Calero, el culpable del ‘milagro’ del Burgos
que parece perdonársele todo y escuchar con atención sus ideas. Se lo ha ganado, sin duda, más, cuando te explica su idea del fútbol: “Yo creo que hay gente que lo hace muy difícil. El fútbol no es sencillo, porque tiene un entramado complicado, pero nos empeñamos en hacerlo más difícil de lo que es”. Para el parleño la diferencia está en lograr que la gente llegue a tus sentimientos, comprenda las situaciones por las que los entrenadores pasan, y, sobre todo, que te escuchen.
Calero, además, rechaza hablar de futuro, porque un entrenador solo depende del hoy. Hacer planes de futuro es muy complicado y el madrileño hace mucho que dejó de hacerlo. La diferencia está en pasar un buen momento o juntar cuatro derrotas consecutivas para ver cómo cambia el discurso.
EL FUTURO A CORTO PLAZO
Y, precisamente, de esos momentos, habla, aludiendo a lo mal que se pasa cuando se recibe una crítica infundada y dañina. Pone como ejemplo la frase de “¡Calero, vete ya!” para explicar que el trabajo del entrenador no solo depende de uno mismo, sino de terceros, de la fortuna y de otros factores que el entrenador no puede controlar: “Es lo más ingrato de esta profesión”.
En la etapa actual del Burgos CF, el técnico se erige como un mediador de conflictos entre afición y club, siempre pensando en el bien para su equipo: “No podemos darnos tiros en el pie. Si el Burgos quiere hacer algo y pretende seguir creciendo, tiene que ir todo el mundo de la mano. Yo voy a estar para ayudar, porque si nos separamos, en la división seremos débiles”.
Y en este punto, mira al futuro próximo. Las fechas empiezan a mandar y el mercado se acerca: “En el Burgos no tenemos necesidades y eso es una ventaja. Estaremos abiertos a él, como hay que estar y estudiaremos lo que podamos mejorar o lo que pueda surgir, como jugadores que no acepten el rol que tienen encomendado. A partir de ahí, tenemos una plantilla completa y es difícil de mejorar”.
Calero habla con ilusión de la segunda vuelta a la que etiqueta de emocionante, haciendo hincapié, sobre todo, en los últimos 10 partidos. El míster quiere ver que es capaz de hacer su plantilla y hasta dónde pueden llegar. De manera que, llegado a este punto, solo queda preguntarle si estará en Burgos mucho tiempo. Su respuesta hace que se aferre más a su profesión: “Podíamos haber firmado por tres años, pero preferimos hacerlo por uno”. Calero no quiere obligaciones por ninguna parte y la libertad de poder elegir en un momento dado lo considera muy importante. Eso sí, vuelve a repetir lo a gusto y feliz que está en Burgos, con un proyecto del que no conoce la meta ni el techo.
El fútbol no es fácil, pero nos empeñamos en hacerlo más difícil de lo que es”
Podríamos haber firmado por tres años, pero preferimos solo uno”
J. CALERO ENTRENADOR DEL BURGOS