ESPAÑA DEJÓ VIVIR A ALEMANIA

En boxeo habría ganado España ampliamente a los puntos a Alemania. Fue mejor. Sin discusión. En muchos momentos tuvo ‘groggy’ a su rival.

Pasó lo que se suponía que iba a pasar. Aunque Alemania estaba por encima en los pronósticos cuando arrancó este Mundial, se sospechaba que Alemania iba a hacer lo que le dejara España, es decir, que Luis Enrique iba a decidir a qué se iba a jugar. Así ha sido desde que está en el banquillo. Sombrerazo.

Sucedió, como digo, lo que estaba previsto. Se jugó a lo que quiso España. Controló el balón y el partido. Faltaron ocasiones de gol, pero tampoco era fácil sorprender a los alemanes. No porque Luis Enrique volviese a prescindir de un delantero centro nato, sino porque se encontraba bien haciendo lo que hacía. Tampoco tenía necesidad o urgencia por marcar un gol, dado que el empate valía. Los alemanes eran los que se estaban jugando la vida. Querían ganar, pero no podían. España les obligaba a jugar al contragolpe. Un drama para ellos.

Cuando marcó Morata, Alemania estaba fuera del Mundial. Asensio pudo hacer el 2-0 antes de que Unai Simón salvase el empate en la única ocasión que se dejó sorprender la defensa, justo tras los cambios realizados por Luis Enrique. Unos cambios que, visto lo visto, no mejoraron lo que se estaba viendo. España, en fin, perdonó la vida a Alemania, les permitió seguir vivos en este Mundial. Que se daban con un canto en los dientes lo demuestra el hecho de que no se dieran la menor prisa en botar un córner en el 92’.

LOS CAMBIOS NO MEJORARON LO QUE SE ESTABA VIENDO SOBRE EL CAMPO