Brasil afloja, pero salva el siniestro
EMBORRONA SU EXPEDIENTE TRAS RESERVAR A CASI TODAS SUS ESTRELLAS Aboubakar firma la primera derrota de la Seleçao, que salva por los pelos el primer puesto del grupo. Rodrygo destaca y Epassy frena a su manera las opciones brasileñas
Nada hacía prever un tercer partido tenso para Brasil, pero lo fue. Un gol de Aboubakar en el descuento dejó a la Canarinha a un tris de perder la primera plaza del grupo. Daba igual que el gol fuera de Camerún o de Suiza, pero ese tanto venenoso no llegó y permite al grupo de Tite, al calor de la renta amasada en los dos primeros partidos, pasar como primero de un grupo sencillo para los brasileños a pesar de sofocón de última hora tras el gol de Camerún.
El seleccionador brasileño oxigenó su once con hasta nueve caras nuevas. Entre ellas, un Rodrygo Goes que se estrenaba como titular con la absoluta. En cualquier caso, el jugador del Real Madrid tiene ya el cuajo suficiente como para no arrugarse ante ningún desafío. Jugando por dentro, en la parcela del lesionado Neymar, firmó las mejores acciones de Brasil en el primer acto, en especial un par de arrancadas que sólo pudieron frenar los africanos a cambio de sendas amarillas.
Con todo, fue Martinelli el que gozó de las mejores ocasiones, en el primer tiempo y también en el segundo. Pero Epassy, el portero movilizado a última hora tras el turbio caso Onana, le negó el gol de todas las formas posibles. Poco ortodoxas la mayoría de las veces, pero efectivas al fin y al cabo.
Camerún, que debía ganar y esperar un favor de Serbia, dio un paso al frente en el segundo tiempo, en el que Tite siguió recogiendo cuerda y dando paso a los suplentes de los suplentes. Los espacios a la espalda de los medios cameruneses fueron explotados por la pentacampeona, que falló siempre a la hora de apretar el gatillo. Martinelli estuvo especialmente negado, aunque completó un partido aceptable en la banda de Vinicius.
Los errores en la definición del plan B de Brasil, casi el C en la última media hora, permitieron un final abierto en el que Aboubakar fue el más listo de la clase. Su gol permite a Camerún regalarse un fiestón de despedida, nada menos que una victoria ante Brasil, que no puede darse el lujo de ser tan tierna en los cruces.