El plan de Achraf y de Marruecos para convencer a Brahim y a otros talentos
EL DEL PSG, QUE ABRIÓ EL CAMINO A MUCHOS OTROS JÓVENES HACIA EL PAÍS DE SUS RAÍCES, FUE UN ACTOR TAMBIÉN IMPORTANTE EN LA ELECCIÓN DEL MADRIDISTA
La Federación de Fútbol de Marruecos cuenta con una amplia red de ojeadores en toda Europa que se encarga del seguimiento de jugadores que pueden ser seleccionables dado que cumplen los requisitos para tener la doble nacionalidad. Contactan desde que el chaval es joven con la familia para ir allanando el camino a la hora de elegir selección. El responsable de todos los ojeadores distribuidos por Francia, Alemania, Italia, Países Bajos y Bélgica es Rabie Takassa, que desde 2014 vive en Madrid y que se encargó de captar a jugadores como Achraf, su primer gran golpe, Munir o Abde, entre otros.
Luego está el trabajo de la Federación de Marruecos, que utiliza su capacidad diplomática y política para ayudar en la tarea, la de Regragui, figura en alza tras el Mundial, y por supuesto la de estos futbolistas ya consagrados que en su momento se decantaron por Marruecos y que también hacen una labor en la sombra, como los citados anteriormente, contactando con los compañeros para abrir el camino. Jugadores como Achraf, que desde la sub 21 decidió jugar con Marruecos después de hacerlo con las inferiores de España, con el propio Luis de la Fuente, han jugado un papel importante para el aterrizaje de Brahim Díaz. Fue el primero en felicitarle en las redes: “Bienvenido a casa”, escribió el lateral del PSG.
Cada caso es distinto y el de Brahim tiene sus peculiaridades. Luis de la Fuente tenía pensando llamarle para esta última cita pero el trabajo de todos estos actores ya había da sus frutos. También han trabajado los jugadores de la selección y el propio Takassa en la elección del juvenil del Real Madrid de Arbeloa Youssef Enríquez Lekhedim, Yusi, que este verano se decantó por Marruecos tras haber estado en las inferiores de España y que acaba de ser convocado por Regragui.
EL PAPEL DE MARRUECOS EN DOHA
El Mundial de Marruecos también ayuda a la hora de convencer a Brahim, pero sobre todo para convencer a los más jóvenes que ven un camino más corto y con opciones de triunfar. El equipo de Takassa, que se fijó en Achraf cuando estaba en Getafe, coordina la red de ojeadores para toda Europa y van proponiendo a la Federación distintos jóvenes. Aunque se focalizan en chavales entre los 13 y los 23 años y no son seleccionables con Marruecos hasta la sub-16, el seguimiento empieza con las chavales aún más jóvenes.
Tekassa cuenta con cinco personas que se encargan de un trabajo de rastreo entre los jóvenes con doble nacionalidad. Para Marruecos es casi una cuestión de Estado. El trabajo da sus frutos: ahí están otros casos como el de Aznou, de la cantera del Barça y ahora en el Bayern que ya se fue con Marruecos sub 17, el rojiblanco El Jebari, Rachad Fettal, en el Almería B. Nacidos en España, optaron por defender el país de sus padres.
LA INVERSIÓN DE MARRUECOS CON EL TALENTO JOVEN
Marruecos lleva a cabo una fuerte inversión por el talento joven a través de la Academia Mohammed VI. Hay un antes y un después en el fútbol marroquí desde que el rey decidió invertir en el fútbol y en especial en la academia que nutre y forma a selecciones y clubes. “Sobre todo se trata de ser un modelo en cuanto a la formación se refiere. La Academia compite como si fuera un club y nuestros jugadores son convocados con las selecciones inferiores de Marruecos”, comentaba a MARCA desde el propio centro deportivo Joaquín Lobón, un entrenador tinerfeño que es ahora mismo entrenador adjunto del equipo sub 21 de la Academia y encargado de gestionar las relaciones con clubes extranjeros. Ounahi, el centrocampista que impresionó a Luis Enrique, En-nesiry o el central Nayef Aguerd, del West Ham fueron titulares en el Mundial de Qatar.
RENCUENTRO EN MARRUECOS... ¿Y EN EL MADRID?
A Brahim y a Achraf les unen más cosas que Marruecos. Una de ellas es su pasión por el Madrid. El malagueño la está disfrutando. Hakimi triunfa en París, pero no descarta volver.