ÉSTE DEBERÍA SER EL MUNDIAL DE ISCO, THIAGO, JESÉ...
En la lista de Luis Enrique, todos hemos echado a alguien de menos. Unos a Borja Iglesias o Aspas, otros a Sergio Ramos o Iñigo Martínez. Algunos a Balde o Brais Méndez. Es natural, que cualquiera de estos hubiese ido sería más que justo, aunque aquí el tema de la justicia no juega ningún papel. El caso es que yo he echado de menos más bien a lo que yo llamo la generación perdida. La generación perdida de la Selección, es la que va entre 1992 y 1994, es decir, la de los futbolistas que ahora tienen entre 28 y 30 años y que deberían estar liderando a la Selección. Precisamente en esta Copa del Mundo. Porque si hace unos años nos dicen, que dibujemos el once para Qatar 2022. Creo que todos hubiésemos dicho que Isco Alarcón y Thiago Alcántara, estarían en él. Incluso que serían los capos de esta Selección. Dos centrocampistas a los que además habría que sumar a Saul Ñíguez, un perfil muy valioso que hubiese redondeado, un centro del campo de mucho empaque, pero no. Otra cosa que hubiésemos tenido claro, es que las bandas estaban reservadas a dos jugadores diferentes, verticales y muy autosuficientes de esos que España no suele producir muy a menudo. Uno canterano del Real Madrid. Otro canterano del Barcelona. Jesé Rodríguez y Gerard Deulofeu tenían que ser esos futbolistas que pudiesen ganar un partido en una acción individual aislada, pero no. Isco, Thiago, Saúl, Jesé o Deulofeu no sólo no están en el previsible once titular de España en este Mundial, sino que directamente ninguno ha ido convocado. De ahí lo de la generación perdida de la Selección, por mucho que haya supervivientes como Dani Carvajal, Koke o Morata. Creo que esto sirve para contextualizar lo que podemos y no podemos pedir a esta Selección. España acude al Mundial con 20 debutantes y es una de las candidatas más joven y eso no es culpa suya, tampoco de Luis Enrique. El fútbol no es previsible. Por eso a este Mundial hay que ir a ganar, pero también a competir. Hay que ir a enseñar, pero también a aprender. Con esto no quiero rebajar la exigencia, esto es una Copa del Mundo, pero creo que la exigencia hay que contextualizarla.
ESPAÑA ACUDE AL MUNDIAL COMO UNA DE LAS SELECCIONES MÁS JÓVENES E INEXPERTAS