Marca Galicia-Asturias

España está donde quería

BALANCE POSITIVO DE LA ROJA El selecciona­dor analizó el partido a primera hora de la mañana. Algunos aspectos a pulir pero la sensación es de ir por el buen camino

- J. I. GARCÍA-OCHOA/JOEL DEL RÍO

Apenas cinco horas después de llegar al hotel tras el España-Alemania, Luis Enrique ya estaba delante del ordenador analizando el partido. El selecciona­dor tenía ganas de volver a ver el encuentro para encontrar los errores que llevaron a España a no controlar el partido tras el 1-0 y a acabar cediendo el empate.

Perfeccion­ista como pocos, a buen seguro que el selecciona­dor encontró una amplia lista de aspectos a pulir, pero ni mucho menos hay un sentimient­o negativo dentro de la expedición de la selección. Todo lo contrario, las sensacione­s son positivas porque España está donde quería: líder y compitiend­o al cien por cien en todos los partidos. Ante Costa Rica se hizo lo que se tenía que hacer (ganar y convencer) y ante Alemania demostrar que España puede ir de cara con cualquier selección.

En este sentido, desde el seno de la selección se está convencido de que este partido ante Alemania servirá para que el grupo siga creciendo y para aprender de cara a las eliminator­ias que deben de llegar tras el encuentro ante Japón del próximo jueves.

El balance del duelo ante Alemania, desde luego, es positivo. Los hombres de Luis Enrique saltaron al césped del Estadio Al Bayt sabedores de que era importante definir quién quería más la pelota y cómo hacer daño con ella. Busquets descubrió las carencias de Alemania y no dudó en arriesgars­e a perder la pelota ante el entramado defensivo que elaboró Hansi Flick para realizar una intensa presión. Un examen más que interesant­e por su dificultad táctica y la altísima exigencia física... que dejó detalles positivos ante una candidata a conquistar el Mundial que permiten soñar con España.

BUENA PRESIÓN

Bajo la presión extrema liderada por Gavi, los primeros compases del partido se convirtier­on en todo un atolladero para la selección alemana. Se asomaron las carencias del rival... y floreció una de las grandes virtudes de la selección española: la presión. Con una media de recuperaci­ón, en presión defensiva, de 9,66 segundos, el joven centrocamp­ista azulgrana realizó la mayoría de las presiones directas (9).

Busquets, el faro de esta selección, lanzaba a sus ‘hordas’ a la guerra en campo contrario y Gavi volvía locos a los jugadores alemanes gracias a su intensidad y ritmo de partido. Con la posesión del balón, Pedri fue el protagonis­ta absoluto: hasta 130 veces se ofreció el centrocamp­ista a sus compañeros (46 de ellas fueron efectivas). Y es que otra faceta del juego quizás se puede discutir, pero que Pedri no se esconde nunca es una verdad tan grande como un templo. Alemania no era Costa Rica... pero Pedri siempre es Pedri.

LA BANDA DE JORDI ALBA

Tras la irrupción del ‘huracán’ Balde, todos los ojos estaban puestos en el lateral titular de la selección española. Llegó al Mundial de rebote, por la lesión de Gayà, tuvo minutos en el partido frente a Costa Rica y cuajó 26 minutos ilusionant­es: 97% de acierto en el pase y exprimió su punta de velocidad para dar un aviso al ‘18’. Qué bueno es tener competenci­a...

Jordi Alba va en moto con Luis Enrique. El lateral azulgrana fue todo un dolor de muelas para los hombres de Hansi Flick en la segunda parte. Una de sus cabalgadas por banda izquierda sirvió para romper por completo el entramado defensivo alemán: un balón preciso al hueco sirvió para que Morata firmase el 1-0. Detalle a tener en cuenta también la inteligenc­ia de Dani Olmo al meterse por dentro para dejar todo el carril a su compañero. Kehrer dudó y lo acabó pagando.

El lateral azulgrana demostró un espectacul­ar despliegue físico con 54 sprints en la zona 5 (designada a los tramos en los que el futbolista corre a un ritmo de 25 km/h o más). Con una velocidad punta de 32.9 km/h... tan sólo superado por el misil Nico Williams, que alcanzó los 35.6 km/h.

MARCAJE INDIVIDUAL

La Roja respondió ante una exigente Alemania. Porque los hombres de Hansi Flick saltaron al césped del Estadio Al Bayt con los deberes bien aprendidos. Con ‘arrestos’ individual­es para Busquets (Gündogan) Gavi (Goretzka) y Pedri (Kimmich), los centrocamp­istas españoles tuvieron que operar de espaldas a la portería rival. Siempre obligados a combinar con precisión quirúrgica en la sali

da de balón, conocedore­s de que cada pérdida podía suponer un gol en contra. Un error de Laporte acabó en el 1-1... y otro de Pedri, tras un embarque de Unai Simón, cerca estuvo de terminar en gol de Kimmich.

Y es que los datos resumen a la perfección la diferencia de jugar contra Costa Rica o un equipo serio como Alemania. Los hombres de Luis Enrique realizaron 637 pases, de los que 545 fueron exitosos (en el 70 se firmó la barbaridad de 1061 pases... y 1003 fueron acertados).

De cara al partido ante Japón, la idea de juego será la misma que en los dos primeros partidos, pero hará especial hincapié el selecciona­dor de no entrar en el juego de los nipones, especialis­tas en jugar a la contra. Contra Japón, Luis Enrique quiere calma y pausa y evitar convertir el partido en un correcalle­s que en nada beneficiar­ía al equipo español. Lo hablarán hoy, mañana y el jueves antes del partido.

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 ?? PABLO GARCÍA/RFEF ?? DÍA DE RECUPERACI­ÓN
Los jugadores de la selección española, durante la sesión de entrenamie­nto posterior al duelo ante Alemania.
PABLO GARCÍA/RFEF DÍA DE RECUPERACI­ÓN Los jugadores de la selección española, durante la sesión de entrenamie­nto posterior al duelo ante Alemania.

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