EL ASTUTO PLAN DE HERVÉ RENARD
Miguel Quintana
Renard en francés significa zorro. Le viene que ni pintado al seleccionador saudí, Hervé Renard. Campeón de la Copa África con Zambia (2012) y con Costa de Marfil (2015), entendió todo lo que no tenía Argentina y decidió hacer una apuesta de cara o cruz. Le salió cara y lo ganó todo.
La apuesta consistió en defender con la línea muy adelantada, en un bloque medio-alto, para alejar a Argentina de la frontal del área, donde se hace muy fuerte. A cambio le entregaba un espacio amplio a atacar. Entre la defensa y el portero había 30 metros. Pero Argentina no cuenta con grandes futbolistas atacando el espacio. Papu, Di María, Messi o Lautaro no son eso, son jugadores de balón al pie
Argentina trató de filtrar pases para los desmarques de estos futbolistas, pero una y otra vez sus puntas cayeron en fuera de juego ante la gran coordinación de los cuatro defensas de Arabia Saudí. Argentina pudo marcar el 2-0 que hubiese sentenciado, pero por una cuestión de centímetros no lo hizo y el plan de Renard se fue haciendo bueno según avanzaba el partido.
En la segunda parte, con 1-0 abajo, Arabia Saudí dio un paso adelante. Fue más agresivo, saltó a la presión y fabricó dos goles ya históricos. Una vez se adelantó, no se echó para atrás. Siguió insistiendo, con determinación. Sólo se replegó cuando no tuvo más remedio. Y tampoco sufrió en exceso. Hassan Al Tambakti sobresalió en cada centro lateral, el equipo se mostró solvente y contundente en las acciones de área, ganó muchos duelos en banda y confirmó que estaba muy bien trabajado por un seleccionador acostumbrado a encontrar agua en el desierto.