OJO CON LA FIA Y MÓNACO

dos) a duras penas da entrevistas largas y no entra en los premios, festivales y demás que monta el ‘establisment british’. Así que en cuanto se despista tiene un buen lío montado. Y además no se corta: “Buena parte de culpa la tienen los periodistas, si no sabes la historia real, no necesitas escribirla. Estoy un poco harto con toda esta mierda rondando nuestro entorno todo el equipo, estoy bastante cansado siendo sincero”, ha insistido.

Así que con el ‘calentón’de Checo le han breado una y otra vez al bicampeón con la misma polémica, desde Sao Paulo a Abu Dabi. Insiste en que no tiene porqué explicar lo ocurrido “al inicio de año”, el motivo por el que se negó a echar una mano al mexicano, “ya lo habíamos discutido”, insiste, y está sorprendido, asegura, de que esto se haya convertido en centro de atención cuando todo está ya decidido y, sin decirlo, que hablamos de un subcampeonato que tiene una importancia relativa.

Pero resulta que la rebelión de Checo ha puesto el foco sobre la maniobra de Mónaco, la que desató el cabreo a largo plazo de Max en mayo, entendiendo que se salió a propósito para evitar la pole del neerlandés. En Red Bull temen que la FIA investigue lo ocurrido si hay una declaración de peso, un testigo que les obligue a revisar el caso, como ocurrió con Singapur 2008 entre Piquet Jr, Briatore y Alonso.

Si Max hablara abiertamente de que cree que se estampó a propósito, siendo parte del equipo, con acceso a telemetría, datos y opiniones de ingenieros, la cosa se pondría complicada para los energéticos si la FIA se aplica en serio, y está abierta a ello, sobre todo en un año en que han tenido que tragar y pagar 7 millones por superar el techo de gasto.

El comunicado público, el apoyo a Max, la llegada de Ricciardo... Red Bull ha aplacado la rebelión antes de que el ruido sea demasiado. ●