UN GRAN ORADOR
nando, que cedió sus dos opciones de título contra él en 2010 y 2012. Y ayer este era Fernando: “Sale noveno, yo décimo, así que lo cuidaré en la salida y en la primera vuelta, espero que ambos crucemos la bandera a cuadros”.
El legado que deja el tiempo lo dirá, porque apenas tuvo enemigos, su padre era ajeno a los focos aún yendo a todas las carreras, y sin representante que le dejara mal aquí o allá. Ni conocíamos a su mujer o sus hijos hasta que apareció con el anillo de casado, aunque tampoco arrastró pasiones en Alemania, como le pasó también a Rosberg. Schumacher se lo llevó todo.
Lo que sí tiene es discurso político en un inglés de Oxford. A los pilotos les gusta eschucharle “porque es profundo, todos sabemos el talento que tiene, habla bien, dice lo que hay que decir”, reconoce George Russell. Seb siempre ha dominado bien el escenario y la sonrisa le ha abierto muchas puertas, además del sentido del humor y la simpatía. Un tipo cariñoso, también con la prensa, y con los rivales.
“No creo que sea un ‘show de despedida’, es un ‘hasta luego’, volverá. Voy a apostar mi dinero en que volverá, solo tómate un año sabático, tal vez dos años como máximo, y luego volver” le dijo Hamilton en la cena multitudinaria (dicen que 150.000 euros entre los 20 pilotos). En respuesta, Vettel bromeó: “Tal vez podamos hacer un trato, cuando quieras irte, puedo volver yo”.
Se va en el momento justo, cuando alterna errores con soberbias actuaciones, con 35 años, pelo de guitarrista alternativo, familia que le espera y con la mente fuera de las carreras hasta que anunció su adiós y se quedó tranquilo para cuajar buenas actuaciones. Siempre ha sabido hacerlo, como en Ferrari 2020 asolado ya por el huracán Leclerc y cantando una canción en la radio.
“Tengo muchas ganas de sorprenderme y pasar más tiempo con mis hijos y mi familia, lo que será un desafío diferente para mí”, dice. El ecologismo express ha llegado a su vida, le da igual el escenario y la campaña, del plástico a los árboles, y ya veremos si no reaparece, como Nico Rosberg, envuelto en mil banderas, desde LGTBi a lo que se le ocurra. Se lo ha ganado.
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ASTON MARTIN