El día del 18

NINGÚN 1O DE ESPAÑA MARCÓ EN LOS CRUCES DIRECTOS DE UN MUNDIAL. SÓLO ASENSIO, ZAMORA Y RAÚL LO HAN LOGRADO EN LA COPA DEL MUNDO. HOY, PARTIDO PARA DEMOSTRAR GALONES

El dorsal 10 no se elige por casualidad. Es un dorsal, más en las selecciones grandes, que implica una responsabilidad, la de la mística de un número al que O Rei Pelé cargó de magia, pero también de peso para quien se atreve a colocárselo a su espalda.

Lo llevan Mbappé en Francia, Messi en Argentina, Modric en Croacia, Neymar en Brasil y Marco Asensio en la selección española. El de hoy es un partido para esos jugadores, para los que tienen la capacidad para asumir lo que implica llevar el 10 de una gran selección. España se presenta ante el momento de la verdad, el de regresar al grupo de los elegidos, volverse a ver entre los ocho mejores del mundo, algo que no pasaba desde que David Villa marcó ante Portugal en Ciudad del Cabo en 2010.

Para esa misión sería muy importante contar con la mejor versión de Marco Asensio. En lo que va de Copa del Mundo, el balear ha mandado buenas señales de que su fútbol puede ser importante para la selección. Marcó ante Costa Rica, tuvo el 2-0 con Alemania y, como todo el equipo, sus momentos menos brillantes llegaron ante Japón. Aún así, su entrada hizo retroceder a los japoneses y que pusieran las orejas tiesas. “La entrada de Marco nos obligó a estar más atentos en defensa, porque sabíamos la capacidad que tienen para golpear

GOLES de Asensio con España: dos con la absoluta, siete en la sub 21, ocho en la sub 19 y uno en Tokio. desde lejos, pero también para filtrar pases”, señalaba Kubo.

‘VENDETTA’ DE RUSIA

El de Marruecos es el segundo partido de octavos que vive Marco Asensio. Hace cuatro años, en el Luzhniki de Moscú, fue una de las apuestas de salida de Fernando Hierro para el choque ante Rusia. Después de haber jugado sólo 27 minutos en la primera fase (nada ante Portugal, 11 frente a Irán y 16 con Marruecos), apareció en el once español en el cruce de octavos.

Su partido, como el de toda la selección, fue decepcionante. Pero al menos dejó el balón que a los 12 minutos voló hacia el área rusa en busca de la cabeza de Sergio Ramos y Sergey Ignashevich introdujo en su potería. Luego, de nada valió. Asensio dejó el campo en el minuto 104 para que entrara Rodrigo Moreno.