SEPAMOS DISFRUTARLO, PERO...

Nuestro mejor arranque en un Mundial, un baño descomunal. El equipo que más pases ha dado en la historia de los Mundiales en una primera parte, de acuerdo. Un recital ante una Costa Rica que sólo dispuso del dieciocho por ciento de la posesión del balón, pero –y sin ánimo de nada– sometimos a una selección muy floja física y futbolísticamente. Y esto no quita mérito a esta España de Luis Enrique.

Hoy en día es muy difícil meter siete goles a nadie. Y más a Keylor Navas. Hay que disfrutar unas horas del ‘siete’ que les hicimos, pero no pensemos que el camino que nos espera se va a parecer a la sinfonía que interpretamos el miércoles. Hemos escalado en las casas de apuestas a ser los segundos favoritos. Primero Brasil, luego nosotros. Lo que tenemos asegurado es diversión. La manera de quedarnos con el balón y la eficacia de todo lo que hicimos sobre el campo –¡de ocho tiros a puerta siete goles!– es insólita.

Ahora hay que digerir el éxito y saber que todo lo que hicimos ante Costa Rica hay que repetirlo, pero a mayor velocidad. Esa es la presión a la que nos va a someter Alemania. Si el balón lo escondemos tan bien que cuando aparece ya está dentro de la portería del rival, arrasaremos. Pero para eso hay que acertar en las llegadas: verticalidad, contundencia y derroche físico también sin balón. El marrón ahora es para Alemania, y para Japón, la gran oportunidad. Ahora metemos miedo, lo ha visto todo el mundo y eso da más miedo aún. ¡Ojo con ir al intercambio de golpes ante los nuestros, que buscaremos el K.O.!

AHORA METEMOS MIEDO, LO HA VISTO TODO EL MUNDO Y ESO DA MÁS TEMOR AÚN