MIS DOCE MUNDIALES
Exhibición de Kylian con un repertorio de juego ofensivo coronado por dos goles. Griezmann fue su secundario de lujo.
Vamos a por Marruecos con el mejor once posible y con Luis Enrique iluminado cuando toquen los cambios. No cabe el fallo.
Mbappé hace el gesto de la llamada telefónica al término del partido ante Polonia.
Francia despachó a Polonia con un Mbappé exuberante. Se le puede contener un rato, se le puede ganar alguna carrera, tapar algún tiro, ganarle alguna acción pero es imposible hacerlo durante noventa minutos. Su repertorio, sus recursos son tan amplios que destruyó a los polacos a voluntad: a la carrera, con pases interiores, en el tiro desde posiciones estáticas... En fin, un recital que le convierte ahora mismo en el principal aspirante a ponerse la corona de este Mundial. Le secunda Griezmann, que no tiene el foco de Mbappé
pero que está haciendo un Mundial completísimo. Prácticamente, todo el juego de ataque de Francia pivota sobre sus decisiones. Les Bleus exhibieron solvencia, pasaron algún apuro propio de las alturas en la que estamos pero se comportaron como un auténtico bloque, coronado por un trueno llamado Mbappe.
SOLVENTE INGLATERRA
En el turno de noche, Inglaterra no tuvo problemas para dar pasaporte a Senegal. Como otras veces, el equipo da la impresión de tener más jugadores que entrenador. A Inglaterra le cuesta soltarse, pero cuando entran en acción sus elementos principales, la fase ofensiva es demoledora. Bellingham va sobre patines, Foden lo borda y necesita saberse titular y Kane se sabe todos los trucos del oficio de delantero, de mediapunta y de centrocampista. Lo haría bien en defensa y una vez se puso de portero. Senegal no pudo hacer mucho más ante este trío. Se avecinan unos cuartos de final tremendos.