El Mundial espera a Pedri
CREE QUE EL BOFETÓN JAPONÉS HA LLEGADO A TIEMPO La selección española necesita la mejor versión del que es el cuarto futbolista mejor valorado de los presentes en Qatar 2022 PEDRI
En Rusia, Asensio jugó con el dorsal 20, el que llevó en la selección hasta que pudo elegir el 10 al salir Thiago de los planes de Luis Enrique. El jugador del Liverpool lo lució en Rusia y también en la Euro.
39 PARTIDOS Y TRES GOLES
Ese es balance en los Mundiales de los futbolistas que han llevado el 10 desde que en 1954 la FIFA obligó a que cada selección otorgara dorsales fijos a sus jugadores.
En otras selecciones campeonas del mundo, el 10 es un número que va de la mano de sus gestas. Pelé marcó 12 goles en 14 partidos para dar a Brasil tres de sus cinco estrellas; Maradona anotó 8 en 21 y nada se entiende sin él en el título de 1986 y el segundo puesto cuatro años después; Mbappé ya lideró a Francia en Rusia y busca ahora lo que no sucede desde 1962, que un país encadene dos títulos.
Pero en la historia mundiales de España, el 10 tiene poca relación con el gol. De hecho, el de Asensio ante Costa Rica fue sólo el tercero desde que en 1962 lo llevara el defensa Gracia.
Antes, sólo marcaron con el 10 Jesús María Zamora y Raúl. El cerebro de la Real anotó en el Bernabéu en la derrota ante Alemania por 1-2, el día en que España se despidió del Mundial 82. Raúl hizo el primero de sus cinco goles en la Copa del Mundo ante Nigeria, en el estreno de Francia 1998 con derrota por 3-2. Sus otras cuatro dianas llegaron cuando ya era el 7 de España.
Si hoy marca Asensio ante Marruecos, será el primer jugador que marque siendo el 10 en los 16 partidos a vida o muerte que ha jugado España de los 66 que suma en los Mundiales.
Sea titular, como ante Costa Rica y Alemania, o entre después, como ocurrió ante Japón, Marco Asensio se enfrenta esta tarde en el Education City a uno de esos partidos por los que hace mucho su nombre se apuntó en la Ciudad del Fútbol como clave para devolver a la selección a la elite mundial. Es un partido de octavos, un momento de demostrar que el 10 de España está para la segunda estrella.
El mundo entero, no sólo el del fútbol, vive pendiente del estado de salud de una figura universal: Edson Aranrtes do Nascimento, Pelé. Él fue quien hizo del dorsal 10 el número que, con el paso de los años, se ha convertido en un algo sagrado en el fútbol. Es el de los elegidos, de los fenómenos, el que cuando alguien lo atrapa en un grande es para cargarse de responsabilidad.
Si el 10 tiene esa carga emocional es porque lo llevó Pelé en el Mundial de 1958, el niño de 17 años que asombró al mundo y llevó a Brasil a ganar su primer Mundial. Pero Pelé, que había debutado un año antes ante Argentina con el 13 a la espalda, no eligió. La FIFA había impuesto en Suiza 54 el dorsal fijo para los jugadores. Allí, el de Brasil lo llevó Pinga, un buen jugador que murió en el olvido en 1976 y al que nadie recordó como el primer 10 brasileño en los Mundiales.
Cuando llegó el Mundial de 1958, la CBF olvidó enviar la nómina de viajeros y sus dorsales a la FIFA. El jefe de la delegación, Paulo Machado de Carvalho, entendió que era algo menor, pero se encontró con la amenaza de que al Seleçao fuese excluida antes de empezar.
URUGUAYO AL RESCATE
La situación se volvió crítica. Desde la Conmebol se intervino para buscar una solución. Un uruguayo, que en 1950 celebró el Maracanazo, salió al rescate y cambió la historia del fútbol. Su nombre, Lorenzo Vilizzio, que estaba dentro del comité organizador. Deprisa y corriendo repartió dorsales sin orden alguno. A Gilmar, portero de Brasil, le tocó el 3; a Pelé, al que había quien llamaba Telé porque era un chaval desconocido, el 10. La historia del fútbol acababa de cambiar para siempre.
De Lorenzo Villizzio, entrenador campeón seis veces con Nacional de Montevideo, se perdió la pista en el túnel del tiempo.
Se le exige como si llevara una mochila de experiencia a su espalda cuando apenas tiene 20 años (cumplidos en Doha) y tres años en la elite, pero lo cierto es que la Eurocopa que Pedri hizo el pasado año elevó las expectativas y su cotización al máximo. De hecho, llegó a Qatar como cuarto futbolista más valioso de todos los que se han dejado ver por el Mundial. Solo Mbppé, Vinicius y Foden estaban y están por encima de él. Su valor para Transfermarkt, (pagina de referencia en ese sentido) se mantiene estable, pero el mundo del fútbol espera una gran actuación del culé, la que se atisbó ante Costa Rica y que no confirmó en los siguientes partidos.
No puede decirse que el centrocampista se haya escondido. De hecho es el jugador español que más busca el balón, tal y como reflejan las estadísticas de la FIFA. Esas que dicen que se ha ofrecido al compañero hasta en 336 ocasiones. Quiere la pelota, como también quería lucir el 10. Asume responsabilidades y aunque le ha faltado esa pase que terminara en gol, no será porque no lo intentó. Como por ejemplo a Dani Olmo con el empate a cero ante Costa Rica. Está convencido del éxito. Le falta esa jugada, ese golpe en la mesa que pueda ser definitivo para que España esté presente en los cuartos de final.
EL 1O EN ESPAÑA CARECE DE TRADICIÓN DE GOLES EN LOS MUNDIALES
PREPARADO PARA TODO
“Me encuentro muy bien. El de la selección es el estilo de juego que me gusta, donde me divierto. Toco mucho la pelota y eso me gusta. El partido de Japón no fue como esperábamos pero ahora viene Marruecos y seguro que estamos preparados”, señaló el jugador del Barcelona.
Con la mejor versión por aparecer, Pedri habla de que no se pueden permitir más despistes como el vivido en el último partido. “Llegamos a una fase de que si tenemos esos 10 minutos de desconexión nos vamos para casa, es lo más normal que te pase en un torneo así. Lo vamos a mejorar, no nos puede pasar porque si no estamos fuera del Mundial”.
El centrocampista suma ya 17 partidos como internacional y, pese a tener sólo 20 años, asume galones. Sabe que la selección necesita del nivel que mostró en la Eurocopa y que le valió para situarse como el mejor jugador joven del mundo. No es su obsesión, pero Luis Enrique, al iniciar la competición, lanzó al centro del campo de la búsqueda del gol y el azulgrana no lo olvida. Asume que es algo pendiente, pero que antes o después llegará.
En la Eurocopa 2020 fue el jugador que más kilómetros recorrió, con 61,5, y ante Italia en la semifinal completó con éxito 65 de los 67 pases que intentó antes de la
prórroga. ●
Otros diez minutos malos como los de Japón te mandan fuera del Mundial”
“El de la selección es el estilo de juego que me gusta, toco más el balón”
“Marruecos es una gran selección, pueden jugar tres partidos seguidos”
17 PARTIDOS CON ESPAÑA