amigo, Nahuel Molina, compañero también de equipo, y el resto de una Selección que es una de las candidatas para ganar el título mundialista.
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