MESSI, NEYMAR, MBAPPÉ Y... LUIS ENRIQUE
España se paseó ante Costa Rica en su debut en el Mundial de Catar y minutos después, aprovechó para sacar pecho de su planteamiento, de sus muchachos, de su pizarra, de ser la estrella de la selección que mejor ha jugado hasta la fecha en Qatar. Se llama Luis Enrique Martínez y la organización del Mundial, se confundió. En los carteles gigantes de los edificios, no debieron poner a Pedri, el rostro era el de Luis Enrique, el seleccionador de España. Tras el duelo, periodistas franceses o argentinos se acercaban al centro de prensa para preguntar por la extraña relación entre la prensa española y Lucho, entre el país y
Luis Enrique.
Es la selección de todos pero parece la suya, viste como quiere, ‘stremea’, posa en
Instagram sin camiseta… a la gente le molesta pero realmente ¿Cual es el problema?
¿Cual es el problema en realidad? Es una relación de amor y odio, es un angelito que siempre pierde ante el mismo demonio.
Es el mejor seleccionador del torneo, eso sin ninguna duda. Es el personaje más atractivo de la Qatar University y es el mayor activo de nuestro fútbol representado en la mayor cita del mundo del fútbol. El tipo que si tenemos alguna opción, es el mayor responsable. Es antipático, beligerante, tensa la cuerda y si la rompe, disfruta. Pero de momento, lo único seguro es que ha cumplido todos sus objetivos: descargar de presión a sus jugadores y convertir a sus jóvenes muchachos en los soldados de Lucho.
Si fuera francés, sería el mejor. Si fuera portugués sería José Mourinho. Es español y en el Mundial, uno de los grandes protagonistas para bien de Qatar y ha confirmado que se puede ser seco o distante y brillante al mismo tiempo.
Con sus cosas, Luis Enrique Martínez es nuestro, es el nuestro y mientras los argentinos lloran, los brasileños dudan o los alemanes rajan, nosotros lo único que deberíamos hacer es presumir de líder. Es lo que está claro, Luis Enrique es nuestra estrella y luce como tal.
ES LA SELECCIÓN DE TODOS, PERO PARECE LA SUYA... ES NUESTRA ESTRELLA